Serisan: la empresa cántabra que domina las artes gráficas

La empresa, que ha cumplido medio siglo en 2023, es capaz de diseñar y producir cualquier tipo de producto

Ángel Manuel Gómez es el gerente de Serisan, la empresa que fundó su padre, Ángel Gómez Llata, hace medio siglo. El pequeño taller de serigrafía industrial se ha convertido en una compañía capaz de diseñar y producir cualquier elemento imaginable, desde kioskos o rótulos luminosos a food trucks e insonorizaciones. Con clientes nacionales e internacionales de gran relevancia, factura cerca de cuatro millones de euros al año.


En 1972, mientras Ángel Gómez trabajaba en un taller de fotograbado, conoció una novedosa serigrafía industrial que permitía personalizar materiales muy diversos y decidió apostar por esta nueva técnica.

Como tantos otros grandes proyectos, los inicios de Serisan –cuyo nombre proviene de Serigrafía Santander– nacieron en una casa. Concretamente en una cocina, donde, en 1973 y de una manera muy artesanal, Ángel empezó a hacer sus primeros trabajos: adhesivos y posavasos de plástico.

Entre sus clientes iniciales estaban la empresa de transportes Gerposa o Trefilerías Quijano, a la que suministraba las etiquetas de las bobinas de cable, sustituyendo a las anteriores de cartón, que se estropeaban a la intemperie.

Cuando la cartera de trabajo lo justificó, Gómez compró un pequeño local en la calle General Dávila de Santander, que puede considerarse la primera sede oficial de Serisan.

Nueva inversión realizada en tecnología de impresión digital a finales del año 2023.

Cincuenta años después, su hijo Ángel Manuel lleva las riendas del negocio, que ha ido evolucionando y creciendo conforme lo han hecho las técnicas de impresión y las necesidades de sus clientes.

En la actualidad, la compañía trabaja sobre cualquier espacio o material que pueda ser impreso, con unas doce líneas de negocio: impresión digital, rotulación, cartelería, señalética, stands, displays… Paradójicamente, la serigrafía, que originó su creación, dejó de estar entre sus actividades hace unos diez años.

Los cuatro pilares de la compañía son ahora los soportes expositivos para el comercio (visual merchandising, escaparatismo y elementos de punto de venta), las estructuras autoportantes (kioskos, food trucks y pop ups), los expositores (con mobiliario, y elementos decorativos) y las soluciones acústicas personalizadas.

Visual merchandising

El visual merchandising se encarga de mostrar los productos en un punto de venta para atraer la atención del público. “Ayudamos a los clientes a a poner en valor su producto y dinamizar el punto de venta”, explica Gómez.

Estos elementos, que son en sí mismos un escaparate, se fabrican en materiales tan diversos como cartón, madera, hierro, chapa o metacrilato, en función del objetivo que se busca y los lugares donde van a ser utilizados.

Otra parte de este trabajo son las cartelerías y adhesivos para escaparates, esos que todos asociamos a ofertas, rebajas y promociones.

Varios técnicos de Serisan trabajando en el área de impresión y en la máquina que fabrica sus propias cajas (derecha).

La actividad de Serisan incluye desde el desarrollo de la idea a la fabricación y la distribución. “El cliente lo único que tiene que hacer es aprobar un presupuesto y la idea. Nosotros nos encargamos de que llegue a cada punto de venta, esté donde esté, nacional o internacional”, apostilla.

Por este motivo, hace unos años que adquirió una máquina para fabricar sus propias cajas, lo que facilita que los embalajes se ajusten al contenido a enviar y agiliza la gestión de los pedidos.

Marcas conocidas entre sus clientes

Entre sus clientes destacan marcas tan reconocidas como las españolas Springfield y Women’secret o la brasileña Havaianas, que cuentan con la empresa cántabra para abastecer su red mundial de tiendas y puntos de venta. Otras como North Face, Adidas o RipCurl le encargan sus trabajos de visual merchandising para sus tiendas españolas.

Son trabajos que cada vez exigen más agilidad. Si hace unos años la empresa tenía plazos de entre dos y tres semanas para diseñar y ejecutar estos proyectos, ahora los pedidos salen de las instalaciones de Soto de la Marina apenas cinco días más tarde de aprobarse. Un esfuerzo considerable, teniendo en cuenta que muchas de ellas deben imprimirse en 14 o 16 idiomas diferentes y deben enviarse a otros tantos países.

Estructuras autoportantes

En el año 2016, surgió otra de las actividades que ahora definen Serisan, cuando un cliente planteó la posibilidad de restaurar food trucks para campañas de marketing. Consciente de que cada vehículo tendría que pasar la ITV anualmente, Gómez propuso hacer una réplica de ellos. No podrían circular por la carretera por sí solos, sino remolcados, pero tendrían otras ventajas: al prescindir de asientos y volante, podrían disponer del espacio de la cabina y su coste final sería bastante menor.

Su primer cliente, Unilever, empleó estos food trucks para la venta de sus helados Frigo y Carte D’or, dos marcas para las que Serisan también ha fabricado los kioskos que se instalan cada verano en quince centros comerciales del país.

La empresa cántabra también es autora de la réplica de un contenedor marítimo situada en el hotel Hilton de Madrid con fines hosteleros y de varios food trucks para la empresa cafetera Illy, entre otros.

Se trata de trabajos muy complejos, ya que además de fabricar las estructuras, Serisan realiza todo el equipamiento interior (electricidad, fontanería, mobiliario, gráficas y cartelería).

