LA IA GANA SIEMPRE
La inteligencia artificial está pudiendo, incluso, con los programas que se han puesto en marcha para detectarla. La propia Open AI, creadora del Chat GPT, decidió lanzar un software alternativo para detectar los trabajos hechos con su herramienta, pero ha optado finalmente por cerrar esta línea de negocio, al reconocer que el porcentaje de aciertos apenas llegaba al 25% y, a medida que la inteligencia artificial se desarrolla y adquiere formas de expresión más humanas, su algoritmo gana en complejidad y detectarlo es aún más difícil. A la vista de esta decisión, no parece probable que los profesores puedan llegar a disponer de un software para reconocer los trabajos falsos de sus alumnos, y solo estamos al principio.
