La ciencia al día

Los pájaros gordos vuelan mejor

Los pájaros con altos niveles de grasa corporal hacen menos paradas para reponer fuerzas en los vuelos migratorios, lo que les permite llegar antes a los lugares de alimentación y conseguir insectos, néctar y polen.
En la duración de las paradas de las aves migratorias influyen factores como la genética, que impulsa a una especie a ir más rápido o más despacio en el viaje, pero el factor de la grasa corporal no se había considerado hasta ahora.
Los científicos han estudiado a las currucas mosquiteras, unos pequeños pájaros que viajan desde África a la isla de Ventotene, en la costa oeste de Italia. Los ejemplares que tienen más grasa corporal tardan una media de 9 horas en llegar y a la noche siguiente ya se vuelven a poner en marcha, mientras que los ejemplares más esbeltos tardan 41 horas en reemprender el vuelo.

¿Biogás o gasolina?

Una reciente investigación realizada en Suecia concluye que el biogás fabricado a partir de sustancias de desecho genera un 95% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que la producción de gasolina.
Hasta ahora se pensaba que la reducción era menor, pero han constatado que incluso es posible aumentar esa diferencia, alcanzando la condición de producción neutra para el medio ambiente. Para llegar a esa conclusión se han incluido factores indirectos que no se habían tenido en cuenta antes, como el efecto de la sustitución de los fertilizantes minerales por biofertilizantes.
El biogás todavía podría ser menos nocivo si se utilizaran virutas de madera para la calefacción de las instalaciones productoras y si se cubrieran los almacenes de biofertilizantes para reducir las pérdidas de nitrógeno.

Nanocorazón

Un grupo de investigadores ha desarrollado una nueva técnica de escaneado a escala nanométrica que proporciona una visión detallada del modo en que la insuficiencia cardíaca altera la superficie de las células musculares del corazón. Este problema se agrava cuando el cuerpo activa ciertas hormonas, como la adrenalina, para acelerar el corazón debilitado y, como consecuencia, este órgano se daña todavía más.
En este estudio se ha utilizado microscopia a escala nanométrica para analizar zonas específicas de la superficie de las células musculares cardiacas. Hasta ahora, la microscopía convencional se utilizaba para determinar la gravedad de los daños pero esta innovadora técnica ha permitido al equipo de investigadores observar la estructura fina de las células musculares cardiacas, incluyendo los diminutos conductos que transmiten las señales eléctricas en el interior de estas células.

No al plan B

Un grupo de científicos pretendía bombear agua del fondo oceánico hasta la superficie para incrementar la absorción de CO2 de la atmósfera, en caso de que los gobiernos mundiales no se comprometieran a reducir estas emisiones para contrarrestar el calentamiento global. Pero su propuesta ha sido rechazada, ya que las simulaciones informáticas han demostrado que este plan de geoingeniería aporta pocas ventajas en comparación con la magnitud del riesgo que entraña.
El método sería bombear las aguas ricas en nutrientes, a través de unos largos tubos de plástico, hasta la superficie del mar para estimular el crecimiento de fitoplancton. Este aumento en la superficie provocaría, debido a procesos de fotosíntesis, una mayor absorción del CO2 atmosférico hacia el fondo oceánico, donde quedaría fuera de circulación durante siglos e incluso milenios.
Pese a ser técnicamente viable, su potencial de absorción es muy limitado y podría tener efectos secundarios de gran calado, como un fuerte aumento del CO2 si se detiene el bombeo.

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