PANORAMA INTERNACIONAL
EL MISTERIO DE LA CONSTRUCCION
Quienes no le quiten ojo a la economía estadounidense pueden tener dolor de cabeza, porque hay tantas razones para sentirse optimista como pesimista. Las cifras del PIB muestran que no ha tenido un crecimiento brillante (0,7%) pero un informe de la Reserva Federal señala que el aumento de precios se está moderando (…)
Hay signos inquietantes de que la construcción, soporte principal del boom económico, se está hundiendo (…) aunque lo realmente misterioso es lo que está pasando con los empleos en este sector. Si el desplome avanza a zancadas de casi un punto del PIB, como estima el Gobierno, eso significaría menos puestos de trabajo, pero se han perdido apenas 50.000 (sólo el 1%) lo que, dada la devastación del sector y la naturaleza temporal que tienen muchos de sus empleos, es sorprendente (…)
Puede que las encuestas basadas en las nóminas ignoren un montón de puestos de trabajo, lo mismo que a los pequeños empresarios, y que las pérdidas de empleo se concentren entre los no regularizados, pero no parece probable (…)
En realidad, el mercado de la construcción está tan influenciado por tantos factores externos y los instrumentos son tan complicados que nadie sabe qué pasaría si todo este embrollo empezara a desenrrollarse.
The Economist
DE VUELTA A CASA
Frente al cada vez más paranoico movimiento proteccionista estadounidense, resulta sorprendente que una empresa de Silicon Valley esté sustituyendo puestos de trabajo de Bangalore por otros en California pero, en realidad, no lo es.
Bangalore es la capital tecnológica de la India y, en los últimos años, ha desarrollado con rapidez una industria de ingeniería de software (…)
La prosaica realidad es que el abastecimiento de buenos ingenieros informáticos en la India está resultando insuficiente y las empresas de aquel país son muy conscientes de que cuando no puedan competir en precios, la calidad debe mejorar (…)
Esta deslocalización con marcha atrás puede ser llamativa, pero nos recuerda la vigencia de las leyes económicas. Un país con una educación aceptable y un buen clima de negocios será siempre receptor de empresas y tendrá trabajadores prósperos. Y estas palabras están escritas en Londres y no en Bangalore.
Financial Times
EL EMPERADOR MUGABE
El ruinoso presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, ha demostrado desconocer la historia de la economía, al ordenar a todas las tiendas y fábricas del país que rebajen los precios un 50%.
El emperador Diocleciano, famoso por tacaño y por perseguir a la minoría cristiana en Roma, intentó la misma jugada en el año 301 a.C. cuando también pasaban por un período de hiperinflación. Sin embargo, mantuvo la acuñación de moneda y cuenta el historiador Lactanius que “entonces corrió mucha sangre por las cosas más insignificantes, los hombres temían sacar a la venta cualquier cosa y la escasez se hizo más notoria y gravosa que nunca”.
Incluso con hiperinflación, el papel moneda es un medio de intercambio ya que una economía compleja deja de funcionar. Pero si los bienes no alcanzan un precio justo, se vuelve al trueque y se vende lo poco que se pueda intercambiar o producir para subsistir. Entonces, la inflación de Zimbabwe entrará en una fase más peligrosa pues, con la economía monetaria colapsada, el Gobierno no tendrá dinero para pagar a sus funcionarios o soldados.
Diocleciano sobrevivió a su hiperinflación, gobernó 21 años y después se retiró a cultivar lechugas. Pero lo único que puede esperar Zimbabwe es restaurar parte de su cordura económica.
Financial Times
LOS PRINCIPIOS BASICOS
¿Realmente se creen los mercados financieros norteamericanos que el ciudadano medio está en ayuno permanente, va andando a todas partes y sobrevive sin calefacción ni aire acondicionado?
Tras el susto de hace unas semanas, el mercado de los Bonos del Tesoro se ha recuperado con las noticias de la subida del 0,1% en los precios al consumo en mayo, que fueron recibidas con alegría también en la Bolsa (…)
Los inversores creyeron que esto calmaría los nervios de la Reserva Federal, preocupada de forma ostensible por la elevada inflación básica (…) Pero no era ese el problema, sino que los consumidores hayan hecho caso omiso de las malas noticias anteriores y los índices de precios que incluye los costes del combustible y la alimentación han crecido un 0,7%, la mayor subida en los dos últimos años.
Ningún índice es perfecto, pero lo que importa es en qué se gastan los consumidores el dinero y cómo reaccionan a los precios (…) Los inversores debieran recordar que nunca sabe uno todo lo que necesita sobre la inflación.
The Economist