Nada es como parece

CONTRATOS DE ULTIMA HORA.– El mayor contrato de la legislatura y de la historia de Renfe, por importe de 1.600 millones de euros, ha sido fallado con el Gobierno en funciones y a sólo diez días de los comicios. No deja de resultar sorprendente que Renfe adjudicase los trenes del AVE en un periodo tan inusual, y con los polémicos precedentes de las contrataciones del AVE en tiempos del PSOE. De la cantidad a pagar, 858 millones se destinarán a la construcción de los treinta trenes de alta velocidad y el resto al mantenimiento durante catorce años. Renfe adjudicó los trenes a Siemens y Talgo-Bombardier y dejó fuera a la francesa Alsthom, la más veterana del sector, algo que tampoco ha dejado de sorprender.

¿INFORMACION?– La información que se da en España a los inversores es más que cuestionable. Después del escándalo de la última ampliación de capital de Banesto en la era Conde podíamos haber quedado escarmentados, pero no ha sido así. En el folleto de salida a Bolsa de Antena 3, la cadena decía textualmente que “del proceso arbitral promovido por Kiss FM no se derivarán costes o desembolsos significativos para la sociedad”. El arbitraje, finalmente, ha estipulado un precio de 185 millones de euros que puede suponer la quiebra de Onda Cero, principal filial de Antena 3. Si los efectos esperados hubiesen llegado a ser significativos…

HOSPITALES POR RENTING.– El objetivo del déficit cero cada vez rompe más costuras. Esperanza Aguirre ha encontrado una fórmula para financiar los ocho hospitales que se van a construir en Madrid y que costarán 800 millones de euros. Como el endeudamiento de la capital ya es muy elevado (algo más de un billón de pesetas), convertirá esta inversión en un arrendamiento. Serán las empresas adjudicatarias las que financien la construcción y el mantenimiento, y el Gobierno regional pagará una cuota cada mes –como en el renting de un coche– durante un periodo de veinte a treinta años. De esa forma, no computará como nuevo endeudamiento en las estadísticas europeas de Eurostat.

CON EL PIE CAMBIADO.– Un cambio inesperado en el poder puede suscitar consecuencias incómodas. Muchos notables empresarios del país que rechazaron entrevistarse con Zapatero cuando era líder de la oposición se encuentran ahora especialmente desasosegados, al suponer que eso pueda influir en sus relaciones con el nuevo gobierno y se apresuran a tender puentes para soslayar el problema. Quizá en España falta mucha cintura política y eso da lugar a que los contactos con la oposición sean considerados una deslealtad al Gobierno, y así luego ocurre lo que ocurre. Quienes pueden dar ejemplo son Amancio Ortega, presidente de Zara, que no tuvo ningún empacho en recibir a Zapatero en su empresa, y Emilio Botín, que no sólo le recibió sino que posteriormente le devolvió la visita pidiendo ser recibido en Ferraz. Quizá esa forma de ver el mundo sea la que marca las diferencias entre unos y otros.

MULTINACIONALES PRACTICAS.– Coca Cola ha optado por el realismo y se ha convertido en la patrocinadora de la selección palestina de fútbol, además de embotellar refrescos en Ramala con marchamo made in Palestina. Todo ello no es sino una demostración del pragmatismo de las multinacionales a la hora de actuar. Y es que en todo el mundo islámico, la multinacional norteamericana está encontrando unos fuertes competidores en las nuevas Qibla Cola o Mecca Cola, dos compañías muy directamente ligadas a la causa palestina.

MALAS PERSPECTIVAS TURISTICAS.– Antes de los atentados de Madrid, la Secretaría General de Turismo había advertido una notable caída de las reservas turísticas en España de norteamericanos y japoneses, afectados por una sensación de inseguridad a consecuencia del lento desenlace del conflicto de Irak. A partir de esta Semana Santa se podrá comprobar hasta qué punto ha podido empeorar la situación por las explosiones de Madrid. Las expectativas son francamente malas, y ni siquiera va a colaborar demasiado el hecho de que desde hace varios meses los precios hoteleros en España descienden. Una tendencia que por cierto no se observa en Cantabria, donde el pasado mes de febrero eran un 6,5% superiores a los del mismo mes del año pasado, una subida que triplica el IPC.