Una sede provisional

Cuando ya está analizando los proyectos para su sede definitiva, el Gobierno regional no cuenta con un diseño arquitectónico para la sede provisional que previamente construirá en la calle Peña Herbosa, con un presupuesto inicial de 1.256 millones de pesetas. Será el contratista el que decida el aspecto externo y la singularidad del diseño que presente apenas tendrá significación a la hora de decidir el adjudicatario (el 10% de la puntuación total). El precio ofertado tendrá una importancia del 30% en la selección del contratista, pero no será la oferta más baja la más valorada, sino la que más se aproxime a la baja media más cinco puntos.
El Gobierno regional pretende hacer un edificio funcional de siete plantas, dos más que el resto de la calle Peña Herbosa, además de una planta de sótano que ocuparía toda la superficie del solar. El edificio tendrá, en cambio, 855 m2 por planta, ya que se retranqueará ligeramente en el frente que da a la calle Peña Herbosa. De esa forma se dispondrá, en total de unos 6.000 metros cuadrados de oficinas.
El nuevo inmueble será sede del Gobierno regional durante tres o cuatro años, el tiempo que tarde en construirse la futura sede, que será ubicada sobre el solar de la actual. A pesar de esa provisionalidad y del hecho de que posteriormente pasará a dar servicio a la Consejería de Educación, la distribución se hará en función de las necesidades de presidencia del Gobierno y de las dos consejerías que ahora se ubican en Puertochico, Presidencia y Obras Públicas, por lo que posteriormente deberá ser derribada buena parte de la tabiquería para adaptarlo a su uso definitivo. En concreto, el nuevo edificio tendrá un despacho para el presidente de 50 metros cuadrados, otro idéntico para el vicepresidente, uno de 45 metros para el consejero de Presidencia y once de 35 metros cuadrados para los directores generales y asesores de estas consejerías. Además, se construirá una sala de prensa, de 100 metros cuadrados, otra del mismo tamaño para las reuniones del consejo de Gobierno y un patio de atención al público de 400m2.
En la actualidad, la parcela, que tiene unos 1.200 metros cuadrados, se encuentra ocupada en sus tres cuartas partes por el Colegio Público Calvo Sotelo, que deberá ser derribado. En realidad, la baja densidad de población joven de la zona del Ensanche de Santander hace años que dejó sin su utilidad tradicional al colegio, que ha sido reconvertido para la formación de adultos. Curiosamente, ni los profesores del centro, que deberá trasladarse a otro edificio, ni los 1.200 alumnos que acuden cada tarde y noche a las clases han recibido otra información que la publicada en la prensa y eso ha provocado una notable incertidumbre en el comienzo del curso.

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