Diseño estructural

Con los años, los soportes gráficos de los comercios han ido evolucionando hacia formatos más llamativos, desde expositores callejeros a estructuras iluminadas o paredes revestidas. Cualquier lugar y cualquier elementos puede ser convertido en un soporte de marketing.

La mayoría de los adhesivos gráficos y las decoraciones que buscan la atención del viandante se fabrican en PVC o metacrilato, pero en los últimos tiempos esos materiales se están sustituyendo por otros más respetuosos con el medio ambiente.

Dos estructuras autoportantes fabricadas por Serisan. Uno de los diseños estructurales por módulos que alquilan a sus clientes, con gráficas textiles y pantallas, y una food truck.

En 2019, Serisan adquirió una máquina de impresión directa sobre textil, para ofrecer soluciones softsignage (banderolas, pop ups, cajones gráficos, stands, decoración textil…). La tela presenta grandes ventajas, como el poder y quitar tantas veces como se quiera o el abaratamiento de los envíos, puesto que apenas pesa ni ocupa grandes volúmenes, y Gómez destaca que “una vez instalado, no se sabe qué tipo de material es. De hecho, los colores son mucho más vivos que en cualquier otro material”.

La fábrica cántabra trabaja todos estos formatos pero su apuesta más fuerte está en el diseño de los stands, donde ha sustituido las estructuras clásicas de madera y hierro por otras modulares que pone a disposición de sus clientes en alquiler. Las empresa deben decir cuántos metros cuadrados necesita y la oficina técnica diseña la configuración que posteriormente se instalará y desmontará, simplificando y abaratando los costos y reduciendo al 100% materiales residuales.

Entre los clientes que utilizan este sistema para acudir a los múltiples eventos en los que participan están las empresas regionales Hisbalit, Textil Santanderina y Sodercan.

Soluciones acústicas

La línea de trabajo más reciente es la dedicada a las insonorizaciones, y surgió en torno a 2018 y de una manera casual. Cuando Serisan cambió de instalaciones a la nave actual, detectaron un gran problema acústico en la zona de oficinas, a causa de la gran reverberación que se producía.

Ángel Manuel buscó en empresas externas soluciones que no lo convencieron y, junto a su equipo técnico, comenzaron a buscar alternativas por sí mismos.

Tras año y medio de pruebas y ensayos, consiguieron dar con una espuma técnica que podía personalizarse con formas adaptadas a los espacios –mosaicos en techos, principalmente– e incluso acepta la impresión de fotografías, lo que permite convertirlas en elementos decorativos, como cuadros.

Serisan cuenta con software especializado y técnicos formados en acústica para prescribir las soluciones a tomar.

Serisan ya ha instalado estos paneles fonoabsorbentes en lugares tan distintos como cadenas hoteleras, restaurantes, universidades, colegios y polideportivos, lugares con grandes espacios que suelen tener mucha reverberación.

40 trabajadores

A la izquierda, un acondicionamiento acústico personalizado en el restaurante de una cadena hotelera. Arriba, un trabajo de visual merchandising fabricados por la compañía cántabra.

En 2023, el año en que Serisan ha cumplido medio siglo de vida, ha facturado cerca de los 4 millones de euros. La mitad de esos ingresos proceden del visual merchandising, donde cuenta con un buen número de clientes, que realizan varias campañas al año.

No obstante, es la línea de acústica la que crece más rápidamente y ya supone el 30% de su facturación, lo que Ángel Manuel justifica por tratarse de un nicho de mercado donde no hay competencia en dar soluciones integrales y personalizadas. Otro 15% proviene de las estructuras autoportantes y del diseño estructural.

Aunque hacen trabajos para toda Europa y América, el grueso de su actividad lo aportan los clientes nacionales.

Ángel Manuel se enorgullece de que, con 40 trabajadores y unas instalaciones de 4.000 m2 en Soto de la Marina compitan con multinacionales. “Somos una empresa familiar en la que desde el primero hasta el último de los trabajadores son gente implicada, que luchan por la empresa y están contentos con donde trabajan, que para mí es lo más importante”.

Como hijo del fundador, los comienzos de Ángel en la empresa familiar vienen de muy atrás. De pequeño, eran muchos los sábados que acompañaba a su padre a trabajar. “Le ayudaba a sacar los adhesivos recién impresos de la máquina, porque no había extracción automática”, recuerda. “Junto a él aprendía cómo se realizaban los procesos de la serigrafía y me contagiaba de los valores que constituyen parte del ADN de Serisan: disciplina, sacrificio, constancia, generosidad, responsabilidad…”.

Desde hace veinte años está al frente del negocio y resume así lo que ha sido su gestión: “Siguiendo el espíritu de lo iniciado por mi padre, que era innovar constantemente y mejorar cada día, he seguido incorporando nuevas tecnologías, mejorando nuestra maquinaria y buscando las últimas soluciones en rapidez y calidad”.

Ahora, como padre de dos hijos, le gustaría que alguno de ellos quiera continuar con la empresa familiar, siempre que así lo deseen y estén formados profesionalmente para ello. “Quiero que ellos se dediquen a lo que quieran, pero si quieren continuar como la tercera generación, será bajo las directrices del protocolo familiar, firmado el pasado año para establecer unas directivas y pautas para las futuras generaciones, una serie de requisitos en formación y experiencia”. Quiere evitar, dice, caer en el nepotismo, para garantizar que una gestión profesional garantice la continuidad de esta empresa que acaba de cumplir medio siglo.

María Quintana

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