Casi la mitad de la generación eléctrica en Cantabria en 2020 partió de energías limpias

El consumo energético de la región cayó un 6% el año pasado

El 46,5% de toda de la generación de electricidad en Cantabria en 2020 se realizó a partir de energías que no emitieron CO2 equivalente (gases de efecto invernadero) a la atmósfera. En concreto, la producción a partir de fuentes limpias aumentó el año pasado un 12,3%.

Así figura en el Avance del informe del sistema eléctrico español de Red Eléctrica de España (REE), que recoge las principales magnitudes del sector en el país, que se ha presentado hoy en un acto celebrado en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El informe también refleja que las energías renovables aumentan su participación en el mix cántabro 5,6 puntos porcentuales respecto al dato de 2019 y alcanzan una cuota del 23,7% del total.

Las principales tecnologías que han liderado la estructura de generación han sido la cogeneración (51%), la turbinación bombeo (22,8%); y la hidráulica (11,7%).

En 2020 destaca el aumento de la generación a partir de turbinación bombeo (un 43,1% más alta que en 2019). Por el contrario, descienden su producción la cogeneración y la hidráulica (un 47,3% y un 17,2%, respectivamente).

Por su parte, el consumo cántabro ha descendido en 2020 un 6,2%, cifra ligeramente superior al descenso registrado en el conjunto nacional (-5,6%).

Por otro lado, el parque de generación cántabro no ha experimentado hitos significativos en 2020 y se mantiene estable con 800 MW de potencia instalada.

El bombeo puro y la cogeneración son las principales tecnologías del parque y juntas representan el 80% del total.

DATOS NACIONALES

En todo el país, las renovables produjeron en 2020 el 44% del total de la energía en España, convirtiendo así el pasado ejercicio en el «año más verde» desde que se cuenta con registros nacionales (2007).

En concreto, las energías ‘verdes’ (viento, sol y agua) generaron 110.450 gigavatios hora (GWh), lo que representa un incremento del 12,8% respecto a los datos de 2019.

En este sentido, destacó la producción récord alcanzada por la eólica, siendo responsable de más de una quinta parte de toda la generación anual, y la solar fotovoltaica, que registró un aumento del 65% respecto a los valores de 2019. Así, estas dos tecnologías renovables fueron responsables del 21,9% y el 6,1%, respectivamente de la electricidad del país.

Con ese peso en el ‘mix’, la eólica se erigió en la segunda tecnología de la estructura de producción, tan solo superada por la nuclear, con una cuota del 22,2% del total. La tercera fuente de generación fue el ciclo combinado, que generó el 17,5% del total, aunque redujo su producción en un 20,3% respecto a 2019.

Mientras, la hidráulica, que fue la cuarta tecnología con más peso en el ‘mix’, experimentó un incremento de su producción de un 23% y alcanzó una cuota de participación del 12,2% sobre el total nacional.

Destacó también la perdida de protagonismo definitiva del carbón, cuya producción se redujo un 60,4% con respecto al año anterior, hasta su menor cuota de participación en el ‘mix’, significando solo el 2% de la producción nacional.

El descenso de esta tecnología, que en 2007 llegó a generar una cuarta parte del total en nuestro país, pone de manifiesto el avance del proceso de descarbonización que sigue España a través de la transición ecológica.

UN 28% MENOS DE EMISIONES

De esta manera, las emisiones de gases de efecto invernadero fueron un 27,8% inferiores a las registradas en 2019, siendo la producción libre de emisiones de CO2 equivalente (gases de efecto invernadero) el 67,3% del total, hasta alcanzar los 168.953 GWh, lo que supone también un máximo histórico de generación de electricidad sin emisiones en el país desde que se cuenta con registros.

En lo que respecta a la instalación de nueva potencia de origen renovable, a cierre de 2020 el parque de generación español contaba con 4.015 megavatios (MW) más de potencia renovable, siendo la solar fotovoltaica la tecnología que más incremento su presencia, con un29,5% respecto a la de 2019; seguida de la eólica, que se anotó un 5,3% más, y se convirtió en la tecnología líder en el país.

Además, durante el pasado año, se dieron de baja 3.951 MW de carbón en España, lo que contribuyó a que a cierre de 2020, el conjunto de potencia instalada renovable signifique el 53,8% del total de capacidad de producción española.

En la presentación del informe, la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, destacó que este incremento de la generación renovable hasta un máximo histórico se ha alcanzado «con altísimos estándares de calidad y seguridad del suministro eléctrico».

Asimismo, puso en valor la consecución de este objetivo en momentos tan excepcionales como los vividos en el último año, «que han supuesto un reto para la operación del sistema».

En la presentación del informe también participó el director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Manuel García, que subrayó el papel de las renovables como mecanismo de cobertura para los consumidores ante la volatilidad de los mercados internacionales de materias primas fósiles

«Durante 2020, hemos seguido trabajando de manera incansable para acelerar, de manera ordenada, la transición energética, impulsando el incremento de la capacidad instalada de las tecnologías renovables, pero también la introducción y el desarrollo del resto de sistemas fundamentales para la transición energética, como el almacenamiento, el hidrógeno renovable, las comunidades energéticas y ciudadanas, el autoconsumo, la movilidad sostenible o la digitalización de las redes», añadió al respecto.

LA DEMANDA SUFRIÓ LOS EFECTOS DEL COVID-19

En lo que se refiere a la demanda de electricidad, en 2020 sufrió los efectos de la pandemia del Covid-19, con una caída del 5,6% frente a 2019, hasta alcanzar los 249.819 GWh. Una vez corregidas la influencia de la laboralidad (-0,1%) y de las temperaturas (+0,1%), la demanda de electricidad mantuvo la misma variación que en términos brutos y descendió un 5,6% con respecto al año anterior.

Según indicó el director de Regulación y Estudios para la Transición Energética de REE, Luis Villafruel, habría que retroceder a 2009 para ver una caída semejante en la demanda e irse hasta 2004 para tener un valor tan bajo en el consumo eléctrico.

Por sistemas, de la mano de los impactos de la pandemia, los archipiélagos balear y canario fueron los que más acusaron esta bajada. Así, en el conjunto del año, en Baleares la demanda descendió un 19,2%, mientras que en Canarias el retroceso se cifra en el 10,5%, siempre comparando con el mismo periodo del año anterior.

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