El consorcio industrial IMC tendrá diez empresas como socios
Que un grupo de empresas con características complementarias sean capaces de unir fuerzas y formar un consorcio para acceder a trabajos a los que por sí solas no podrían optar, quizá no debería ser noticia. Pero en Cantabria, con una cultura empresarial poco dada a la colaboración, sí supone una novedad. Y más llamativa aún si en su primera misión comercial logran un suculento contrato, aunque su ejecución haya quedado aplazada.
Animadas por la consultora Cedenor, que tenía a varias de ellas como clientes, un grupo de empresas locales vinculadas al sector industrial naval crearon el pasado año el consorcio Industrial Manufactures of Cantabria (IMC). Su primera salida al exterior, en una misión comercial a Mexico organizada por Sodercan, no pudo ser más fructífera, porque volvieron de aquel viaje con un acuerdo con la naviera mexicana TMM para participar en la construcción de cuatro barcos de apoyo a plataformas petrolíferas de Pemex. Aunque los avatares posteriores del precio del petróleo han aparcado temporalmente este proyecto, no es el único contrato que ha logrado este consorcio, aunque sí el más importante.
Una fórmula poco aplicada en Cantabria
Para alguien procedente del País Vasco como Alfonso Pariza, que creó Cedenor hace 26 años, la colaboración entre empresas que se practica en la comunidad vecina debiera ser perfectamente aplicable en Cantabria. De hecho, no es la primera vez que se intenta poner en funcionamiento esta fórmula asociativa en la región, aunque otras no hayan llegado a cuajar. La idea de crear un consorcio en el sector industrial surgió del apoyo de un conocido consultor vasco, Guillermo Barredo, que aportó su larga experiencia en la organización de consorcios en aquella comunidad. “A la vista del deterioro del tejido industrial de Cantabria, y aprovechando esa experiencia –señala Alfonso Pariza– se nos ocurrió intentar compaginar empresas del mismo sector que fueran complementarias para poder acudir a trabajos llave en mano”.
Con este enfoque, Cedenor invitó a incorporarse al proyecto a empresas especializadas en soldaduras, calderería pesada, sector naval y energías renovables, además de un taller de mecanización y una empresa con tecnología para plantas potabilizadoras de agua. La iniciativa fue secundada por cinco empresas cántabras: Degima, Atecsol, Talleres Arenal, RuGe y Water Treatment Plants.
Una primera misión comercial de éxito
Suele decirse que los frutos de las acciones comerciales que se emprenden en el exterior no suelen llegar antes de dos años, pero no es el caso de este consorcio, que en su primera misión comercial ya logró un éxito contundente. De su visita a México, IMC se trajo un contrato con una naviera de aquel país, Transportación Marítima Mexicana (TMM), para participar en la construcción de cuatro barcos destinados a la petrolera pública Pemex. Los buques se construirían en Astilleros Zamakona, de Santurce, con el que una de las empresas del consorcio, Degima, colabora con regularidad. Las firmas integradas en el consorcio se harán cargo del 40% de los trabajos de construcción de los barcos, cuyo presupuesto total se eleva a los 80 millones de dólares.
La elección de los astilleros vascos no es casual. Zamakona tiene una larga experiencia en este tipo de barcos de apoyo a plataformas petrolíferas off shore, y la propia naviera mexicana, que cuenta con un flota de medio centenar de barcos, construyó algunos de ellos hace dos décadas en los antiguos astilleros de Sestao.
Pero la ejecución de ese contrato no va a ser tan inmediata como en un principio se acordó. Sobre su desarrollo han confluido dos circunstancias negativas relacionadas con el mercado al que va dirigido y con el propio destinatario final de los barcos. Los cuatro buques del modelo PSV van a ser destinados a la petrolera mexicana Pemex, una empresa pública que se encuentra en proceso de privatización. Esa eventualidad, unida a la caída de los precios del petróleo, que ha alterado la previsión de inversiones de las operadoras, ha forzado un retraso en la construcción de los buques al menos hasta el año que viene cuando, según todos los indicios, el precio del petroleo repuntará.
Una marca ‘Cantabria Industrial’
Esa primera misión comercial ya le ha abierto otras posibilidades de trabajo en México al consorcio cántabro. En el apartado de recargues y soldaduras especiales ha suscitado el interés de un grupo que también trabaja para Pemex y en el ámbito de las plantas de potabilización modulares, ha establecido contactos con una empresa mexicana distribuidora de agua y con Gamesa México.
Además de estas buenas perspectivas en la emergente economía mexicana, IMC ha presupuestado trabajos para el norte de Italia, cuenta con clientes en Inglaterra y, en Cantabria, trabaja para Global Steel Wire.
Entre sus proyectos más inmediatos se encuentra la construcción en Marruecos de un taller industrial para la fabricación de utillaje y estructuras metálicas, que realizará Atesol, uno de los socios.
No obstante, el mercado al que se dirige es muy competido y el consorcio busca áreas de trabajo específicas: “Hemos descubierto –señala Pariza– que hay nichos en Europa donde, si eres muy bueno, puedes competir. Proyectos muy concretos, como robotización, fabricación de maquinaria, recargues y soldaduras especiales; o el sector naval y el vinculado a las energías marinas”.
El prometedor arranque del consorcio y la conveniencia de abarcar más especialidades para presentar unas ofertas más cerradas, ha impulsado a Cedenor a aumentar el número de empresas que integran esa asociación. El nuevo consorcio, que podría estar constituido este verano, elevará a diez el número de socios, todos ellos empresas cántabras. Con esta fórmula, resume Alfonso Pariza, “queremos llegar a una especie de made in Cantabria, es decir, a lograr una marca Cantabria industrial”.
La propia Cedenor, como consultora, se ha embarcado en un proceso de internacionalización con la apertura de una oficina en Bruselas desde la que dará apoyo a las empresas que quieran acceder a los programas de ayudas que convoca la Unión Europea.