La mitad de los ejecutivos prevé una caída de los ingresos de sus empresas de hasta el 25% este año

Un 52% quiere convertir el teletrabajo en algo permanente pasada la crisis del Covid-19

Un 53% de los directores financieros espera una caída de los ingresos y de los beneficios de sus empresas de hasta el 25% durante este año en todo el mundo, mientras que un 15% de ellos es más pesimista y prevé un descenso de hasta el 50%.

Así se desprende del informe CFO Pulse , elaborado por PwC a partir de una encuesta a 989 directores financieros de 23 países, la quinta oleada de la serie que, desde final de marzo, viene tomando el pulso a la opinión de los responsables financieros de las empresas a lo largo de la crisis provocada por el Covid-19.

Por sectores de actividad, los responsables financieros de las empresas de salud son los que esperan un menor descenso de su facturación –por debajo de 10%– o, incluso, apuntan a leves incrementos.

Por el contrario, los más relacionados con el consumo, que son los más impactados por el cierre de los establecimientos físicos y por el confinamiento, esperan unos descensos de ventas entre el 25% y el 50%.

Por ello, la contención de costes se mantiene como la principal medida financiera que están tomando las empresas como consecuencia del coronavirus y más de la mitad de los directores financieros se están planteando cancelar o posponer las inversiones previstas.

«Desde que iniciamos estas encuestas, a finales de marzo, hemos visto cómo los directores financieros se han centrado en garantizar la seguridad y la salud de sus empleados, en gestionar el impacto económico y social de la crisis, y en adaptarse, lo más rápidamente posible, a las nuevas circunstancias. En última instancia, se han dado cuenta de que debemos de encontrar la forma de seguir adelante y de convivir con la amenaza permanente del Covid-19 en los próximos meses», señala el socio de PwC Javier Hernando.

EMPRESAS «MÁS FUERTES»

El estudio también concluye que un 74% de los directores financieros está centrado en la puesta en marcha de medidas de seguridad en sus centros de trabajo; en mejorar la experiencia de sus empleados con el teletrabajo (52%); y en convertir esta opción de empleo a distancia en algo permanente para sus profesionales (52%).

En general, una mayoría de los directivos encuestados (75%) reconoce que las medidas de flexibilidad que se han visto obligados a poner en marcha para paliar la crisis provocada por la pandemia son factores que van a hacer «más fuertes» a sus empresas en el largo plazo.

De hecho, los máximos responsables financieros se muestran bastante confiados en la capacidad de sus empresas para proporcionar un entorno seguro para sus clientes (79%) y empleados (74%). Aunque la posibilidad de un rebrote de la enfermedad les preocupa, un 71% cree estar preparado para responder de forma efectiva ante esta circunstancia.