Somarroza gana la batalla de la botella de sidra

La empresa cántabra Somarroza fue denunciada por los embotelladores de sidra asturianos por utilizar la tradicional botella verde, denominada ‘molde de hierro’ que, en su opinión, es distintiva de la sidra asturiana, pero la decisión del juez de lo Mercantil de Cantabria, Carlos Martínez de Marigorta, que es asturiano, no ha dejado ninguna sombra de duda: el uso de la botella es legal, porque no es privativa de este producto y puede utilizarla cualquiera, incluso para meter cerveza o vino, si quisiese hacerlo.

Hace año y medio, el productor cántabro de sidra Jesús Gómez Solórzano, propietario de la embotelladora Somarroza, de Renedo de Piélagos, fue denunciado por la Asociación de Sidra Asturiana por utilizar un tipo de botella que, según aseguraban, está patentada desde el año 2000. A Gómez le pedían destruir todas las botellas y una indemnización equivalente al uno por ciento de su negocio. El productor cántabro no se avino y el juez de lo Mercantil de Santander ha acabado dándole la razón: aunque el uso exclusivo en Asturias pudo llevar a la identificación de la botella con la sidra que allí se elabora, «no se trata de una marca colectiva ni de garantía», y de atender la reclamación de los asturianos, se estaría generando un derecho exclusivo de utilización de una botella «sobre la que no consta vigente ninguna protección inventiva, de utilidad o diseño».

Somarroza, que tiene siete sidras en el mercado, compra las botellas en Portugal, donde le resultan más baratas. Cuando le demandaron, consultó la patente, y si bien es cierto que los asturianos tienen la botella registrada, en su opinión no lo hicieron bien.

El lagarero cántabro cree su producción no es lo bastante significativa como para causarles un perjuicio y ni siquier compite en precios, porque la suya es mucho más cara. Simplemente “querían borrarme del mapa”, dice. Los productores del Principado, que siguen defendiendo la exclusividad de la botella que utilizan desde 1880, no están conformes con la sentencia y parecen dispuestos a recurrir a la Audiencia de Cantabria donde tratarán de resarcirse del doble varapalo, ya que además de dar la razón a Somarroza, el juez pide a la Oficina de Patentes que anule el registro de marca notoria y tridimensional con el que los asturianos trataron de blindar su envase de cristal, lo que liberalizará su uso en cualquier región y para cualquier producto.

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