Varias inversiones industriales de importancia empujarán la región en 2021

Se van a acometer tres grandes ampliaciones de fábricas, los primeros parques de aerogeneradores y varios proyectos públicos

Si Nissan hubiese decidido cerrar la planta de Los Corrales, en lugar de la de Barcelona, la crisis política en Cantabria sería aún mayor que la económica. Y en casi todas las argumentaciones se daría por supuesto que la presión de Cataluña y el poco peso de Cantabria habían decidido la suerte. Afortunadamente, ha ocurrido a la inversa. Nissan va a hacer nuevas inversiones en Los Corrales y no va a ser la única este año. En estos momentos hay prevista una gran ampliación de la fábrica de Aspla y otra de Formaspak, ambas en Reocín; se empiezan a construir la planta de salmones en Ramales, la terminal de contenedores y el silo de coches del puerto; se inicia por fin el Proyecto Pereda, del Santander; y está fraguándose una inversión multimillonaria en una de nuestras principales fábricas del sector alimentario.


En 2021 no habrá grandes avances en la exploración del zinc, ni se va a poner en marcha el polígono de La Pasiega, los dos grandes anuncios de la pasada legislatura que siguen sin sustanciarse. Sin embargo, estamos a las puertas de una oleada de inversiones sin precedentes desde hace tiempo, sobre todo en el sector industrial; se ha confirmado la ampliación de Aguayo (entre 600 y 720 millones de euros), aunque las obras van a tardar, y se empezarán a instalar, por fin, los parques de aerogeneradores en el sur de la región.

En enero de 2020, cuando se hacían las previsiones sobre lo que ocurriría en el año ,las expectativas eran razonablemente buenas. Una cierta continuidad de los anteriores, con un crecimiento ligeramente inferior al 2% en Cantabria, que no parecía muy emocionante pero resultaba tranquilizador. Nadie pudo imaginar que 75 días después todos estaríamos encerrados en nuestras casas, muchas empresas quedarían paralizadas y el mundo estaría arrodillado ante un pequeño virus, con una caída del PIB regional que puede haber superado el 11%.

La repotenciación de la central de Aguayo, por Repsol, será la mayor inversión privada de la historia de Cantabria.

Ahora estamos en la vuelta a la normalidad, que no recuperará todo lo perdido pero sí gran parte. Tanto si crecemos un 5,8% este año, como dice BBVA Research, como si lo hacemos un 9,8% como calcula el Gobierno regional, serán tasas históricas, aunque obviamente matizadas por el hecho de que ni siquiera así se recuperaría todo lo perdido. Dado que en estos cálculos aún no se ha incluido el efecto de los fondos europeos, es de esperar que la inercia de un alto crecimiento se prolongue en 2022, siempre que el Covid se bata en retirada.

Hay motivos de sobra para pensar que puede conseguirse. Ya no habrá interrupciones productivas, salvo que la pandemia rebrote incluso con vacuna. Los presupuestos públicos van a hacer un esfuerzo excepcional en las inversiones y ayudas y las expectativas que ya empiezan a generar los ingentes fondos europeos extraordinarios, aunque los que se podrían aplicar dentro del ejercicio no serán muchos.

Pero también van a producirse muchas inversiones privadas en el ámbito industrial. Hay más proyectos que nunca y estas inversiones tienen efectos a largo plazo. He aquí algunas de las que se han iniciado o están en la pista de salida:

Planta de salmones en Ramales. El proyecto para construir el mayor criadero de salmones de España, con una inversión de 30 millones de euros, ya se ha iniciado, aunque por el momento, con la construcción de una nave.

Inversión en la planta de  Nissan. La empresa ya ha confirmado la propuesta del Plan de Ultra-competitividad para el período 2020-2023 para la factoría de Los Corrales de Buelna, que comporta una inversión superior a los 40 millones de euros.

