Cúpulas para todo

Pocas propuestas arquitectónicas están acompañadas de tanto simbolismo como las cúpulas geodésicas o domos. Desde el poliedro regular en que se basa (el icosaedro) y sus connotaciones místicas hasta la analogía con formas simétricas que se dan en la naturaleza. Pero más allá de estas interpretaciones, lo cierto es que estas semiesferas tienen una fortaleza estructural muy superior a la de otras construcciones; ahorran material; son más versátiles y tienen unas ventajas bioclimáticas que las hacen muy recomendables.
Con todo, no suelen ser estas las razones que han hecho aumentar el interés popular por los domos geodésicos sino algo mucho más intuitivo, la atracción que se experimenta ante unas formas tan armónicas.
Sin embargo, hasta ahora no había una empresa que fabricase domos a la escala de una demanda doméstica. Un vacío que se ha subsanado con la creación por dos jóvenes empresarios, Aitor Lobato y Noelia Díaz, de una sociedad cooperativa, Domo Experiencia, fundada hace un año en Torrelavega, que diseña y fabrica estas cúpulas para muy diversos usos.

Una estructura polivalente

El tamaño de un domo puede ser tan grande como se quiera y se han multiplicado los ejemplos de enormes cúpulas geodésicas a partir del modelo popularizado por Fuller en la Exposición Universal de Montreal de 1967. Todo depende de la frecuencia de los domos, es decir, la cantidad de veces en que el icosaedro se subdivide en triángulos para aproximarse más a la forma esférica. Los más fabricados en esta firma cántabra oscilan entre los cinco y los siete metros de diámetro, que cubren una superficie de entre 20 y 40 metros cuadrados. Estos tamaños son los más indicados para invernaderos, cenadores, aula de actividades o pequeños escenarios portátiles.
La cúpula de mayor tamaño construida hasta ahora por Domo Experiencia tiene nueve metros de diámetro. Cubre un criadero de mariposas en Overo, cerca de Avilés, y ha sido muy comentada en revistas de arquitectura. Un domo de idéntico tamaño servirá como centro social en la castiza Plaza de la Cebada madrileña y será un ejemplo de la proyección que empiezan a cobrar las cúpulas construidas por esta empresa cántabra.
Un sector donde espera tener una buena acogida con sus productos es el del turismo. Ya sea como bungalow en un camping, como centro de recepción o como aula de actividades, la atractiva estética de los domos unida a su funcionalidad los hace idóneos para cualquiera de esos usos. Al no necesitar columnas centrales para sostener la cubierta, permite disfrutar de espacios diáfanos, sin estorbos visuales y aprovechando al máximo la capacidad del recinto.

Una alternativa a la vivienda convencional

Los domos también pueden ser una alternativa a las viviendas convencionales o a las casas prefabricadas puesto que han de cumplir los mismos requisitos de habitabilidad.
Por sus especial geometría, no necesitan grandes cimentaciones y su forma circular los hace muy resistentes al viento o a la acumulación de nieve. A esto se le suman las ventajas bioclimáticas –se puede calentar o refrigerar más rápidamente porque el aire circula sin trabas, con el consiguiente ahorro de energía– y todo junto hace de los domos en una opción interesante como hogar.
Para quienes cuenten con la habilidad suficiente, Domo Experiencia comercializa un kit de autoconstrucción, pero para quienes no sean muy duchos en el montaje de estas estructuras, la firma cántabra les fabrica y les instala la cúpula.
El material empleado es madera de pino silvestre procedente de un bosque sostenible situado en la sierra de Urbión, repoblado con especies autóctonas. No solo es el certificado ecológico lo que les ha llevado a elegir esta madera, sino que su madera es más dura y resistente, al proceder de árboles de crecimiento más lento.
Para el recubrimiento de las cúpulas, Domo Experiencia emplea lonas acrílicas y de PVC, si se trata de estructuras desmontables, o policarbonato celular para cenadores o invernaderos. En cualquier caso, tanto en el domo como en los materiales empleados se puede diseñar un proyecto a la medida de las necesidades del usuario.
Los precios para las estructuras más simples, como las de un invernadero de unos 40 metros cuadrados, rondan los dos mil euros.

Un centro de actividades en Requejada

El centro de operaciones de Domo Experiencia se encuentra en Requejada. Allí realizan las pruebas de construcción de estas llamativas cúpulas y allí quiere crear un centro de actividades al aire libre donde impartir cursos de educación ambiental, de bioconstrucción y de montaje de domos. Será la manera de cerrar el círculo de una aventura empresarial que ha puesto esta peculiar geometría al alcance de todos los bolsillos.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora