Gema Díaz quiere que se desvinculen de su gestión las pérdidas de Campogiro

La primera asamblea general de CEOE después de las elecciones deparaba una notable paradoja. El presidente, Lorenzo Vidal de la Peña tenía que informar sobre la gestión de un ejercicio en el que no participó y quien era presidenta entonces estaba entre los asistentes como mera asociada. Eso no impidió, o más bien propició, que hubiera una tensión poco contenida entre ambos. Lorenzo Vidal de la Peña presentaba una cuentas en las que imputaba al pasado ejercicio unas pérdidas de 729.000 euros y Gema Díaz Real dejaba bien claro que al menos 200.000 euros no tenían nada que ver con ella, puesto que corresponden a una sentencia conocida hace unas semanas sobre unos hechos ocurridos en 2010. En ninguna de las dos fechas tenía responsabilidades.
El despacho que lleva las cuentas de la CEOE cántabra tuvo dudas, pero al final optó por imputar al ejercicio de 2014 los efectos de la sentencia sobre el alquiler de una nave en Campogiro para hacer un centro de formación. La licencia que pidió la patronal para acondicionarla era para una obra muy menor, pero lo cierto es que se hizo una transformación radical. Era el año 2010 y el presidente, Miguel Mirones.
En ninguno de los ejercicios transcurridos desde entonces se ha realizado dotación alguna para afrontar los efectos que podía tener la sentencia (la pérdida de toda la inversión realizada) y cuando el pasado mes de marzo se supo que hay que derribar lo construido no quedaba otra que reflejar el deterioro patrimonial en las cuentas. El despacho optó por imputar esas pérdidas a 2014, el último año de mandato de Gema Díaz Real, en lugar de repercutirlas sobre el actual ejercicio o de tomar una actitud más neutra: reducir la cuantía del inmovilizado.
Díaz Real lo ha recibido como un intento de empañar las cuentas de su mandato con un asunto en el que no tuvo responsabilidad alguna y votó en contra, mientras que Vidal de la Peña se desvinculaba de ese criterio contable, que fue adoptado por la Junta Directiva.
Para este año, la patronal cántabra ha vuelto a reducir muy considerablemente su presupuesto, que no obstante cerrará con unas pérdidas de 197.764 euros, ya que tendrá que afrontar los gastos derivados de una nuevo ajuste de plantilla –unos 250.000 euros–, incluido dentro del plan de viabilidad que acometió Vidal de la Peña nada más llegar a la presidencia.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora