Talleres Serrano da el estirón

Cuando a finales del pasado mes de febrero se procedía a colocar en el polígono de Ambrosero la primera piedra de lo que serán las nuevas instalaciones del grupo de empresas fundado por Manuel Serrano, una de las más queridas ambiciones del desaparecido empresario comenzaba a hacerse realidad.
Aquel pequeño taller eléctrico de Cicero creado a la sombra de Robert Bosch, ha crecido hasta desbordar las capacidades de su emplazamiento original, a orillas de las marismas de Santoña. Limitada su capacidad de expansión por las restricciones que impone una zona declarada como reserva natural, sus sucesores al frente del grupo de empresas –sus hijos Manuel y Marián– han encontrado en la puesta en marcha del polígono industrial de Ambrosero, la solución para la apremiante necesidad de espacio que reclamaba la evolución de las tres empresas que constituyen el grupo: TEMS –dedicada al diseño y construcción de máquinas y aplicaciones especiales–, IDUC –orientada hacia la fabricación de utillaje de maquinaria– y Talleres M. Serrano, cuya principal actividad consiste en el mecanizado en serie de componentes para automoción.
La inversión que va a requerir el traslado de las tres empresas supera los mil millones de pesetas y aunque la idea inicial era la de ubicarlas en una misma nave, levantada sobre una parcela de 10.000 metros cuadrados, la trayectoria de TEMS e IDUC, con una creciente cartera de pedidos potenciada por la sinergia entre ambas empresas, ha llevado a sus gestores a añadir dos nuevas parcelas, de 3.000 y 1.000 m2 respectivamente, donde se instalarán las actividades de construcción de maquinaria y el taller de utillaje.

Soluciones llave en mano

Las posibilidades de expansión que se abren con el nuevo emplazamiento han llevado a potenciar la oficina técnica en la que los ingenieros y proyectistas diseñan las máquinas y las aplicaciones industriales que TEMS vende en sectores cada vez más ajenos al mundo de la automoción. “Estamos entrando en una serie de mercados nuevos, fuera del sector del automóvil, como las forjas –afirma el director general de TEMS, Manuel Serrano–. Ahora mismo estamos haciendo una línea de montaje completa para una empresa del grupo Mondragón”. Gran parte de la clientela de TEMS se encuentra precisamente en el País Vasco, donde empresas como el Grupo Fagor han encontrado en esta firma cántabra apoyo técnico para el diseño y construcción de la maquinaria que precisan.
La forma de trabajo de TEMS ha evolucionado hacia el concepto de llave en mano: “Antes diseñábamos una máquina sobre pedido –explica Juan Ignacio Blanco, director comercial– pero ahora el cliente nos cuenta cuál es el problema y nosotros le diseñamos la solución”.
La buena marcha de TEMS ha convertido a esta firma en la estrella del grupo de empresas de la familia Serrano, que ha optado por desgajar de ella la rama de mantenimiento industrial para reforzar aún más su caracterización como empresa orientada hacia la construcción de maquinaria especial.

Contrato con Valeo

La política de diversificación que aplica el grupo desde hace cuatro años tiene su reflejo también en la firma Talleres M. Serrano, dedicada a la mecanización en serie de piezas de automoción. De tener como único cliente a Bosch, ha pasado a trabajar para la otra gran empresa europea de componentes eléctricos para el automóvil, la francesa Valeo, con la cual acaba de firmar un contrato para el suministro durante los cuatro próximos años de cabezas de piñón para el motor de arranque, lo que supondrá el 55% de las ventas en este área de negocio. La firma cántabra ha colaborado también con Valeo en el prototipo de una nueva generación de alternadores, aunque la recesión que parece avecinarse en el mercado del automóvil ha retrasado su lanzamiento.
Las crisis cíclicas a las que está sujeto el sector de la automoción han determinado un nuevo giro en la estrategia de la empresa de Cicero que busca otros mercados, como explica su director comercial: “Antes las empresas pensábamos que la solución estaba en diversificar clientes dentro del propio sector, pero la cuestión está en diversificar productos, en salir del sector. De esa manera se mitigan los picos de sierra que siempre existirán en el automóvil.”
Esta orientación les ha llevado a buscar nuevos clientes en el mercado exterior, como la francesa Eurolec, que agrupa a 17 empresas de mecanizado, y a la que suministran poleas, y la alemana GEZE, especializada en sistemas de cierre, con la que existe el acuerdo de convertirse en proveedor de la planta que tiene pensado abrir en España.

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