La legislación antiincendios impulsa el crecimiento de Ialec

La instaladora cántabra cumple 40 años

 


Ialec nació hace cuarenta años como un taller de montaje y reparación de instalaciones eléctricas, de la mano de Ricardo Miera y Jesús Pacheco. Con el paso del tiempo se especializó en los sistemas de protección contra intrusos y desde hace 20 años se especializó en los de incendios. El actual gerente, Pedro Miera, que representa la segunda generación, aprovecha su buen posicionamiento en un sector que crece con rapidez, impulsado por una normativa cada vez más exigente para las empresas. 


Por: David Pérez

Las empresas familiares  suelen padecer dos problemas de difícil solución: una baja capitalización que les impide ganar tamaño al mismo ritmo que las colectivas, y las transiciones de generación a generación. Pero hay ejemplos de sobra de empresas que lo superan, como la  instaladora cántabra de sistemas de seguridad y de protección contra incendios Ialec, que nació hace ahora 40 años como un pequeño taller eléctrico en la calle 3 de noviembre de Santander, de la mano de Ricardo Miera y de su socio Jesús Pacheco.

La actividad consistía en el montaje y reparación de instalaciones eléctricas de todo tipo. Ahora, más orientada a los sistemas de protección contra incendios, está regida por la segunda generación. El ingeniero informático y actual gerente, Pedro Miera, comparte el accionariado con su hermano y con los descendientes de Pacheco.

El éxito de la compañía se refleja, según Miera, en que ha logrado convertirse en el proveedor de sistemas de protección contra incendios del 80% de las industrias de la región, entre ellas empresas del tamaño de Global Steel Wire, Saint-Gobain, Cementos Alfa, Solvay, Sniace y Bridgestone, entre otras.

Ialec, no obstante, no se ha desprendido del negocio de las alarmas y cámaras de videovigilancia. “Seguimos en el mundo de la seguridad porque nacimos de él y porque el cliente que busca seguridad de verdad recurre a nosotros”, sostiene Pedro Miera, que añade un contundente “nosotros no vendemos pegatinas, vendemos sistemas de seguridad”.

Instalaciones de Ialec en Maliaño.

Un giro de 180 grados

Movidos por un mercado que necesitaba aminorar el riesgo de los bienes y las personas, la compañía decidió introducirse en un sector que por aquel entonces estaba en estado embrionario, el montaje de sistemas de alarmas. “Había una empresa en Cantabria que montaba alarmas, Seguridad y Control del norte, pero no había más”, explica Miera.

Este nicho de mercado experimentó una fase de fuerte expansión y la compañía supo aprovechar el tirón. Fruto del crecimiento de las ventas, Ialec se trasladó a un local más amplio, y pasó de tener cuatro trabajadores a 15. “Las alarmas pegaron un salto muy grande entre los años 80 y 90, gracias a los clientes particulares y pequeñas empresas”, recuerda.

Un cuarto de siglo después, se especializó en los sistemas de protección contra incendios, al comprobar que su conocimiento y experiencia resultaba muy valorada en este ámbito.

La normativa española de seguridad contra incendios en establecimientos industriales es cada vez más exigente y las compañías de seguros instan a las empresas a adquirir los medios necesarios de prevención y actuación y a mantenerlos adecuadamente.

Uno de los motivos que ha llevado a ampliar las exigencias es el impacto que puede tener un incendio en las instalaciones de una empresa. No solo pone en peligro su producción, su maquinaria y su actividad durante el tiempo que se detienen los procesos industriales, sino que pone en riesgo la propia integridad física de sus empleados, lo que resulta aún más grave.

Gracias al crecimiento de la demanda, Ialec siguió expandiéndose, hasta tener que aumentar el tamaño de su fábrica y el de su plantilla. Su actual sede, ubicada en Maliaño, tiene alrededor de 1.000 metros cuadrados de superficie y la empresa cuenta con 27 trabajadores, entre técnicos de obra, de mantenimiento y personal de oficina, aunque antes de la crisis económica llegó a tener 40 empleados.

Ialec también vende cajas fuertes, puertas cortafuegos y sistemas de sonorización y megafonía.

Conocimiento de la norma

Pedro Miera concluyó en el año 2000 sus estudios universitarios de Ingeniería Informática y empezó a trabajar como técnico de sistemas en Setelsa. Su labor se centraba en la puesta en marcha de sistemas de control de accesos y de seguridad y en la programación de los sistemas de telecomunicaciones.

Cuatro años después, decidió que era el momento para introducirse en el negocio familiar y aportar valor a la compañía con sus conocimientos en el diseño de sistemas de seguridad, videovigilancia y protección contra incendios. Ese papel, que desempeña desde hace algo más de trece años, lo simultanea con la gerencia desde 2017, cuando la anterior gerencia le pasó el testigo.

El sector crece pero es exigente y, en opinión de Miera, en los sistemas de protección contra incendios solo es posible la mejora desde un conocimiento exhaustivo de la normativa. “Esto se aprende a base de cursos y esfuerzos, no existe una ingeniería sobre protección de incendios”, explica.

La compañía, que facturará este año alrededor de 2,3 millones de euros, sigue cubriendo los hitos que se ha marcado con proyectos como el que está llevando a cabo para instalar rociadores en la fábrica de Bridgestone en Puente San Miguel.

Pedro Miera considera que el campo de la seguridad y los sistemas de protección contra incendios están “muy profesionalizados” y son “complicados”,  pero en su opinión, los 40 años de experiencia ofrecen “un abanico muy amplio” de soluciones a los retos que plantea.                 David Pére

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