Maestra de la Mirada; el éxito de la reconocida oftalmóloga Doctora Marín

La aparición de cataratas es una afección ocular común que suele aparecer a medida que una persona envejece. En estos casos, la visión se torna borrosa, difusa o menos colorida. Ahora bien, para solucionar este problema es posible recurrir a una cirugía faco o cirugía de cataratas.

Según explica la Dra. María Elena Marín, reconocida oftalmóloga y cofundadora de Presbit, estas intervenciones son seguras y sirven para corregir los problemas de visión causados por las cataratas. En la siguiente entrevista, esta profesional explica al detalle en qué consiste este procedimiento.

¿Qué es la cirugía faco y en qué consiste?

La facoemulsificación es la técnica que se utiliza para la extracción del cristalino. A través de una pequeña incisión en la córnea y mediante ultrasonidos se fragmenta la catarata y se aspira por la misma incisión para la posterior colocación de la lente intraocular más idónea para el paciente.

¿Cuáles son las ventajas de la cirugía faco frente a otros tipos de cirugía de cataratas?

En primer lugar, las incisiones son pequeñas, ya que promedian 1,8 milímetros. Esto favorece la recuperación tras la intervención. Además, la cirugía faco es menos invasiva gracias a la técnica de ultrasonidos que permite fragmentar la catarata para su posterior aspiración. Estos dos puntos son claves, ya que al ser menos invasiva hay menos trauma ocular, dolor y complicaciones.

¿Cuánto tiempo dura la recuperación después de la cirugía faco?

La recuperación de la visión depende del estado previo del cristalino, aun así, se advierte de un tiempo de recuperación de un mes, que en muchos casos suele ser inferior. A su vez, en casos de mayor complejidad este período se puede alargar, aunque esto último es menos frecuente.

¿Cómo se realiza la cirugía refractiva y cuáles son sus beneficios?

La cirugía refractiva es la técnica quirúrgica mediante la cual se eliminan los defectos refractivos del ojo, es decir, miopía, hipermetropía y astigmatismo, siempre teniendo en cuenta cada caso en particular para emplear una u otra técnica. El objetivo principal es eliminar el uso de cualquier corrección óptica, bien sean gafas o lentes de contacto. Las técnicas más habituales son el LASIK y PRK, ambas se realizan mediante la aplicación de láser excímer que remodela la córnea y corrige el error refractivo del paciente. En caso de graduaciones más extremas en las que haya imposibilidad de aplicar una de estas dos técnicas, se valora el implante de una lente ICL (lente intraocular fáquica) cuya potencia elimina el defecto refractivo del paciente sin moldear la córnea.

¿Cuáles son los riesgos asociados con la cirugía faco o refractiva?

Los riesgos asociados son muy poco frecuentes. En una cirugía faco hay menos de 0,5 % de posibilidades de infección y menos de un 1,5 % de casos con desprendimiento de retina. Otros problemas como el aumento de a presión intraocular o la aparición de edema macular quístico también tienen una incidencia bajísima. En cuanto a la cirugía refractiva, los riesgos son la aparición de halos, sequedad ocular, hiper o hipocorrección de los errores refractivos e inflamación ocular.

¿Cuál es el tiempo de duración del procedimiento faco y reflectiva?

La cirugía refractiva tiene una duración de menos de 10 minutos aproximadamente si se realiza con láser. Por otra parte, si se implanta una lente ICL la cirugía tiene una duración mayor, siendo esta de 20-30 minutos dependiendo de cada paciente y doctor. En cuanto a la facoemulsificación la duración promedio es de 20-30 minutos dependiendo también de cada paciente y doctor.

¿Cómo se selecciona el tipo de lente intraocular adecuado para cada paciente?

Hay que tener en cuenta la edad del paciente, su salud visual incluyendo el estado binocular, el grado de catarata y la concordancia entre datos refractivos, biométricos y topográficos.

¿Es posible corregir problemas de visión como el astigmatismo con la cirugía faco o refractiva?

Sí, entre los 18 años y los 40, aproximadamente y dependiendo de cada caso, cualquier defecto refractivo se puede corregir bien mediante láser excímer con las técnicas LASIK, FEMTOLASIK o PRK o bien mediante el implante de lentes intraoculares fáquicas. A partir de los 40 – 45 años se inicia la presbicia y se pueden implantar lentes intraoculares que eliminen el defecto refractivo presente y la presbicia.

¿Hay algún grupo de personas que no son candidatos para la cirugía faco o refractiva?

Hay distintos criterios de exclusión. En este sentido, no puede realizarse esta cirugía en pacientes con distintas enfermedades oculares o infecciones.

¿Es posible realizar la cirugía faco o refractiva en ambos ojos en una misma sesión?

La cirugía refractiva con láser excímer se realiza el mismo día en ambos ojos dada la velocidad de la técnica y su carácter poco invasivo. En cuanto a la cirugía mediante la técnica de facoemulsificación, esta requiere de mayor tiempo, por lo que se deja un margen de días o una semana entre un ojo y el otro para garantizar la visión y correcta recuperación.

¿Cómo se prepara al paciente para la cirugía faco o refractiva y cuáles son las recomendaciones post-operatorias?

Antes de la intervención de cataratas o refractiva se pautan colirios antibióticos y antinflamatorios para garantizar la máxima esterilidad antes de la intervención. En el caso de la cirugía de cataratas, para facilitar la cirugía y la fragmentación del cristalino para la posterior implantación de la lente intraocular, la pupila del paciente debe estar debidamente dilatada. Tras la intervención se recomienda el uso de lágrima artificial y se pautan colirios antibióticos y antinflamatorios para una correcta recuperación post-quirúrgica.

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