Ecotierruca: Comida sostenible, saludable y tradicional para llevar

Maybe Arce y Gema Fernández son dos de las tres socias trabajadoras de la cooperativa y las caras del take-away

La ineficiencia del mercado alimentario es responsable del 54% de las emisiones mundiales de CO2. Además, llevar una mala alimentación es sinónimo de mala salud, tanto que los científicos aseguran que una de cada cinco muertes en el mundo está causada por este motivo. Maybe Arce y Gema Fernández son socias de la cooperativa Ecotierruca y la cara visible de un nuevo local de comida para llevar, situado en la calle Honduras (Santander). Allí, preparan y venden platos sanos elaborados con productos de proximidad, dispuestas a ser el germen de un cambio en la alimentación.


Maybe Arce siempre ha estado ligada profesionalmente a la alimentación, ya que ha trabajado como dietista y en la industria alimentaria, pero quería promover un cambio tanto en la alimentación de las personas como en la manera de producir esos alimentos. Tras rodearse de un grupo de personas con las mismas inquietudes creó la cooperativa Ecotierruca en 2018.

El desarrollo del proyecto ha ido tomando forma con el paso del tiempo hasta materializarse en un local de comida para llevar. “El camino no ha sido el esperado, y ha habido muchas dificultades, pero hemos llegado a donde queríamos”, afirma Maybe, que comparte su visión y nuevo trabajo con Gema Fernández, una apasionada de la cocina a quien la crisis sanitaria le obligó a cerrar la escuela infantil que regentaba, por lo que ahora está volcada al 100% con este proyecto.

Los objetivos de Ecotierruca son abaratar el precio de la alimentación y reducir sus efectos ambientales, así como poner a disposición de la población una alimentación más saludable. Para ello, entraron en contacto con Foodtopia, un proyecto de similares características que había nacido y crecido rápidamente en Murcia. Gracias a su asesoramiento nació la idea de su espacio take-away, que ha abierto sus puertas en abril.

Comida sana, tradicional y sabrosa

Los platos de Ecotierruca se hacen con productos locales de temporada y para su elaboración combinan verduras, legumbres, cereales, carnes y huevos de corral. “Damos muchos valor a la calidad de la materia prima con la que trabajamos”, afirma Maybe, y añade que “la gran mayoría procede de pequeños productores locales”.

El precio de los menús es muy ajustado, con platos que oscilan entre uno y cinco euros, ya que calculan sus tarifas en función de la producción y el coste de la materia prima utilizada. Aunque el margen es muy bajo, es su manera de contribuir a la democratización del alimento diario.

Maybe Arce y Gema Fernández en su nuevo local de comida para llevar ‘Ecotierruca’, en la calle Honduras (Santander).

Sus platos pretenden ser muy nutritivos y las raciones, generosas. Por el momento cuentan con unas quince recetas, que van combinando, pero su idea es incorporar más platos. “Estamos integrados en un barrio, en una comunidad. Si alguien nos pide que le preparemos un plato concreto, lo haremos, y seguro que habrá más gente a la que le guste esa opción”, aseguran. De cara al verano, ya cuentan con añadir cremas, sopas, ensaladas y otros platos fríos e incluso elaborar unos ‘combos’ para que la gente se los lleve a la playa.

Por el momento, entre los platos favoritos de sus clientes se encuentran el pollo al horno, el hummus, la lasaña de verduras, las patatas al horno al curry y el brownie de chocolate.

Para preparar los platos, cuentan con un horno de alta eficiencia energética y con un gran robot de cocina desarrollado exclusivamente para ellos por la empresa Foodtopia, con la que comparten visión. Una máquina de gran tamaño y alta eficiencia energética.

Ecotierruca anima a sus clientes a que recojan sus menús en el local con sus propios tuppers. No obstante, disponen de envases reutilizables de cristal o totalmente compostables que pueden adquirirse por un módico precio.

Un futuro optimista

En el corto periodo que lleva abierto, el local de Ecotierruca puede presumir de tener una clientela bastante asidua. “Quienes prueban, suelen repetir”, aseguran las emprendedoras. Cada día dan de comer a más de una veintena de clientes y, aunque les gustaría llegar a más público a través del reparto a domicilio, no han encontraro ninguna empresa de delivery que case con sus valores.

El perfil de sus clientes son personas de entre 20 y 40 años “muy concienciada con la sostenibilidad” y, aunque las redes sociales son uno de sus mejores reclamos, el boca a boca sigue siendo su mejor carta de presentación.

Las emprendedoras atendiendo a una clienta en su local de comida para llevar.

Por el pedregoso camino del emprendedor, Ecotierruca se ha llevado distintos reconocimientos que les ha proporcionado “un chute de energía” en los momentos más complicados, como el Premio de Emprendimiento Social de la Universidad de Cantabria y el Premio al Mejor Proyecto de la III Edición del Programa Coworking de Santander. Ahora, con su proyecto hecho realidad y la gran acogida que han tenido, viven un momento ilusionante.

A corto plazo, confiesan que les gustaría duplicar la producción y conseguir ser la empresa de catering de algún colectivo, ya sea una guardería, una empresa o un colegio de pequeño tamaño, que les genere el volumen suficiente para racionalizar sus procesos y abaratar aún más los precios.

María Quintana

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