La hora del saneamiento para las cuencas del Deva y Nansa

El Plan de Saneamiento regional va a dar un gran paso hacia su conclusión tras la decisión del Ejecutivo cántabro de invertir veinte millones de euros en la depuración de los vertidos residuales que van a parar a las cuencas del Nansa y Deva. Un esfuerzo inversor que no se corresponde con la escasa población que habita a lo largo de ambos ríos, pero que está sobradamente justificada por la calidad medioambiental de dos de los más atractivos enclaves naturales con que cuenta Cantabria, las rías de Tina Mayor y Tina Menor.
La importancia del compromiso asumido por el Gobierno regional es mayor si se tiene en cuenta que ya no es posible contar con los fondos de cohesión de la Unión Europea, que tan relevantes han sido en la financiación del resto de la red de saneamientos. Una carencia que se va a paliar, en parte, con los nueve millones de euros que el Gobierno central aportará de los Fondos de Compensación Interterritorial.
La dispersión de los núcleos urbanos a los que se prestará servicio va a imposibilitar la aplicación de los sistemas tradicionales de depuración, basados en la colocación de una única depuradora en la que desemboca la red de colectores. El saneamiento diseñado para ambas cuencas necesitará cinco plantas de depuración, lo que encarece sustancialmente las obras.
La actuación, que el director general de Medio Ambiente, Francisco Martín, no duda en calificar de ‘faraónica’, se dividirá en dos etapas. En una primera fase se acometerá la construcción de una planta depuradora en Camijanes (que se sumará a la de Casamaría, ya en ejecución) y ocho colectores generales que recogerán las aguas residuales de Cabanzón, Bielva, Cades, Rábago, Otero, Camijanes y Casamaría, localidades todas ellas del municipio de Herrerías. En una segunda etapa se abordará la depuración de todos los núcleos de población de la cuenca baja de los ríos Nansa y Deva, en el municipio de Val de San Vicente (Tánagos, Abanillas, Luey, Muñorrodero, Pesués, Prío, Molleda y Unquera), lo que también beneficiará al concejo asturiano de Riva de Deva. Tres estaciones depuradoras (EDAR) se construirán para dar servicio a esta amplia zona, situadas en Unquera, Helgueras y San Pedro de las Baheras.
La tecnología que se va a aplicar en la EDAR de Unquera la convertirá en la planta depuradora más moderna de España, con tratamientos biológicos y de ultrafiltración que aproximarán el agua tratada a las calidades del agua potable. La estación ha sido calculada para una población de 16.000 personas, con un caudal medio diario de 4.000 metros cúbicos de agua.
En total, 34.940 metros de colectores, doce estaciones de bombeo, nueve aliviaderos y cinco depuradoras serán necesarios para llevar el saneamiento a una comarca de gran proyección turística. Será la mayor obra pública ejecutada en la zona tras la finalización de la Autovía del Cantábrico.

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