AEXCA celebra su XXVII Asamblea

Un año más, los excavadores de Cantabria han celebrado la asamblea de su asociación en un clima marcado por la ausencia de trabajo y los abusos que se siguen cometiendo con la demora en el pago a los subcontratistas. AEXCA continúa con su labor de trasladar a las instituciones la necesidad de que velen por el cumplimiento de la Ley de Morosidad. La Asociación también pide al propio sector una mayor solidaridad entre excavadores.


Han pasado casi diez años desde el comienzo de la crisis y la situación de los excavadores cántabros sigue siendo la foto fija de un sector en el que se sobrevive a duras penas. Porque a la paralización de la actividad privada, que no da claros signos de remontar, se suma la escasa inversión pública de las administraciones territoriales.
Un escenario agravado por los viejos problemas que arrastra el sector, como el de la demora en el pago a los subcontratistas. A pesar de la dura lucha mantenida por AEXCA para exigir a las administraciones que vigilen el cumplimiento de la ley, no termina de resolverse el crónico abuso que las empresas contratistas hacen con el alargamiento de los plazos de pago.
Por ello, no es de extrañar que la reciente asamblea de la Asociación de Excavadores, en la que se hizo balance de lo ocurrido el pasado año, se celebrase en un ambiente de preocupación: “Las empresas ya no recuerdan lo que es una cartera de pedidos”, subraya el secretario de AEXCA, Juan Antonio Lantarón. Y añade: “Se batalla el día a día y muy pocos han apreciado la supuesta mejoría; la inmensa mayoría lucha por sobrevivir en un sector al que han convertido en paria de la sociedad, porque estamos explícitamente excluidos de toda ayuda pública y seguimos teniendo más exigencias que nadie para obtener financiación”.
Un panorama poco halagüeño que, desde la Asociación que agrupa a los excavadores, se intenta combatir con demandas de más inversión y trabajando para que se homogeneicen los pliegos de contratación de la Administración cántabra en defensa de los subcontratistas. “Hemos intentado que todas la consejerías integren en sus pliegos de contratación las cláusulas para proteger a los subcontratistas”, señala el presidente de AEXCA, Antonio García Rivero. “Un trabajo arduo y todavía no conseguido al cien por cien, porque no hay una directiva común”, añade.
No obstante, ya han logrado que las consejerías que mayor volumen de obra generan, como Obras Públicas, Medio Ambiente, Industria o Sanidad, incluyan las garantías de pago a los subcontratistas solicitadas por AEXCA.

Más solidaridad entre excavadores

Esta exigencia de que se cumpla la Ley de Morosidad no se circunscribe solo a la actitud que deben observar las Administraciones públicas. AEXCA también traslada su inquietud a todas aquellas empresas adjudicatarias de obras de cierta relevancia que se van a ejecutar en Cantabria, entre ellas la del Muelle 9 de Raos, adjudicada a FCC, que pasa por momentos complejos, al considerar el adjudicatario que el precio ofrecido no alcanza para cubrir los costes de la construcción. Los representantes de AEXCA han mantenido una reunión con el jefe de obra de FCC, Manuel Simancas, para ofrecerle su colaboración y solicitar el estricto cumplimiento de las obligaciones que la Ley de Morosidad establece para el pago a los subcontratistas (60 días sin posibilidad de pacto en contra).
Pero tan necesario como el cumplimiento de la ley es que el propio sector se muestre solidario en la defensa de los intereses comunes. “El compromiso y la colaboración de los asociados es condición imprescindible para cualquier avance, porque sin solidaridad entre los excavadores, no será posible frenar los abusos que ponen en riesgo la propia supervivencia del sector”, subrayan desde AEXCA.

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