Un PSIR creará un gran área urbanizable junto a la marisma de Alday

El desarrollo del Plan de Protección del Litoral va a tener un impacto de gran calado en el entorno de las marismas de Alday y la Ría de Raos, tan valiosas como pulmón verde de una zona que se está saturando como por su estratégica situación, a las puertas de Santander.
El Gobierno cántabro prepara un plan de actuación en las zonas de la bahía santanderina definidas en el POL como áreas de reordenación dentro del cual se va a incluir el desarrollo urbanístico de las marismas de Alday como proyecto singular de interés regional (PSIR). En esta extensa zona de Camargo de unos 800.000 m2, próxima a El Corte Inglés, y de los que algo más de la mitad son marisma, se autorizará una zona comercial de 140.000 metros cuadrados, así como unas 600 viviendas, que se construirían en la parte más próxima a La Maruca. De éstas, al menos el 35% serán de protección oficial.
Aún no está decidido, pero el plan puede llegar a incluir el suelo industrial que el Ayuntamiento de Camargo pretende desarrollar en la zona contigua de Las Presas –unos 120.000 m2–. El corazón del proyecto serán dos grandes parques en torno a las marismas de Alday que, obviamente, serían recuperadas.
A pesar de tratarse de un procedimiento urbanístico excepcional, probablemente el único que puede permitir una gestión rápida, la fórmula del Ayuntamiento parece contar con la aceptación de los propietarios del suelo. En un 85% pertenece a empresas y particulares, entre los que se encuentran la sociedad Agisol (del grupo cántabro RIU) y la promotora navarra MRA, que desarrolló el plan parcial Parque de la Bahía en los terrenos de la antigua fábrica Cros.
La clave de la operación descansa sobre los terrenos de marisma que desde hace años han ido adquiriendo en la zona tanto MRA como Agisol y que serán cedidos al Ayuntamiento de Camargo gratuitamente para la creación de un gran parque natural en una zona en cuya restauración medioambiental viene trabajando desde 1999 la Fundación Naturaleza y Hombre.

A propuesta de Camargo

La decisión de acudir a la vía urbanística excepcional, como es el PSIR, de la que se ha hecho uso ya para el desarrollo de polígonos industriales o en proyectos como el Parque Tecnológico o el edificio Moneo, responde a una propuesta formulada por el propio Ayuntamiento de Camargo y está recogida en el Plan de Ordenación Urbana que ha sido enviado a la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo para su aprobación.
La gestión como PSIR de este proyecto, en el que ha venido trabajando desde hace cinco años la consultora Ingenor, supone ponerlo a salvo de las contingencias que pueda sufrir en un futuro el Plan Urbano de Camargo, aprobado provisionalmente por el Ayuntamiento, pero al que todavía no ha dado luz verde la CROTU.
La corporación camarguesa pretende incluir este macroproyecto de las marismas dentro de las actuaciones que va a desarrollar el Gobierno cántabro en la ejecución del POL. El planeamiento de Camargo ha incluido los terrenos limítrofes a Alday, para poder negociar con las empresas propietarias la cesión gratuita de los 400.000 m2 de marisma, que se van a añadir a los que el Ayuntamiento ya posee en la zona, a cambio de dar un uso industrial e inmobiliarios a esos otros suelos.
Con esta solución, que trata de conjugar los aspectos medioambientales y económicos, el Ayuntamiento dice aspirar a “resolver los problemas de borde existentes entre los términos municipales de Camargo y Santander”, y satisfacer las demandas de usos residenciales, espacios para actividades empresariales y comerciales y usos dotacionales.
Lo cierto es que tras la modificación del planeamiento de Santander en el área de Nueva Montaña, que ha producido una saturación de viviendas –acaba de tener una sentencia en contra por eso– el área comercial y de oficinas que propone Camargo se convertiría en la única posibilidad de dar más servicios a una zona de Santander que va a pasar de no tener habitantes a estar densamente poblada. Además, la creación de un gran espacio verde junto a Nueva Montaña vendría a resolver las carencias que han dado lugar a esa sentencia.
Quienes han elaborado el proyecto reconocen la importancia que ha pasado a tener este reserva de suelo y aseguran que va a ser tenida en cuanta a la hora de diseñar un parque empresarial con edificios de cuidada estética y una urbanización de gran calidad, donde una saneada Ría de Raos jugara un importante papel.
Otro de los problemas que ayudará a resolver esta zona será el de las comunicaciones. Permitirá incorporar un tercer carril de autovía en el tramo que va desde Nueva Montaña al Zoco (Peñacastillo), cuyos terrenos serían cedidos por sus propietarios a Fomento y reformar las rotondas, la única esperanza de agilizar el tráfico en esta congestionada zona.

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