La industria en el 2020

“Manufacturar en los países desarrollados todavía será posible, pero de forma totalmente diferente a lo que se ha entendido como tal. Hay que saber producir manufacturas o productos nuevos, innovadores y atractivos, bien diseñados y acabados, con una excelente imagen y una marca reconocida. Sólo si se consiguen estos niveles de calidad y profesionalidad se podrá competir con las manufacturas de los países emergentes no en términos de precio sino del resto de atributos tangibles e intangibles de cada producto”. Esta predicción de Guillermo de la Dehesa, uno de los mejores conocedores de la economía internacional, figura en el libro ‘Cantabria 2020. El Horizonte de la Industria’, realizado por la Universidad de Cantabria a petición de CEOE-Cepyme, que fue presentado con un enorme despliegue humano dentro de los actos del aniversario de la patronal.
Emilio Botín, presidente del Grupo Santander, resumió el espíritu del libro al transmitir a los empresarios presentes la necesidad de incorporar valor añadido en la industria cántabra.

“Entorno facilitador”

Gerardo Díaz Ferrán, presidente nacional de CEOE-Cepyme recordó que la industria es el principal sector exportador del país y ha sido capaz de mejorar su productividad en 2007 en un 4%, en parte por el hecho de concentrar más de la mitad del gasto nacional en I+D+i.
Díaz Ferrán pidió varias medidas para mejorar la competitividad de la industria española, entre ellas la liberalización completa del sector energético, la creación de suelo industrial o la adaptación de la fiscalidad y las amortizaciones al ciclo económico.
El presidente de la CEOE cántabra, Miguel Mirones pidió un “entorno facilitador” para los empresarios y agradeció que en el documento de Concertación para los próximos cuatro años se hayan recogido las propuestas de la patronal cántabra sobre el mapa de infraestructuras que necesita la región.
Miguel Angel Revilla, presidente regional, recogió el guante, al menos en lo que al ámbito regional se refiere, y expuso las mejoras para la actividad industrial que se derivarán de haber garantizado el suministro de agua “para todo el siglo XXI”, dijo, con la Autovía del Agua; la finalización inminente de la Autovía de la Meseta o el haber conseguido la red de gas más tupida del país. Añadió que el problema de insuficiencia eléctrica está en vías de resolverse con el desbloqueo de la línea de alta tensión entre Penagos y la localidad asturiana de Soto de Ribera. Después de este balance de situación, Revilla reiteró satisfecho su papel: “Nosotros no somos empresarios”, explicó refiriéndose al Gobierno, “pero ponemos los medios”.
El rector de la Universidad de Cantabria, Federico Gutiérrez-Solana, se congratuló de que diferentes instituciones hayan amparado un estudio en el que se tratan de anticipar las circunstancias que vivirá Cantabria dentro de algo más de una década, desde doce aspectos distintos, desde la demografía a la globalización o las telecomunicaciones: “Confiemos en que sirva para diseñar estrategias con visiones a largo plazo”, dijo.
En el libro se hacen algunas propuestas para la mejora del valor añadido, de la coordinación entre administraciones o entre las infraestructuras y sobre la investigación o los problemas que pueden plantear las actuales tasas de natalidad de la región, pero los investigadores prefieren mantenerse en el terreno de lo concreto (la evolución de la realidad actual) y no actuar como augures, ni siquiera para dar algunas pinceladas de cómo ven la Cantabria de 2020.