Ricardo Currás niega ante el juez que se dieran irregularidades en su etapa al frente de Dia

El ex consejero delegado del Grupo Dia Ricardo Currás ha sostenido este martes en su declaración como investigado ante el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal por la presunta alteración de las cuentas del grupo que no se dieron irregularidades en su etapa al frente de la compañía y que no hubo pérdida patrimonial.

Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press han explicado que Currás ha negado que hubiera salida de caja en su etapa y ha mostrado su disconformidad con el informe forensic realizado por EY tras la caída en Bolsa del grupo, dado que lo que se califican como irregularidades, él lo entiende como ajustes.

Al hilo, y preguntado por esa pérdida en la cotización en Bolsa de 2018, Currás ha mantenido que no fue fruto de esa alteración en la cuentas de 2017 sino que obedece a otros factores relacionados con otra operación distinta. De hecho, se ha presentado también como un perjudicado por la caída del valor de la compañía porque como accionista perdió más de un millón de euros.

Tanto el ex consejero delegado como su número dos, Amando Sánchez Falcón, son investigados por administración desleal y fraude en las cuentas al haber presuntamente engordado los números de la compañía en 2017 mediante «prácticas irregulares» que supusieron un incremento ficticio de 51,8 millones de euros.

En el auto del instructor se dirige asimismo el procedimiento a instancias de Fiscalía Anticorrupción contra los directores comerciales Luis Martínez Gallardo y Juan Cubillo, el director financiero Antonio Arranz Martín y el auditor de KPMG Carlos Peregrina, que revisó las cuentas de Dia puestas en cuestión.

Respecto al papel del auditor, el forensic de EY concluyó en el capítulo de Identificación de Prácticas irregulares que fueron instruidas por Currás, y que tuvieron como efecto haber alterado artificialmente las magnitudes contables del grupo. Los hechos, según este informe, se llevaron a cabo sin la participación de ningún otro miembro del consejo de administración, y del análisis de los documentos se concluye que «fueron ocultados a los auditores externos de KPMG».

Currás en su declaración ha subrayado que él como consejero delegado no se metía en esos ajustes, que era trabajo de otros directivos que estaban por debajo de él. Pero la investigación detecta indiciariamente que las prácticas irregulares se canalizaban a través de cuatro maniobras que se imputan directamente a él.

DEJABA LAS CUENTAS AL FINANCIERO

Estas maniobras serían la previsión de ingresos no justificados procedentes de negociación con proveedores por importe de 6,3 millones de euros; una incorrecta contabilización de ingresos derivados de cargos de proveedores de marca propia que asciende a 21,7 millones; la eliminación no justificada de la provisión de facturas pendientes de recibir por 18,3 millones de euros y el pago de bonus y gratificaciones al personal no provisionados de hasta 5,5 millones de euros.

Si bien ha reconocido a preguntas de las partes personadas que la responsabilidad sobre las cuentas era de él, ha afirmado que se las dejaba al financiero, y de hecho ha llegado a señalar que cuando le despidieron como consejero delegado no le dijeron que había cometido irregularidad alguna. Además, ha insistido en que no alteró las partidas de 2016 y 2017, y ha aseverado que en ese último año ni siquiera cobró el bonus .

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Source: Europapress

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