El sector del hormigón sigue en caída libre

La caída de la producción de hormigón fue más que palpable durante el pasado año en todo el país con un nuevo descenso del 20% respecto al 2009, según datos ofrecidos por la Asociación Nacional Española de Hormigón Preparado (ANEFHOP). En cifras absolutas, la producción de hormigón en Cantabria descendió de los 723.040 metros cúbicos que se produjeron en 2009 a 581.266, un 19,6% menos. En el conjunto del país se ha pasado de 50 millones de metros cúbicos a apenas 40 y han desaparecido más de cincuenta empresas del sector.
Tras la cima que se alcanzó en 2007, cuando Cantabria llegó a producir 1,15 millones de metros cúbicos, los fabricantes cántabros de hormigón han pasado a una realidad radicalmente distinta. Descenso tras descenso, en estos momentos producen la mitad que entonces. El retroceso devuelve los volúmenes de producción del sector a los niveles de los años 90, pero entonces el mercado se repartía entre bastante menos plantas.

La esperanza de las carreteras

Ante esta situación, la patronal ANEFHOP propone medidas encaminadas a relanzar la producción hormigonera que pasan por la recuperación de la confianza en el sector de la construcción, su principal cliente. Pero los fabricantes, conscientes de que esto no va a ocurrir a corto plazo, depositan más esperanzas en la posibilidad de que las autoridades públicas impulsen el uso del hormigón en la construcción de carreteras, en sustitución del asfalto, lo que evitaría una parte de las importaciones de petróleo que requiere la fabricación de aglomerados y añadiría otro ahorro indirecto, al reducirse el consumo de combustible en los vehículos que las transiten.

Expectativas inciertas

La caída de la demanda de hormigón no afecta a todas las regiones por igual y las diferencias son muy significativas. Aunque el descenso que se ha producido en Cantabria durante el último año es parejo a la media, en el País Vasco llegó a ser del 36% y en las comunidades levantinas entre el 34 y el 35%.
La prolongación de la crisis mantiene al sector hormigonero en la encrucijada, sumido en su peor crisis desde 1993 y con unas expectativas de mejora muy inciertas, ya que no se aventuran nuevas obras públicas de relieve y las que están en marcha (autovías, autopistas y líneas de alta velocidad) se han ralentizado.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora