Los muelles llegan al polígono de Raos
Sin hacer ruido pero de manera decidida, la Autoridad Portuaria de Santander continúa dando pasos hacia la ocupación de la Dársena Sur de Raos, la única superficie seminatural todavía sin aprovechar, una vez se complete el Muelle Este del Espigón Central y, por tanto, la única que permitiría ampliar la capacidad operativa del Puerto de cara a nuevos tráficos.
El consejo de administración del ente portuario podría debatir en su próxima reunión el proyecto para esta Dársena en la que ahora fondean viejas embarcaciones en estado de desguace y algunos botes y yates de recreo. Ya existe presupuesto para varias de estas obras, 21,5 millones de euros, y tan sólo resta que se tome la decisión de licitar los trabajos cuya duración se estima en torno a los 14 meses.
El impulso definitivo para acometer esta ampliación lo ha dado la captación de nuevos clientes, que precisan muelles acondicionados para el tráfico que van a realizar. Un cliente potencial es la nueva línea de Brittany Ferries destinada al transporte de camiones, que enlazará a partir de este mes la capital cántabra con el puerto británico de Poole. Aunque en un principio operará en el muelle de ferries, que ya cuenta con una plataforma de carga y descarga, la creación de nuevos atraques en la Dársena Sur permitiría crear una terminal especializada para este tráfico de vehículos pesados y habilitar campas para el estacionamiento de los camiones.
Más cerca del polígono
El proyecto para la Dársena Sur es mucho menos agresivo que el barajado tiempo atrás, cuando se contempló la posibilidad de rellenar toda la lámina de agua, dando un sustancial bocado a la Bahía. Con el actual planteamiento, al menos la mitad de la actual superficie de la dársena quedaría a salvo de los rellenos, aunque eso no va a evitar, previsiblemente, el cuestionamiento del proyecto por parte de los grupos ecologistas.
El nuevo enfoque para el aprovechamiento de la Dársena, no sólo permite crear más metros lineales de muelle, que se extenderán a lo largo de todo el perímetro, sino también ganar superficie para campas, aunque relativamente angostas. La necesidad de contar con más espacio en esta zona se ha visto agudizada por la decisión de instalar allí las dos plantas de biodiésel que el Puerto sacó a concurso el pasado mes de marzo.
Una de estas campas estaría situada entre el polígono de Raos y el futuro Muelle Sur, paralelo al polígono. Su construcción, en línea con la bocana del Puerto Deportivo Marina del Cantábrico, permitiría separar lo suficiente la línea de atraques de las naves allí existentes, por lo que aparentemente, no corren peligro. Sin embargo, en un sistema logístico en el que las campas y almacenes ganan importancia frente a los atraques, porque los armadores y consignatarios buscan que los barcos estén permanentemente en movimiento, no parece fácil que el Puerto renuncie a su soberanía sobre el polígono de Raos, como pretenden los empresarios que están allí asentados en régimen de concesión.
Concesión hasta el 2018
Los empresarios del Polígono de Raos sólo tienen asegurada su permanencia hasta el 2018, fecha en que caducarán las concesiones otorgadas en los años 60 a la promotora Actimarsa, reducidas luego por la Ley de Costas, y llevan algún tiempo organizándose para tratar de conseguir que las parcelas que ocupan pasen a ser de su propiedad. Por el momento, han obtenido el apoyo del Ayuntamiento de Santander y de los grupos representados en el Parlamento Regional, pero la decisión no está en manos del Consistorio ni del Gobierno cántabro, sino del Ministerio de Fomento, que sigue siendo titular de los puertos de carácter estatal.