Un motor tecnológico para la moda de Cantabria

El éxito obtenido por un grupo de empresarios textiles de Talavera de la Reina (Toledo), que en 1992 pusieron en pie un Centro Tecnológico orientado hacia el mundo de la confección, ha animado a otras comunidades a repetir la experiencia, y asociaciones de empresarios del País Vasco, Galicia y Cantabria compiten en estos momentos por crear un centro de similares características, capaz de dar respuesta a todos los servicios relacionados con la investigación, fabricación y comercialización que precisan tanto las empresas textiles como las de confección. Un incentivo añadido a la creación de este centro es el hecho de que la primera comunidad que lo consiga estaría en disposición de ofertar estos servicios tanto a las empresas de la Cornisa Cantábrica como a las ubicadas en la zona norte de Castilla-León, donde ciudades como Valladolid, Palencia o Burgos cuentan con un creciente número de empresas dedicadas a la confección.

Una ubicación estratégica

La situación estratégica de Cantabria convierte a nuestra región en un lugar idóneo para ofertar estos servicios, y la Asociación de la Moda, recientemente creada por un grupo de empresarios locales, no quiere perder la oportunidad de contar con un centro de estas características, aunque su pretensión inicial es mucho más modesta. Junto a ese Centro Tecnológico, la Asociación quiere impulsar la creación en Cantabria de una red de pequeños talleres de confección que, además de crear empleo, eviten la necesidad de seguir fabricado fuera de la región el 90% de la ropa que distribuyen, lo que supone la pérdida para Cantabria de unos 600 millones de pesetas de valor añadido. Técnicos de ASINTEC –la sociedad que gestiona el Centro Tecnológico de Talavera– y de una consultora barcelonesa –Conor Ingenieros– han visitado Santander para asesorar a la Asociación de la Moda sobre los pasos que deben dar para poner en pie un proyecto de estas características. “Se trata –explica la presidenta de la Asociación, Pilar Vinsac– de esbozar un proyecto de taller lo más concreto posible en el que se especifique desde el tipo de máquinas necesario, hasta el número de puestos de trabajo y cuánto costaría ponerlo en marcha. Nuestro propósito es llevar ese proyecto a las agencias locales de desarrollo para ver de qué manera puede materializarse en alguno de los ayuntamientos de Cantabria”.
Además de analizar la viabilidad de estos talleres auxiliares, el estudio iría precedido de un análisis de la situación en que se encuentra el sector de la confección en Cantabria y vendría a sumarse al que recientemente ha puesto en marcha la Universidad de Cantabria sobre las necesidades formativas de la región en este ámbito, que ha sido sufragado por Sodercan.
Una reciente reunión de la Mesa sectorial de la Industria Textil convocada por Sodercan en el marco del programa europeo RIS (Regional Innovation Strategies), ha servido para poner de manifiesto las carencias del sector. Además de las formativas y de la necesidad de potenciar la industria textil, las empresas de confección piden ayuda para adaptar sus procesos productivos a las nuevas tecnologías (patronaje, marcada Cad/Cam, cabezal de corte automatizado, etc.), cuestiones que entroncan con el proyecto de centro de estudios avanzados que se aspira a poner en marcha.

Un modelo a seguir

Desde su creación en 1992, el Centro Tecnológico de Confección de Talavera de la Reina –que contó con el apoyo decisivo de la Comunidad de Castilla La Mancha, del Ministerio de Industria y del propio Ayuntamiento de Talavera para financiar los cerca de 200 millones de pesetas de su puesta en marcha–, ha conocido una trayectoria ascendente que le ha llevado a extender sus servicios por todo el territorio nacional e, incluso, a exportar su modelo. Países como Eslovaquia y Rumanía han pedido a ASINTEC asesoramiento para levantar allí centros tecnológicos similares.
La aplicación de este modelo en Cantabria debería partir de las necesidades concretas del sector, tal y como lo describe el director comercial de ASINTEC, Pedro Pablo Moreno: “En Cantabria las empresas de confección son casi todas comercializadoras, tienen un producto propio, una marca y un valor añadido importante, pero falta la otra parte, la producción, y para ello es necesario crear un centro de servicios avanzados que ayude a las empresas”.
En opinión de los técnicos de ASINTEC, el número de empresas de confección que existen en Cantabria justifica la creación de un centro de esta naturaleza, capaz de abarcar aspectos tan diversos como la formación, la investigación de tendencias de moda, la creación de prototipos, la ingeniería de productos, los procesos de comercialización (estudio de mercados, logística y distribución) y la imagen corporativa y de marca).

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