Los polígonos de Morero y Guarnizo, por fin enlazados

El tramo de 1,1 kilómetros ha necesitado un túnel falso y tres glorietas

Los polígonos industriales requieren buenas conexiones viarias y no siempre las tienen. El Gobierno regional impulsó hace dos años la construcción de un vial que por fin conectase el polígono de Morero con el de Guarnizo, casi contiguos, y, tras varios retrasos motivados por inclemencias meteorológicas, han quedado enlazados. El tramo que se ha puesto en funcionamiento es de 1,1 kilómetros y ha requerido de un falso túnel de 120 metros de longitud y tres glorietas, de las cuales una ya estaba construida en la primera fase


Las neuronas utilizan las sinapsis para transmitir impulsos eléctricos y comunicarse entre ellas. Los polígonos industriales de Morero y Guarnizo acaban de ver cómo ha mejorado significativamente su propia conectividad neuronal gracias a un nuevo vial que permite acceder a Morero desde la glorieta del Crucero de Boo, en Astillero. A la larga espera previa se han sumado dos años de obras hasta ver ejecutado uno de los principales proyectos que el Gobierno regional había preparado para la anterior legislatura. La labor que comenzó José María Mazón desde la Consejería de Obras Públicas –ahora es el representante del PRC en el Congreso de los Diputados– se ha completado de la mano de su sucesor en el cargo, José Luis Gochicoa, que por aquel entonces era director general  del departamento.

La iniciativa ha supuesto una inversión de cinco millones de euros y conecta el polígono de Morero con el de Guarnizo, separados por apenas un kilómetro de distancia. Se eliminan definitivamente las enrevesadas comunicaciones entre ambas zonas industriales, que ahora también tienen un enlace más directo con la S-10 y la red de autovías de Cantabria.

La carretera CA-144a en dirección al polígono de Morero y, debajo, la rotonda de acceso al entorno industrial.

Tanto los conductores que transitan por la nueva carretera como los que lo hacen por las que ya existían lo tienen más fácil ahora, porque el vial también ha servido para descongestionar el tráfico que en muchos momentos colapsaba los accesos anteriores.

Aunque el nuevo tramo se recorre en apenas un minuto, los trabajos que llevó a cabo la UTE formada por las constructoras Siec y Senor superaron con creces el plazo de ejecución que el Ejecutivo regional tenía previsto. La intención era finalizar las obras en marzo del año pasado, pero varias interrupciones retrasaron los trabajos, en buena parte por las condiciones climatológicas de los primeros meses, que complicaron los movimientos de tierras.

Tampoco ha jugado a favor el entorno urbano donde se llevó a cabo el proyecto, ya que se han tenido que introducir grandes medidas de seguridad, según explicó Mazón en una de las múltiples visitas a las obras.

Eso no impidió que los vehículos pudieran hacer uso del vial a medida que se iba construyendo. De hecho, antes de completarse, permaneció parcialmente abierto, aunque de forma intermitente.

La UTE Siec-Senor ha tenido que construir un falso túnel de 120 metros de longitud con hormigón armado, además de un paso inferior que va destinado a camino rural y tres glorietas. La calzada está compuesta por dos carriles de 3,5 metros cada uno y cuenta con arcenes de un metro y medio de anchura y muros de sostenimiento de escollera y tierra armada.

El sistema de drenaje de la calzada está formado por una cuneta revestida y caños de hormigón. El vial se ha iluminación con tecnología LED, incluyendo las rotondas.

De su apertura se benefician las más de 2.000 personas que acuden cada día al centenar de empresas asentadas en el Polígono de Morero, entre las que hay compañías de automatización de equipos industriales, de fotomecánica, mecanizado de piezas, fabricación de pallets, de ventanas metálicas, elaboradoras de masas pan, analistas alimentarios y talleres de mantenimiento de automóviles.

También repercute positivamente sobre las compañías instaladas en el Polígono de Guarnizo, donde se realizan actividades tan variadas como la transformación de plásticos, construcciones metálicas, gestión de residuos, fabricación de cosméticos o depuración de aguas.

La tercera fase, en primavera

El mismo día en que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, inauguró el nuevo vial, anunció el comienzo de la tercera fase de las obras en el Polígono de Morero, para unir la zona norte y sur de la Bahía de Santander enlazando las dos autovías que atraviesan la zona, la S-10 y la S-30, y el propio polígono con Liaño.

Revilla se refirió a esta tercera fase como una apuesta del Gobierno regional por la obra pública con “un valor añadido para el sector industrial”.

A la licitación de la obra se han presentado 14 empresas, atraídas por un presupuesto de 8,03 millones de euros. Los trabajos deben arrancar en primavera y está previsto que se completen en dos años.

El túnel falso se construyó con hormigón armado.

A los costes de la segunda fase y esta tercera, aún en licitación, hay que sumar la inversión económica que se hizo en la primera, que se completó hace ya seis años y une La Cerrada (S-10) con la glorieta de Boo.

Además de mejorar las comunicaciones, estas obras han ido dirigidas a conseguir que el polígono industrial de Morero resulte más atractivo para las empresas que busquen un nuevo emplazamiento o que quieran ampliar sus instalaciones, y robustecer el brazo industrial del municipio, que representa el 25% de su economía.

Astillero siempre ha tenido una clara vocación industrial y dispone de dos parques empresariales de promoción pública, el de Guarnizo y el de Morero, con una extensión de 334.793 m2 y 377.812 m2, respectivamente, además del polígono Tirso González, un parque de promoción privada de 16.000m2.

Viales en otros polígonos

El nuevo vial no es el único que se ha hecho para aliviar el flujo de vehículos de las zonas industriales. En agosto de 2018 se estrenó la nueva carretera de salida del polígono de Candina para facilitar el paso por La Marga sin necesidad de tener que ir hasta la rotonda de Valdecilla Sur. Una glorieta donde se suelen formar atascos, sobre todo a horas punta.

La inversión económica era mucho menor en este caso (133.483 euros), pero esa modesta cantidad sirvió para resolver los problemas que se encontraban los vehículos pesados para incorporarse a la rotonda del hospital.

Los nuevos viales no van a cambiar la situación económica de las compañías asentadas en los polígonos que conectan pero mejoran su día a día y hacen más atractivos estos emplazamientos para otras compañías.        

David Pérez

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora