‘Hay lavabos que son obras de arte’
P.- Acaba de presentar Bathco Atelier, un taller que permitirá a nueve artistas cántabros dejar su impronta personal en una colección de lavabos que podrían viajar a cualquier país del mundo. ¿Qué pretende con este proyecto?
R.- El Bathco Atelier es como un taller donde se confeccionan trajes a medida; en este caso, lavabos y azulejos artesanales con destino a clientes exquisitos o lujosas cadenas hoteleras. Es una idea que me rondaba la cabeza hace veinte años pero sólo veía la forma de llevarla a cabo dependiendo de otras empresas… Y el arte con mando a distancia no funciona. Ahora ya estamos preparados para ir en busca de un cliente que quiera diferenciarse y que busque un valor añadido a través de la exclusividad, aprovechando que la porcelana decorada de estilo vintage se ha convertido en tendencia.
P.- ¿Fue fácil encontrar en Cantabria el arte que buscaban para estos azulejos y lavabos tan especiales?
R.- Por desconocimiento, pensábamos que no íbamos a poder encontrar la calidad de artistas que necesitábamos. De hecho, el primer concurso que convocamos fue un fracaso, porque no nos gustaba nada y muchos de los artistas que se presentaron procedían de fuera de la región. Sin embargo, en enero, contactamos con el presidente de la Asociación Cántabra de Artistas Visuales (ACAV) y enseguida nos dimos cuenta de que era justo lo que llevábamos meses buscando. Los artistas han vencido los recelos iniciales de trabajar para una empresa industrial y están muy ilusionados con la iniciativa. Todos ellos son de muy alto nivel y esto les está suponiendo un gran reconocimiento.
P.- Han tenido que hacer hueco en sus oficinas a un taller de experimentación creativa con cerámicas y pinturas. ¿Cómo está funcionando la experiencia?
R.- Es muy positivo, porque es auténtico I+D. Los artistas ya han estado trabajando durante un mes y nos hemos quedado sorprendidísimos con los resultados, sobre todo de la labor que han llevado a cabo de investigación, desarrollo y mezcla de pigmentos, reacción de colores. En definitiva, experimentación sin limitaciones creativas.
P.- A partir de ahora, estos artistas tendrán el reto de elaborar una colección de lavabos personalizada con sus obras. Después, ¿qué futuro le espera al Bathco Atelier?
R.- Hasta final de año vamos realizar una producción limitada de 3.000 unidades repartidas entre los nueve artistas. Cada una de las piezas llevará un certificado de autenticidad y un sello QR que informe de cómo ha sido la producción. Esta edición limitada nos servirá para mantener vivo el taller y, en ese transcurso de tiempo, esperamos que surjan algunas operaciones internacionales exclusivas.
P.- Lo más curioso de este proyecto es que la porcelana decorada supone una vuelta a los orígenes de su empresa.
R.- Es verdad. Comenzamos haciendo porcelana decorada y hace diez años paramos, al bajar las ventas, pero ahora, con el gusto por lo vintage, hemos recuperado nuestra estructura de hace tres décadas. Nuestra línea de porcelana en blanco sigue su camino e incluye sanitarios, complementos, platos de duchas y todo tipo de lavabos fabricados en una amplia gama de productos (cemento, piedra, solid surface, etc.). Y nuestra clave sigue siendo el diseño a precios asequibles. Pero ahora vemos grandes posibilidades en la porcelana decorada y hecha a medida.
P.- ¿Hay mucha competencia en este mercado de lavabos artísticos?
R.- No, el único competidor es americano y sus precios son mucho más altos. En noviembre acudiremos con un stand a Big 5 Dubai, una de las ferias más importantes del mundo, a la que van compradores de todos los países de la zona, y hemos decidido duplicar el espacio del expositor para que sea como una joyería. Los lavabos que estamos produciendo son verdaderas joyas, por lo que todos irán decorados de una forma muy especial, incluso con cristales de Swarovski. Pretendemos que provoquen un fuerte impacto visual en la tienda, por eso irán en el interior de un estuche similar al de los sombreros antiguos, con una tapa que lleve el mismo diseño del lavabo. ¡Son verdaderas obras de arte!
P. – ¿Tienen más clientes extranjeros que nacionales?
R.- Actualmente, el 60% de la facturación general proviene del cliente extranjero y el 40% del español. De hecho, como creemos que la imagen es fundamental en nuestro sector e influye en el éxito de las ventas, decidimos emprender obras de remodelación de nuestra nave para que los clientes internacionales que vienen a visitarnos desde Dubai, Qatar o Arabia Saudita se encuentren con unas instalaciones a la altura de nuestro negocio.
P. – Usted fue uno de los primeros empresarios cántabros que decidió salir fuera en busca de oportunidades comerciales. ¿Hasta dónde ha llegado?
R.- Actualmente, exportamos a unos 73 países y nos encargan obras para grandes cadenas hoteleras extranjeras, pero también españolas, como Meliá. Este año acudiremos a siete ferias internacionales. Supone un coste altísimo, pero gracias a eso registramos un gran incremento en las ventas. Hay países que antes se nos resistían, como Egipto, Hong Kong o China pero gracias a las ferias hemos conseguido entrar en ellos y, además, hacerlo a lo grande.
P.- ¿De dónde le viene el gusto por el arte?
R.-Yo creo que es algo innato, una sensibilidad especial que llevas dentro… Yo no pinto pero suelo meterme en el laboratorio los fines de semana para experimentar con colores y materias primas; eso siempre me ha atraído. La suerte es que encajo perfectamente con nuestro director de Arte, el diseñador portoriqueño Emeric Minaya.
P.- Hemos visto a Bathco apoyando a equipos y clubs de la región. ¿Es que practica usted esos deportes?
R.- No hago mucho deporte porque no tengo tiempo (ríe) y mi verdadera afición son los negocios. Eso sí, estamos muy involucrados con el rugby y con el ciclismo, ya que estamos apoyando al Club de Ciclismo Besaya, que va desde categorías infantiles, lo que nos permite ayudar a la cantera y cosechar grandes éxitos a nivel nacional.
P.- ¿Cuándo era niño imaginaba una carrera profesional similar?
R- Para nada. Las aspiraciones de mi infancia iban dirigidas hacia la hostelería. Mi padre y mi hermano mayor trabajaban en este mundo y era lo que conocía, aunque de lejos, porque no llegué a trabajar con ellos. Es un sector que me sigue llamando la atención, porque me gusta mucho la gastronomía. Es más, he estado a punto de meterme en algún proyecto de restauración pero nunca he acabado de decidirme porque son negocios en los que tienes que estar encima las 24 horas del día. Cuando un cliente, un conocido o un amigo viene a comer siempre quiere verte allí.
P.- ¿Qué espera de los próximos años?
R.- Acabo de regresar de una feria en Colombia y el resultado ha sido tan bueno que vengo convencido de que podemos seguir creciendo e incluso llegar a triplicar la facturación. La crisis no nos ha afectado tanto como a otras empresas; vendemos bien y seguimos creciendo pero no podemos conformarnos y quedarnos aquí. Estamos en un buen momento para aprovechar todas las sinergias que están surgiendo y sé que nos espera un gran recorrido por delante.