Nada consigue detener el aumento de la deuda cántabra
Tampoco en el ámbito nacional se ven los resultados de las medidas de control. A 30 de junio, el Estado ya superaba el déficit previsto para todo el año y la deuda pública española equivalía al 92,2% del PIB, a una distancia sideral del 36,3% del PIB que suponía en 2007, uno de los porcentajes más bajos de toda la OCDE.
En sólo seis meses la deuda ha subido 15 puntos y, en el caso de Cantabria, casi 19. Ni siquiera ha representado una ventaja que nuestra región partiera de un endeudamiento muy inferior a la media lo que, en teoría, hacía que fuese más manejable. En estos momentos alcanza ya el 16,5% del PIB regional y se acerca deprisa a la media nacional (18,9%).
De junio de 2012 a junio de 2013 la deuda de Cantabria ha aumentado nada menos que un 38,3% y no es fácil imputárselo a los organismos paraadministrativos, sobre los que suelen recaer las culpas, porque las empresas públicas de la región solo suman 38 millones de euros de deuda, apenas el 1,7% del total.
Tampoco parece que el problema más grave esté en las autonomías, otra idea muy generalizada, porque, mientras que la deuda estatal equivale al 80,1% del PIB español, comunidades y ayuntamientos únicamente añaden el 11% restante. No obstante, la deuda autonómica ha aumentado un 15% en lo que va de año.
La realidad indica que el Estado, guardián de la austeridad, no puede presumir, porque su deuda está creciendo a un ritmo del 20,3%, bastante más rápido que el de las restantes administraciones. Curiosamente, las entidades que mejor cumplen son los ayuntamientos. Los 43.153 millones que deben casi parecen insignificantes frente a los 818.375 millones que adeuda el Estado y sus cuentas son las únicas que han entrado en un proceso de estabilidad.