Cambio de la caldera de Solvay. La fábrica de Barreda necesita 200 millones de euros para cambiar sus calderas de carbón y gasoil a otras tecnologías más limpias. Los fondos europeos, que casi parecen seguros, van a ser decisivos para iniciar la sustitución de una de las calderas de carbón, aunque no será inmediato.

Nueva planta de Formaspack en Reocín. La empresas de envases plásticos crece de formal fulgurante. Nada más acabar sus últimas naves, ya se ha lanzado a una nueva ampliación en Reocín. Los 50 millones que ha inyectado el Banco Santander en su capital son una prueba del salto que pretende dar.

Macroampliación de Alvarez en Reocín. Aunque no tiene fecha de inicio, el grupo está realizando constantes ampliaciones y esta va a ser la más ambiciosa realizada en Cantabria en mucho tiempo, ya que creará 225 empleos para potenciar la fabricación de plásticos extrusionados para envases y embalajes.

Ampliaciones en conserveras. El negocio de las empresas del sector no se ha resentido prácticamente por la pandemia, a pesar del cierre temporal de la hostelería, y hay muchos proyectos de ampliación. En general, todo el ámbito industrial alimentario está pensando en invertir, y los productos de Cantabria cada vez tienen más peso específico en el mercado.

Fábrica de madera laminada de Maderas Peña Lastra. La empresa de San Felices de Buelna acometerá este año una planta de madera laminada en la que invertirá 20 millones de euros.

Proyecto Pereda, del Banco Santander. El macroproyecto por fin ha superado todos los trámites urbanísticos y las licencias, de forma que ya puede empezarse la obra del edificio principal, que tiene un presupuesto de unos 30 millones de euros, y en marzo SIEC acometerá la del palacete de Banesto, en la calle  Hernán Cortés, que costará 15 millones de euros.

Terminal de Contenedores en el Puerto de Santander. El grupo Boluda va a invertir 18 millones de euros en adecuar una parte del Espigón Norte de Raos para hacer esta terminal tan deseada, que debe estar concluida a mediados del año próximo.

Silo de almacenamiento de coches. El Puerto de Santander ha licitado la construcción de un edificio-parking para almacenar unos 3.000 coches, que deberá iniciarse en 2021, con un presupuesto de unos 20 millones de euros. La obra deberá ejecutarse en 21 meses.

Parques eólicos. En estos momentos se tramitan más de 800 MW de potencia eólica para su implantación en Cantabria. Los primeros parques podrían estar en construcción antes de dos años, si acaban de superar todos los trámites ambientales. La ratio de inversión de estos proyectos es de un millón de euros por cada megavatio instalado.

Una nueva Sniace. La quiebra de la empresa va a dar lugar a una nueva adjudicación de la planta y los terrenos. Según quien se los quede (y hay varios candidatos), sabremos qué tipo de actividad se hará en el futuro.

Repotenciación de la central de Aguayo. Repsol llevará a cabo el proyecto de ampliación de la central hidroeléctrica de bombeo de Aguayo (Cantabria), con lo que aumentará su capacidad hasta los 1.360 megavatios, lo que representará una inversión de unos 600 millones de euros y será uno de los proyectos estrella de su próximo plan estratégico 2021-2025 para impulsar las renovables.

En el campo público

El sector público también tiene varios proyectos a punto de empezar, y serán más cuando se concreten los fondos de recuperación, porque el mecanismo exige que las actuaciones se pongan en marcha cuanto antes, aunque probablemente haya que recurrir a fórmulas extrapresupuestarias. Se van sustanciando estos:

Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo. La obras acaban de iniciarse y concluirán en 2022. Van a tener un coste de 4,4 millones de euros.

Museo de Enaire en Gamazo. Las obras se iniciaron en 2019 y estarán concluidas esta primavera, después de añadirse la urbanización del entorno.

Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander (MAS). Aunque no tiene plazo para el inicio de las obras, el proyecto es mucho más ambicioso del que se manejaba antes del incendio. Ahora exige la inversión de 5,5 millones de euros y requerirá 18 meses de trabajos.

