¿La ciudad de los grandes veleros?

La Asamblea Española de Capitanes de Yate consiguió que el pasado otoño hiciese escala el buque escuela alemán ‘Kruzenshtern’ y que ahora haya permanecido durante cuatro días la fragata rusa ‘Mir’, uno de los barcos con más carisma de la flota a vela mundial, tanto por su silueta, como por su rapidez (ha llegado a navegar a 19,5 nudos). En ambos casos se han establecido relaciones sólidas que permiten augurar el paso periódico de ambas embarcaciones por Santander. El comandante del ‘Mir’ ha mostrado incluso su interés en poder utilizar el puerto cántabro para las invernadas, cuando los hielos le impiden regresar a su puerto base de San Petesburgo. Un papel que ahora hace Hamburgo.
El atractivo que tiene cualquiera de estos grandes veleros para la población se ha puesto de manifiesto en las excursiones marítimas que el barco ha realizado durante su estancia en Santander. 620 personas han participado en las jornadas de un día de navegación, conviviendo con la marinería y los alumnos de prácticas de la Academia Makarov, una escuela de marina civil propietaria del barco. Varias miles de personas más han visitado el ‘Mir’ mientras permanecía en puerto. Otro grupo partió a bordo cuando el buque abandonó Santander para hacer la ruta jacobea marítima, una de las que se emplearon tradicionalmente para llegar a la tumba del apóstol.
Pocos barcos como el ‘Mir’ (‘Paz’, en ruso) pueden dar una idea de cómo fue la navegación a vela, no sólo por la complejidad del gobierno de las 26 velas que lleva en sus tres palos, sino también por el hecho de que no tiene mecanizada ninguna de sus tareas. Las velas se izan y arrían a mano, sin la ayuda siquiera de un cabestrante convencional.
Los organizadores de la visita, a cuyo frente han estado Santiago Ortiz y Jesús Barros, han buscado amortizar los costes de la estancia del barco a través de patrocinios de empresas y las travesías de un día, pero la presencia habitual de estos barcos parece inevitable que pase por algún tipo de ayuda institucional.
El punto crítico de esta estrategia privada para convertir Santander en un puerto habitual de los grandes veleros estará en la conmemoración del 250 aniversario de la ciudad y en la botadura del barco escuela que va a construir el Consorcio de las Siete Villas. Unos actos que coincidirán en el verano de 2005. La Asamblea de Capitanes de Yate hace tiempo que trata de conseguir la presencia del ‘Juan Sebastián Elcano’ para esas fechas, y aunque resulta imposible atraer también a una parte de los veleros que participarán en la regata de la STA (antes ‘Cutty Sark’) porque hace tiempo que están decididos los puertos de reunión de la flota, intentarán que hagan escala algunos de los que retornan hacia el Atlántico y el Mediterráneo, lo cual tampoco resultará fácil, ya que tienen otros compromisos adquiridos con anterioridad.
La presencia de varios grandes veleros deberá concretarse en las próximas semanas para que la Consejería de Turismo pueda utilizar este motivo en las campañas promocionales del año próximo, que se presentan en folletos y ferias a partir del otoño. Puede ser la nueva imagen imagen renovada y diferente de Santander.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora   

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios