El Santander anuncia que apenas tiene exposición en Rusia y Ucrania y que repartirá el 40% de los beneficios

 

La presidenta ejecutiva de Banco Santander, Ana Botín, ha señalado que la entidad aspira a aumentar el ‘pay-out’ por encima del 40% «más allá de 2022» y ha recordado que este viernes se somete a votación en la junta el reparto de un dividendo complementario en efectivo de 0,0515 euros por acción.

Durante su discurso inicial pronunciado en la junta ordinaria de accionistas del grupo bancario que se celebra este viernes en Madrid, Botín ha afirmado que durante 2022 la remuneración al accionista «seguirá siendo una prioridad» y se ha mostrado «convencida» de que invertir en acciones del banco a los precios actuales «es una de las mejores oportunidades de inversión» que hay.

Así, ha señalado que el objetivo del banco para 2022 es repartir un 40% del beneficio ordinario, incluyendo recompra de acciones que se prevé que representen alrededor de la mitad del ‘pay-out’.

Además, Botín ha afirmado que el banco aspira a aumentar la remuneración al accionista por encima del 40% del beneficio ordinario «más allá de 2022», con cerca de la mitad a través de recompras de acciones y con un dividendo en efectivo por acción creciente, mientras mantiene una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%.

Ha recordado que en la junta de hoy se somete a votación el reparto de un dividendo en efectivo de 0,0515 euros por acción, que se abonará a partir del 2 de mayo, como parte de la retribución complementaria con cargo al ejercicio 2021. Esto se complementa con una segunda recompra de acciones, ya iniciada, por valor de 865 millones de euros.

También ha señalado que en el cuarto trimestre de 2021, Santander pagó un primer dividendo en efectivo a cuenta de los resultados de 2021 de 0,0485 euros por acción y completó una recompra de acciones por valor de aproximadamente 841 millones de euros, siendo esta la primera recompra que ha realizado el banco.

«Por tanto, el total del capital repartido a los accionistas a cuenta del ejercicio 2021 será de unos 3.400 millones de euros, lo que equivale a una rentabilidad por dividendo del 7%», ha afirmado Botín.

Preguntada por la evolución del dividendo y de la acción, Botín ha defendido ante los accionistas que la recompra de acciones es actualmente «una de las mejores formas» de remunerar a los accionistas, ya que la acción «no está valorada como debería».

MAYOR PROTAGONISMO DE LAS POLÍTICAS FISCALES

Por otro lado, Botín ha afirmado que la guerra en Ucrania tras la invasión rusa «requerirá un mayor protagonismo de las políticas fiscales» para controlar los desequilibrios derivados del conflicto.

La presidenta de Santander ha enviado un «mensaje de apoyo» al pueblo ucraniano, «que está sufriendo esta terrible catástrofe humanitaria, a todos los que han perdido familiares y amigos, y a los que han tenido que abandonar sus hogares».

Ha resaltado que es el «momento de ayudar», al tiempo que ha destacado que en esta situación se está viendo «la mejor cara de Europa, como ocurrió durante la pandemia».

«Cuando Europa actúa unida, funciona mejor. Con un propósito común, las políticas pueden cambiar rápidamente y generar un impacto decisivo. En Europa hemos pasado de las palabras a los hechos y los ciudadanos lo percibimos», ha añadido.

EXPOSICIÓN LIMITADA DE 80 MILLONES DE EUROS A UCRANIA

Sobre el impacto de la invasión rusa de Ucrania, Botín ha indicado que el banco ha realizado un análisis «bajo el supuesto de que no habrá mayor escalada y que la invasión se limitará a Ucrania».

De este modo, la exposición crediticia (y no hay otros riesgos directos) de Santander en Rusia y Ucrania es de «apenas» 80 millones de euros. Además, la presidenta ha afirmado que el banco «cumple con todas las restricciones y sanciones» impuestas a Rusia por la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos.

«Sin embargo, no debemos minimizar el efecto indirecto que la invasión va a tener: una mayor inflación, un menor crecimiento económico, especialmente en Europa, e impactos que van más allá del fuerte aumento de los precios de la energía», ha afirmado Botín.

Además, ha resaltado la importancia de que los bancos cuenten con la taxonomía y regulación para la financiación verde «cuanto antes» para saber «qué préstamos son compatibles con los objetivos de descarbonización del banco» y se pueda financiar la transición energética a fin de reducir la dependencia de la UE al petróleo y gas rusos.

En su discurso, Botín también ha recordado que Rusia es un «importante productor» de aluminio, níquel y paladio, así como uno de los principales exportadores junto a Ucrania de cereales y fertilizantes, lo que puede llevar a agravar la crisis en sectores como el de la automoción y a incrementos en los precios de alimentos y materias primas como ya está sucediendo.

De este modo, ha considerado que una inflación significativa «afectará a todas las economías» y ha sostenido que los bancos centrales «tienen que definir sus políticas monetarias considerando un escenario de mayor inflación y, al mismo tiempo, el riesgo de un menor crecimiento económico».

«No es una tarea fácil y requerirá un mayor protagonismo de las políticas fiscales para controlar los desequilibrios que traerá consigo la guerra», ha afirmado.

PROTEGER A FAMILIAS Y EMPRESAS Y GENERAR CONFIANZA EN ESPAÑA

Si bien señala que el escenario a medio plazo dependerá de la duración de la invasión, de su intensidad y de las políticas adoptadas para mitigar su impacto, el escenario central para el banco es el de un crecimiento «a un ritmo más lento de lo esperado» a principios de 2022.

Para Europa, ha pedido que las políticas públicas se centren en mitigar los efectos negativos en familias y empresas, así como en el crecimiento sostenible y la competitividad, contando para ello con los fondos europeos.

En España, ha calificado de «esencial» que, además de la protección a familias y empresas, especialmente a las pymes y «a los más vulnerables», también «se genere confianza para impulsar la inversión privada, motor clave del crecimiento y generación de empleo, con el impulso de los fondos europeos».

Botín prevé que la economía estadounidense se vea menos afectada por la guerra en Ucrania, mientras que ha afirmado que sus principales mercados en Latinoamérica «están muy bien posicionados» para los ciclos alcistas en los precios de las materias primas, la energía y los alimentos.

Preguntada por los accionistas sobre el impacto de la guerra en la entidad, Botín ha defendido que el modelo de negocio de Santander y la diversificación geográfica «protege y mitiga» los efectos, destacando, el negocio de consumo en Estados Unidos o con una previsión de impacto «de neutral a positivo» en América Latina.

RESULTADOS DE 2021 Y DE 2022

Por otro lado, la presidenta de Santander ha afirmado que el banco se encuentra «bien posicionado» para afrontar los retos, «máxime por el trabajo de los últimos siete años» y tras los «excelentes resultados» de 2021, cuando obtuvo un beneficio atribuido de 8.124 millones de euros.

Igualmente, Botín ha recordado los objetivos financieros para 2022 que el banco comunicó en febrero. Entre ellos, figuraba obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes, una ratio de eficiencia del 45%, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%.

Sobre los resultados obtenidos en el primer trimestre de 2022, Botín ha indicado que la actividad comercial «se ha mantenido fuerte, con ingresos en línea con el último trimestre y un crecimiento interanual de la nueva producción de créditos estimado en el 8%, a niveles prepandemia».

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