Siguen sin fecha, el MUPC o la conversión del edificio del Banco de España en centro asociado del Museo Reina Sofía-Archivo Lafuente.

Polígono logístico de La Pasiega. El hecho de que se haya incluido entre los candidatos a la financiación europea obliga a acelerar este proyecto, que debiera estar aprobado para finales de año aunque es urbanísticamente muy complejo. Eso significa que no habrá tiempo para realizar en este ejercicio ni siquiera una mínima parte de la inversión de 125 millones de euros prevista, a los que se sumarán entre 30 y 35 millones más del coste del apartadero que le dará servicio ferroviario.


‘Los ERTEs y el ICO han evitado un colapso económico’

Cada empresario conoce su empresa y su sector pero pocas personas hay que conozcan mejor todo el ámbito económico que los asesores, dado que entre sus clientes hay empresas de todo tipo. Por sus manos pasan cuitas y cuentas y saben lo que nos puede esperar a corto plazo. La mayoría son moderadamente optimistas con 2021, aunque creen que la recuperación no será tan rápida, y reconocen que algunas empresas han vivido o viven momentos críticos.

Ramón Cifrián, socio de HFC lo expresa contundentemente: “Los ERTEs y el ICO han evitado un colapso económico”. No obstante, algunos creen que no son suficientes, especialmente en el campo del comercio y la hostelería, para la que María Jesús Prado, de Gestisa, cree que se podrían establecer más ayudas directas, como las de Alemania. Por su parte, Ana Campos, de Enrique Campos & Auditores, advierte del peligro de que algunas empresas no sean prudentes “con los créditos ICO y sus prórrogas, ya que pueden crear una falsa percepción de seguridad y en un momento u otro van a empezar a amortizarse. Se tiene que tener bien planificado”. Ese temor a un aumento en la morosidad a corto plazo es casi generalizado entre los asesores y ella lo centra especialmente en pymes y micropymes.

Todos señalan al comercio, la hostelería y los servicios como los sectores más afectados, en los que auguran un buen número de cierres, aunque todo dependerá de lo que tarden las vacunas en devolver al país a la normalidad. Explican que las empresas que corren más riesgo son las que ya venían ‘tocadas’ antes de la pandemia, sobre todo las del comercio. En los demás sectores no auguran cierres masivos.

Luis Anselmo Saiz, de SGA, recuerda que los sectores en los que más ha impactado esta crisis, como el turismo o la automoción, “eran líderes de crecimiento y fueron los que nos sacaron de la crisis anterior”. Ramón Pacheco, responsable del departamento fiscal de Asesoría Cantabria, apunta que algunos de los vinculados al turismo, probablemente conozcan un repunte fuerte en el segundo semestre, incluso una cierta euforia “si la vacunación responde como todos esperamos”.

El más optimista es David González Pescador, socio director de Glezco, quien cree que la recuperación puede despegar antes incluso de que se recupere la normalidad.

Cifrián confía en que se sepa aprovechar lo aprendido en estos meses para aprovechar las oportunidades que van a surgir “si se saben aprovechar los recursos” y propone que sirvan para crear empresas “más humanizadas y respetuosas”, porque cree que ha llegado el momento de pensar también “en el horro energético, en términos ambientales y en la felicidad de las personas”.

Todos ponen el énfasis en el buen uso de los fondos europeos (“que vayan dirigidos a proyectos realmente innovadores y con capacidad de generar sinergias en el tejido económico”, recalca Pacheco y en el caso de Saiz, en aplicar una política de contención de los déficits públicos. Rodríguez Campos señala que “se ha perdido un tiempo precioso” para la reforma de la Administración “y conseguir una productividad y eficacia  de la que carece, al margen del agravio incomprensible en los tiempos actuales de la situación de privilegio de los empleados públicos”.


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