El primer acondicionamiento acústico a la carta

Dos empresarios cántabros crean un nuevo sistema de aislamiento del ruido en locales y viviendas

Se puede combinar el acondicionamiento acústico con el diseño, y esa es la clave del nuevo producto con el que Pedro Compostizo (director de la consultoría Acustican) y Ángel Gómez (gerente de la empresa de comunicación gráfica Serisan) se disponen a revolucionar el mercado de los paneles acústicos. El nuevo sistema permite la adaptación del material aislante, basado en resinas de melamina de diferente espesor, a cualquier espacio, con cualquier forma geométrica y con el diseño en colores e imágenes que se desee.


En Cantabria se ha avanzado mucho en el control ambiental de la contaminación, incluso con legislación específica, pero junto al vertido de efluentes, la emisión de humos o la generación de residuos hay otro elemento contaminante al que no suele prestarse tanta atención, quizá porque no se ve ni se huele. El control del ruido es todavía una asignatura pendiente en la región, con ordenanzas municipales anticuadas y sin una legislación autonómica específica, como la que existe en las comunidades vecinas.

En lo que Cantabria sí puede convertirse en referente es en la propuesta de soluciones técnicas para el aislamiento del ruido de locales y viviendas y la mejora de su acústica. Una ingeniería especializada en este campo, Acustican, y una empresa de comunicación gráfica, Serisan, han desarrollado conjuntamente un nuevo sistema de aislamiento acústico con el que no solamente mejoran las prestaciones de los materiales que ofrece el mercado y simplifican su instalación sino que permiten diseños y personalizaciones inéditos hasta ahora.

Un producto en fase de patente

El sistema de aislamiento acústico ya está instalado en las oficinas y espacios de trabajo de Serisan, en forma de discos de color.

El nuevo sistema de aislamiento es fruto de un trabajo de investigación que pusieron en marcha estas dos empresas para resolver un problema de reverberación que Serisan detectó al ocupar sus nuevas instalaciones. Los modernos materiales que la firma de comunicación gráfica utilizó para acondicionar el local habían logrado un espacio visualmente atractivo pero perjudicaban la acústica de las oficinas. Para resolver el problema acudieron a Acustican, la única ingeniería especializada en ese campo que existe en Cantabria, pero se encontraron con que las soluciones que ofrece el mercado arruinaban la estética de las instalaciones.

A partir de ese momento,  Ángel Gómez, gerente de Serisan, y Pedro Compostizo, director de Acustican, se pusieron a buscar soluciones, un proceso que, año y medio después, ha desembocado en el sistema que se disponen a patentar.

La base de este nuevo sistema de aislamiento acústico (el ‘bsilence’) son unos paneles de resinas de melamina, un producto reciclado que se ha usado profusamente en diferentes campos de la industria. A este producto le han ido añadiendo nuevas prestaciones para conseguir un acondicionamiento acústico eficaz de viviendas y locales.

Tras analizar la mejora conseguida con diferentes espesores y la respuesta de estos materiales a la imprimación y a las pinturas, llegaron al bsilence, un sistema que conjuga la eficacia en la eliminación del ruido con la maleabilidad de sus paneles, que admiten cualquier forma y diseño. “En el mercado hay soluciones estandarizadas, pero nosotros podemos darle cualquier espesor, cualquier forma y cualquier color”, explica Pedro Compostizo. Figuras geométricas, textos, fotos, logos… cualquier imagen es susceptible de transformarse en un panel acústico, con la ventaja añadida de ser mucho más barato que las soluciones que hasta ahora ofrece el mercado.

Fácil colocación

La obra que conlleva la instalación de los aislamientos suele disuadir a los propietarios de un local o de una vivienda, pero el sistema de Acustican también resuelve ese inconveniente. Sus paneles acústicos se pueden pegar a la pared o al techo, simplificando al máximo los trabajos de instalación y el tiempo empleado en ello.

De hecho, la idea de estos empresarios es la de que el propio usuario, sobre todo si se trata de un domicilio, pueda colocar estos paneles por sí mismo. En este caso se fabricarían con unas medidas más estandarizadas. Cuando se trate de acondicionar unas instalaciones de trabajo, el tamaño de los paneles y su forma se harán a medida.

Pedro Compostizo y Ángel Gómez han creado ya la empresa que fabricará este nuevo producto (Instituto Tecnoacústico del Cantábrico) y están a la espera de obtener la patente para lanzarlo comercialmente, aunque ya lo producen en las instalaciones de Serisan y tienen varios proyectos de acondicionamiento de locales en marcha.

Un cluster de acústica

Como especialista en este campo, Pedro Compostizo, un ingeniero de Caminos que orientó sus pasos hacia la acústica, hace hincapié en la necesidad de certificar las propiedades del nuevo aislante. Pero en España hay muy pocas cámaras de reverberación normalizadas en las que poder llevar a cabo las pruebas y ninguna está en Cantabria. De ahí que los promotores de bsilence quieran impulsar la creación en la comunidad de este tipo de cámaras, que podrían ser una referencia en España, y desarrollar un cluster acústico, para que empresas que generan residuos susceptibles de ser convertidos en paneles fonoaislantes o que fabriquen elementos aplicables en este campo puedan desarrollar e investigar nuevos productos.

De momento, lo que se ha creado es una Asociación Cántabra de Consultores Acústicos, que agrupa a los pocos profesionales que se dedican a esta actividad en la comunidad.

Un sello de calidad acústica para hostelería

El escaso número de técnicos es una muestra de la poca sensibilidad que existe en la región hacia este problema. Nos hemos acostumbrado a convivir con niveles de ruido que exceden lo autorizado por la legislación estatal, una ley de 2003 impulsada por la Unión Europea. Entre otras cosas, porque no se controla que las nuevas edificaciones o las rehabilitaciones de locales se atengan a los parámetros de aislamiento acústico que marca el Código Técnico de la Edificación; una labor que deberían desempeñar los ayuntamientos antes de conceder la licencia definitiva. También va muy atrasada la puesta al día de las ordenanzas municipales y ayuntamientos como Santander acaban de aprobar el mapa de ruido de la ciudad que deberían haber realizado hace nueve años. Tampoco para el Gobierno de Cantabria parece una prioridad, aunque en los últimos meses la Consejería de Medioambiente está trabajando en la redacción de una Ley del Ruido, como la que ya tienen otras comunidades vecinas.

Mientras llegan esos cambios normativos, esta nueva empresa sigue trabajando en la búsqueda de una mayor sensibilidad, con iniciativas como la creación de un sello de calidad acústica en hostelería, uno de los sectores donde el ruido ambiente es más elevado, en perjuicio de clientes y trabajadores.

Jesús Polvorinos

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