Cantabria, sede de tres multinacionales energéticas

Una suerte de casualidades ha propiciado que Cantabria sea ahora mismo la sede española de tres multinacionales energéticas de gran tamaño, la italiana ENI, la portuguesa EDP y la española Repsol Electricidad y Gas. Dos de ellas han llegado como consecuencia del troceamiento de Viesgo y la tercera (ENI), aprovechando la compra de la comercializadora torrelaveguense de gas y electricidad Aldro.

Estos movimientos, que en principio parecían una pérdida de capacidad de maniobra de la región, pueden convertirse en una oportunidad si las compañías optan por mantener la sede social y crean en Cantabria su centro de gobierno para el mercado nacional.

Costes competitivos

La italiana ENI parece convencida de que le conviene mantener la sede torrelaveguense que tenía Aldro, al comprobar que puede trabajar con unos costes bastante inferiores a la media del sector, algo que resulta sustancial en un mercado donde los productos de unos y otros no pueden diferenciarse y los márgenes son estrechos, como ocurre con el gas y la electricidad.

Repsol Electricidad y Gas tiene la sede en el Parque Científico y Tecnológico de Santander, pero ha habilitado otro gran centro de oficinas en Madrid, por lo que, en realidad, ha optado por repartir los servicios centrales, y EDP, recién aterrizada, no quiere avanzar sus propósitos hasta que se cierre la compraventa.

Un cúmulo de casualidades ha hecho que coincidan en Cantabria las sedes españolas de Repsol Eléctrica, la portuguesa EDP y la italiana ENI

Las tres tienen intención de recrecer todo lo que puedan el negocio adquirido, para estar a la altura de los grandes del sector, Endesa, Iberdrola o Naturgy. Y, al menos dos de ellas, Repsol y EDP, preparan inversiones importantes vinculadas a los fondos europeos, siempre en la línea de las energías verdes.

Por su parte, el grupo torrelaveguense Pitma no sale del negocio eléctrico, ya que conserva la generación y puede aprovechar parte de lo que le ha pagado ENI por la comercializadora (que algunas fuentes estiman en más de 200 millones de euros) para hacer nuevas inversiones en parques eólicos y solares.

La compañía de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz tampoco se desvincula del todo de la comercialización de energía, dado que en el acuerdo de compraventa se incluía el compromiso de ENI de mantener los servicios que varias empresas del grupo Pitma le prestan a Aldro.

Aún hay otra empresa local más en el sector con aspiraciones de crecimiento. La santanderina Logos, que en un año ha conseguido más de 30.000 clientes en varias zonas del país y que sigue sumando, sobre todo en el terreno de las pymes.

A la lista podría añadirse, por muchos motivos, la presencia de la británica Highview Power, que desarrolla toda su estrategia en España desde Santander, lugar de origen de su presidente y donde está localizado su director para España, Luis Ángel Fernández.

Esta eclosión de empresas energéticas en la región crea grandes expectativas, como consecuencia del enorme potencial financiero que tienen varias de ellas, que les permite afrontar proyectos tan importantes como la repotenciación de Aguayo, que puede convertirse en la inversión privada más importante de la historia de Cantabria.

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