La Universidad traza una estrategia para impulsar la calidad y acercarse más al mercado y a la sociedad

Un Plan Estratégico define el futuro inmediato de la UC

Durante la última campaña electoral, el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, se comprometió a elaborar un plan estratégico destinado a impulsar su calidad y acercarla a la sociedad y a las empresas. El Plan ya se ha presentado en sociedad, con sus líneas estratégicas y las acciones concretas para materializarlas, definidas por unos grupos de trabajo formados en la comunidad universitaria. El horizonte es de cinco años, pero parte de estas medidas tendrán una plasmación más inmediata. Su objetivo es que la UC convierta Cantabria en una ‘Región del Conocimiento’.


La presentación del Plan en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria la hizo el rector, Ángel Pazos.

Si la Universidad ha estado tradicionalmente en una torre de marfil o no daría para muchos debates, pero lo cierto es que, si alguna vez fue así, ahora pretende que no lo sea. El Plan Estratégico de la Universidad de Cantabria para los próximos cinco años quiere romper las inercias, fijarse metas y “tener muy en cuenta que debemos formar bien, que nuestros titulados sean ilustrados, reflexivos y críticos, pero también debemos conseguir que sean empleables, que encuentren trabajo en una fábrica, en un hospital, en un laboratorio…”, dice su rector, Ángel Pazos.

La Universidad de Cantabria ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo en su acercamiento a la sociedad y a las empresas, pero si se materializan los objetivos del Plan Estratégico que acaba de presentarse, en 2023 habrá cambiado mucho más. Se habrán potenciado los títulos propios –sobre todo en los campos en los que se observe más demanda–; se mejorará la calidad de la docencia, teniendo más en cuenta la opinión de los alumnos; se ahondará en la internacionalización; y habrá menos obstáculos para fichar talento, esté donde esté, aunque Pazos reconoce que en España no resulta fácil, porque la legislación hace muy difíciles estas contrataciones y porque a veces surgen reticencias internas. “Hay que cambiar cosas” para que puedan venir otras personas, explica el rector, “pero sin despreciar ni castigar el talento de dentro, que hay mucho”. A pesar de estas limitaciones legales, la UC ha hecho ya algún ensayo a pequeña escala gracias a la financiación del Banco Santander, el Programa Start, y ha conseguido que jóvenes investigadores de primer nivel puedan estar aquí tres años con becas del Banco e incorporarse luego a la Universidad, si superan la correspondiente evaluación.

El Plan no menciona en ningún momento la endogamia como un problema interno pero sí apuesta por un modelo más abierto en las contrataciones. “Yo rara vez hablo de endogamia, porque es un tema con muchos matices”, responde el rector cuando se le pregunta al respecto. “Cuando un alumno que ha hecho la carrera aquí se va a EE UU y luego quiere volver ¿es endogamia?”, se pregunta. “Lo que sí digo es que los mecanismos de contratación y estabilización laboral han de tener estándares de rigor, para que los cumplan tanto los de dentro como los de fuera”. “Si hay personas de valía dentro hay que potenciarlas y si las hay fuera hay que tratar de captarlas”, sostiene.

Pazos considera el Plan “un aldabonazo, una llamada de atención para ponernos las pilas allí donde no las tengamos puestas”, no sin recordar antes que la UC está bien posicionada en los rankings. En cualquier caso, reconoce que los cambios, por pequeños que sean nunca son fáciles en la universidad, “porque estamos absortos en el día a día” y considera valientes al menos dos decisiones que se tomaron al establecer las prioridades: la digitalización y la colaboración con las empresas, ambas incluidas entre los grandes ejes principales. “El eje de la transformación digital lo hemos incluido porque estamos convencidos de que el éxito o fracaso pasará por la digitalización, que ha venido para quedarse. Todos los estudios que se han hecho a nivel internacional indican que cada día los estudiantes demandarán más enseñanza online. Tenemos el reto de afrontarlo, con más medios y con formación de profesores, pero eso sí, hay que evitar la pérdida de calidad que se ha dado con otros centros de enseñanza online”, advierte. “Nuestro reto está en ofrecerla con el mismo rigor que la presencial.”

Además de emprender este camino de digitalización en la enseñanza, la UC también pretende hacerlo con la investigación y con la gestión (un campo en el que fue pionera), “con una última vuelta de tuerca, porque el día a día va a ser digital”, augura el rector. Un terreno en el que reconoce que “hará falta un cambio de mentalidad”, en el que incluye la suya propia.

La otra decisión discutida fue introducir la colaboración con las empresas en el eje de investigación, “para no dejar en la letra pequeña la decidida voluntad de que toda la investigación transferible a las empresas ha de transferirse”. “Que sea una obligación”, añade rotundo Pazos.

El rector se muestra satisfecho del grado de colaboración alcanzado por la UC con las grandes empresas, que funciona “razonablemente bien” pero reconoce que los esfuerzos por acercarse a las pymes para convencerlas de que la Universidad también está abierta a sus necesidades ha tenido poco éxito.


Renovación de la plantilla

La presentación del Plan Estratégico reunió a responsables políticos, encabezados por el presidente de la comunidad autónoma, directivos de empresas, y al presidente del Consejo Social de la Universidad. También sirvió para presentar el balance del último curso académico, en el que la UC acogió a 11.862 alumnos, de los que 2.002 accedieron por primera vez a la universidad.

De acuerdo con los datos expuestos, la Universidad de Cantabria es la primera del país en investigación en el Ranking CyD; es la cuarta más productiva en el ranking BBVA-IVIE; la 7ª en ingeniería hidráulica y marina a nivel mundial, según el ranking de Shangai; y, por quinto año consecutivo, la primera universidad española en transparencia.

Gracias a la Oferta Pública de Empleo, en el último curso se produjo una notable renovación de su plantilla, al incorporar a unas cien personas.

La Universidad de Cantabria manejó el pasado año un presupuesto de 108 millones de euros, de los que 73,5 provinieron del Contrato–Programa con el Gobierno de Cantabria. El resto lo obtuvo de la captación de fondos y del pago de matrículas. Los investigadores, por su parte, consiguieron 20,7 millones de euros, a través de 438 proyectos. De ellos, 6,4 millones procedían de fuera del país.


Atentos a los cambios del mercado laboral

El Plan traza siete ejes estratégicos, sobre los que descansan 119 acciones que van destinadas a materializarlos. La UC empieza, como parece lógico, por su propia esencia, impulsando la calidad de la formación que imparte.

Además de valorar la calidad docente, y establecer criterios para reconocer e incentivar al profesorado que desarrolle buenas prácticas, se va a crear un observatorio de oferta y demanda de programas formativos, para ajustar el mapa de titulaciones y programas de posgrado al mercado. La rapidísima evolución de las necesidades laborales en las empresas hace que la demanda de formación varíe, como se ha podido ver con las titulaciones en Matemáticas, que han pasado meteóricamente de una total atonía a generar un gran interés. Por ese motivo, se pretende tener un organismo permanente que estudie la oportunidad de crear nuevos títulos oficiales con configuraciones curriculares en las que intervengan varias disciplinas, como ha ocurrido con el doble grado de Física y Matemáticas, que ha suscitado una gran demanda.

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