Bancantabria supera la auditoría de Fortis

Las negociaciones para la entrada de Fortis, uno de los mayores bancos de Europa, en el capital de Bancantabria quedaron pendientes de una due dilligence, una especie de auditoría externa que suele realizarse en las operaciones de compraventa de empresas mediante la cual el adquirente se asegura de que no existen contingencias o pasivos ocultos que puedan alterar su valor real.
La due-dilligence pedida por Fortis, en este caso ha resultado muy favorable para Bancantabria y podría ser utilizada como una herramienta negociadora de primer orden si por cualquier motivo no llegase a sustanciarse el acuerdo con el grupo belga-holandés, ya que en las últimas semanas, otros grupos se han interesado por la entidad cántabra, entre ellos dos cajas catalanas de primer nivel.
Caja Cantabria, en cualquier caso, ha apostado por Fortis como una opción estratégica, dado que parece el aliado perfecto, al no estar presente aún en el mercado bancario español. Bancantabria, que ahora se dedica exclusivamente a financiación especializada (leasing, factoring y renting) se convertiría en ese caso en un banco convencional de ámbito nacional, pero seguiría teniendo la sede en Cantabria, lo cual produciría, entre otros efectos, unos ingresos fiscales muy elevados para el Gobierno regional.

Un gigante holandés

Fortis, aunque es una de las mayores firmas de servicios financieros de Europa, con unos activos totales cercanos a los 500.000 millones de euros, pero sólo está presente en el mercado español a través de acuerdos con otras firmas en tres líneas de negocio: el asegurador, con Caifor; en banca de empresas, bajo la denominación de Fortis Bank; y en banca privada, a través de Beta Capital-Mees Pierson.
Su intención es implicarse más en el mercado español, lo que se incluye en un plan estratégico para duplicar, en el plazo de cinco años, el número de clientes que tiene fuera de Benelux.
No obstante, la proximidad de una renovación de cargos y el hecho de que cada área de negocio deba ser informada sobre los acuerdos que adopta la entidad –y en el caso de Bancantabria se solapan varias– dilatará en el tiempo la operación.

Acuerdo para operaciones de leasing

Por el momento, ambas entidades han formalizado un acuerdo de colaboración en el terreno del leasing, por el que cual Bancantabria prestará su estructura para las operaciones de este tipo que el grupo Fortis realice en España. Tanto el riesgo como la financiación serán de Fortis y Bancantabria actuará en este caso como una marca blanca.
Bancantabria, que ha consolidado su oposición en el sector de la financiación especializada, incrementó su beneficio el pasado año en un 55%. El grupo, integrado por el establecimiento financiero de crédito Bancantabria Inversiones y sus dependientes Bancantabria Renting y Bancantabria Sistemas, mejoró al mismo tiempo la generación de recursos en un 32%.
El hecho de que Bancantabria, sin el respaldo de una gran entidad, haya conseguido incrustarse entre los diez operadores más activos de los mercados en los que trabaja, y su rapidísimo crecimiento suscitaron el interés de Fortis por utilizarlo para su desembarco en España, así como su plataforma tecnológica, muy superior a la que tiene el banco holandés en su propio país. En contra de Bancantabria juega, en cambio, el hecho de no tener una red nacional (sólo está presente en Santander, Madrid y Barcelona), pero esa circunstancia resultaría subsanable en el plazo de ocho o diez meses, según fuentes próximas a la entidad, que consideran posible ocupar diez plazas estratégicas en ese plazo.

Operaciones singulares

Bancantabria hasta ahora ha mantenido una política de estructura mínima y ha participado en operaciones singulares, siempre que sus ratios de dimensión lo han permitido. Las tres más recientes han sido la confinanciación de un centro comercial de Sonae Inmobiliaria en Madrid, denominado M-40, que exigía una inversión conjunta de 65,7 millones de euros; un crédito sindicado para el grupo García Carrión, por importe de 40 millones de euros, con el que hará una planta de zumos en Huelva, y un leasing para remodelar el balneario catalán de Blancafort, por importe de 23 millones de euros.

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