Camino a la jubilación, los españoles se convierten en emprendedores

Cada vez son más los españoles que deciden emprender un negocio tras cumplir los 50 años. Si hace tiempo, la mediana edad se asociaba con la pasividad a la espera de llegar a la edad de jubilación, son numerosos ahora en este grupo quienes optan por reinventarse como empresarios.

El perfil del emprendedor senior español

Según datos del informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) del Observatorio del Emprendimiento en España, un 39 % de los emprendedores en negocios “nacientes” eran creados por personas de más de 45 años.

Con el paso del tiempo, a mayor edad, las personas desarrollan experiencia y acumulan conocimientos que facilitan la identificación y explotación de oportunidades de negocio. En España, la edad media de los emprendedores es un rasgo distintivo para caracterizar las diferentes fases del proceso emprendedor. Los emprendedores potenciales tenían una media de 37 años, mientras que los emprendedores consolidados alcanzaron los 51 años de media. Las razones para crear un negocio son por este orden: para crear una gran riqueza o generar una renta muy alta; para marcar una diferencia en el mundo; y para ganarse la vida porque el trabajo escasea (cuesta conseguir un empleo).

El mercado de servicios para los seniors o “silver generation”, en pleno crecimiento

Y, ¿a qué sectores se dedican estos emprendedores? Un 41 % a sectores orientados al consumo; un 34 % a sectores de servicios a empresas; un 20 % al sector transformador; y un 5 % al extractivo o primario.

Dentro de los sectores orientados al consumo, hay uno que destaca por su crecimiento y por su prevalencia en todos los ámbitos geográficos de España; el de los servicios de atención y cuidado para personas dependientes, y en particular, para ancianos. Desde máquinas y aparatos como camas articuladas, sillas de ruedas y un largo etcétera; hasta todo tipo de servicios como los acompañamientos y cuidados a domicilio para personas que no pueden valerse por sí mismas.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cinco habitantes en España tiene 65 o más años, cifra que aumentará hasta casi el 30 % en los próximos años.

Un sector llamado a mover miles de millones de euros

El crecimiento de la población dependiente coincide con su alto poder adquisitivo. En España, la denominada «economía silver» (el sector que satisface las necesidades de consumo y estilo de vida de las personas mayores) ya supone el 25 % del PIB europeo total, según el Monitor de Empresas del Mercado Silver en España elaborado por Deusto Business School.

Muchos de los emprendedores mayores de 50 años conocen de primera mano las necesidades de las personas dependientes, ya que tienen a padres, familiares, vecinos y conocidos en edades muy avanzadas en las que precisan cuidados y apoyo en el hogar, y para realizar sus actividades diarias. Su conocimiento de primera mano sobre las necesidades de este nicho reduce el riesgo y maximiza las posibilidades de éxito en el desarrollo del negocio. Además, sienten gran motivación al crear emprendimientos con impacto social para mejorar la calidad de vida de su entorno.

Los mayores de 50 años prefieren invertir en modelos ya validados y de sectores que conocen

Y, ¿cómo invierten estos emprendedores? Según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) del Observatorio del Emprendimiento en España, el miedo al fracaso entre los españoles es el más alto entre los 30 países analizados y comparados Para evitar o al menos reducir el riesgo de fracaso, muchos de los nuevos emprendedores utilizan la ayuda de franquicias y licencias de negocios ya operativos, que además, les permiten acelerar su puesta en marcha, y recibir soporte y consultoría.

Emprender en franquicias de sectores como el cuidado de adultos mayores encajan a la perfección con este perfil, ya que representan un modelo de negocio probado, con procesos establecidos y menor incertidumbre.

Juan a sus 58 años, es un claro ejemplo de esta tendencia; tras décadas de trabajo en el sector financiero, decidió dar un giro a su carrera y adquirir una franquicia de cuidado de personas mayores ante la cercanía de su retiro. “Invertir en este sector es más que un negocio, es una oportunidad única de impactar positivamente en la calidad de vida de muchas personas mayores, empezando por mi entorno familiar”, afirma Juan, quien asegura sentirse muy motivado por emprender esta nueva etapa.

Carmen, a sus 56 años, es la dueña de una franquicia que no solo proporciona cuidado, sino que crea un ambiente hogareño donde se promueve la participación activa y la felicidad cotidiana. «Emprender en este sector no solo es un negocio, es una vocación para proporcionar felicidad y bienestar a quienes han contribuido tanto a nuestra sociedad», destaca Carmen.

Oportunidades de inversión que desafían estereotipos

Según Maira Peñaloza, responsable de expansión de Helpycare, franquicia de cuidado de personas mayores, destaca que el envejecimiento de la población no es un obstáculo, sino una oportunidad para reinventarse. «Fomentar la actividad y el emprendimiento después de los 50 no solo mejora la calidad de vida, sino que desafía estereotipos negativos sobre el edadismo y reconoce el invaluable aporte que esta generación puede seguir entregando a la sociedad». Plataformas de negocio como Helpycare están conectando con éxito a estos perfiles senior con un modelo rentable y escalable, que además permite generar un impacto social positivo.

En conclusión, el auge del empresario y emprendedor senior en España, lejos de ser una moda pasajera, ha llegado para quedarse y se perfila como una tendencia que seguirá redefiniendo el futuro del emprendimiento y la economía del país sobre bases más inclusivas, productivas y humanas

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