Los fondos de Celsa acuerdan con el Gobierno no realizar despidos masivos

Los acreedores del Grupo Celsa, entre los que se encuentran Deutsche Bank, Strategic Value Partners, Anchorage Capital Group, y Sculptor Capital Management, han llegado a un acuerdo con el Gobierno para tomar el control del grupo industrial catalán hasta ahora propiedad de la familia Rubiralta. Después de que el juez diese el visto bueno a la operación, tan solo quedaba contar con la aprobación del Consejo de Ministros, para lo cual se han establecido algunas condiciones que los inversores deben respetar, como traspasar un 20% del capital a una empresa con presencia en España y no llevar a cabo despidos masivos.

Aunque el cambio de propiedad puede llevar algunos meses, se prevee que los compradores presenten en los próximos días una solicitud de inversión extranjera directa para hacerse con el control efectivo del grupo empresarial catalán. Es por ello que los fondos de inversión han estado en contacto en las últimas semanas tanto con el Gobierno como con el Ejecutivo autonómico catalán y con los sindicatos, comprometiéndose a mantener en España niveles de actividad y empleo similares a los actuales.