Tinamenor se ve obligada a pedir el concurso cuando volvía a la rentabilidad
El Grupo Tinamenor se ha visto obligado a presentar concurso voluntario de acreedores para buscar una solución financiera y salvar la compañía. “No vamos a proponer ningún ERE, ni a amortizar ningún puesto de trabajo con motivo del concurso. Somos un equipo de 148 y los 148 saldremos adelante”, afirma rotundo el presidente de Tinamenor, Gustavo Larrazábal. El objetivo de la medida, que también afecta a las empresas filiales, es “proteger” la compañía en tanto se negocia una solución de viabilidad. “Vamos a demostrar que es rentable con una carga financiera menor y, a partir de ahí, comprometernos a un plan de devolución de la deuda”, dice.
Fundada en 1973, Tinamenor es pionera en cultivos marinos y uno de los líderes del sector. Dedicada inicialmente a producir semillas de moluscos y alevines de peces marinos, hoy en día su negocio se basa primordialmente en la producción de lubinas y en tallas superiores a las habituales.
Además de la sede de Pesués, cuenta con otra en Canarias y cinco compañías que abarcan desde la cría de alevines y semilla de moluscos hasta la producción de pescado y su comercialización.
Un cúmulo de causas
La empresa justifica sus problemas en la crisis, que ha “golpeado fuertemente” al sector, hasta el punto que ahora quedan menos de la mitad de las empresas que había hace siete años.
Por otra parte, Tinamenor apunta a una estructura con muchos oferentes, y liderada por acuicultores griegos que mantenían una posición “irracional”, llevando a un continuo deterioro los precios, aunque esa política haya conducido a que las cuatro mayores compañías griegas hayan quedado en manos de los bancos o a entrasen en concurso.
El grupo cántabro también reconoce que le ha afectado su estrategia de crecimiento en Canarias y en Cantabria, para lo cual realizó inversiones muy significativas, tanto para atender las necesidades propias como las de los socios/clientes que tiene en las islas y que quedaron infrautilizadas al desaparecer estos clientes por la crisis.
A todo ello se ha añadido la imposibilidad de encontrar nueva financiación en los bancos, cuya débil situación les hizo “no prestar el apoyo comprometido con la compañía, dificultando enormemente su supervivencia”.
Mientras, el compromiso de los accionistas ha sido “absoluto”, según el Grupo. Desde el inicio de la crisis, los bancos no han aportado dinero nuevo a la sociedad, “y los accionistas hemos invertido siete millones de euros. Nuestro dinero, el de nuestras familias y el de accionistas nuevos. Pero sin la colaboración de las entidades financieras era muy difícil”, lamenta Larrazábal.
Por este motivo, Tinamenor optó por cambiar la estrategia de negocio, “abandonando los productos no rentables y apostando por nichos de alta rentabilidad”. La estrategia ha tenido “éxito”, pero requería una elevada financiación circulante, para lo que tampoco encontró apoyo en los bancos.
El presidente de Tinamenor explica que los resultados, “paradójicamente, se han recuperado, en línea con el plan de viabilidad”. Así, los ingresos aumentaron un 32% el año pasado, hasta los 21,4 millones de euros, y los resultados operativos han sido positivos, frente a las pérdidas continuadas de los ejercicios anteriores. “La empresa no tiene un problema de resultados, tiene un problema de balance, derivado de estar creciendo e invirtiendo cuando llegó la crisis”, sostiene Larrazábal.
Tinamenor intentará ahora encontrar fondos que quieran invertir en la empresa, con el objetivo de que la compañía pueda salir lo antes posible del concurso.


