Erzia levantará en Cantabria el primer campo privado español de grandes parabólicas

A Erzia se la conocía hasta ahora por ser la única empresa tecnológica de Cantabria que ha logrado entrar en el restrictivo mercado de la electrónica de vuelo destinada a satélites. Desde finales de este año, el nombre de esta firma irá asociado al más ambicioso proyecto de telecomunicaciones que se va a poner en marcha en nuestra comunidad, un complejo de grandes antenas parabólicas que facilitará comunicaciones vía satélite a embarcaciones, plataformas marinas, empresas y organismos públicos repartidos por todo el globo.
Este telepuerto se instalará en el futuro polígono industrial de Marina-Medio Cudeyo que está en construcción, pero en tanto se concluya, el proyecto tendrá un avance en los terrenos del Puerto que ocupaban los depósitos de Campsa. Sobre una parcela de 4.000 metros cuadrados, Erzia levantará antes de finalizar el año un telepuerto provisional con dos antenas de seis y nueve metros de diámetro. El complejo seguirá creciendo hasta albergar en 2011 diez antenas con tamaños que en algunos casos podrían alcanzar los 15 metros de diámetro, con las que se podrán atender las necesidades más urgentes de la firma que gestionara el telecentro, una joint venture formada por Erzia y la norteamericana MTN, un referente mundial en la prestación de este tipo de servicios.

Un proyecto a siete años

Pero la auténtica instalación de este gran centro de telecomunicaciones vía satélite será la que se levante en el polígono de Marina-Medio Cudeyo. Allí, y a lo largo de siete años, se construirá un campo de veinte antenas parabólicas con tamaños que pueden llegar hasta los 20 metros de diámetro. La elección de ese emplazamiento está relacionada con la implicación del Grupo Tirso, del que Erzia es filial desde 2007, en el desarrollo del polígono, a través de Sodepisa, una sociedad constituida para urbanizar y comercializar ese suelo industrial. Tirso tiene intención de trasladar allí una de sus empresas, Tirso CSA (Centro de Servicios del Acero), con lo que liberará parte del espacio que el Grupo ocupa en Peñacastillo, y encontrar una ubicación definitiva a Erzia, para lo que ha reservado una parcela de unos 12.000 metros cuadrados.
Mientras llega ese momento, su filial de ingeniería espacial y telecomunicaciones se ha trasladado a unas oficinas de la calle Castelar, donde proseguirá su actividad hasta que llegue el momento de asentarse en el Parque Empresarial Marina-Medio Cudeyo. Desde su nuevo emplazamiento urbano, Erzia controlará el funcionamiento de las antenas provisionales que va a instalar en la ZAL (Zona de Actividades Logísticas) del Puerto de Santander, aunque la clave para poder proporcionar este servicio de telecomunicaciones es la extensa cobertura que le van a proporcionar los 17 satélites que se mueven en órbitas geoestacionarias de su asociada, la empresa norteamericana MTN.

Pionero en España

El de Cantabria no será el primer telepuerto que se instale en España. En varios puntos del país y, sobre todo, en las inmediaciones de Madrid, existen ya otros campos de antenas. La diferencia estriba en que todos ellos son propiedad del Gobierno de la nación y cubren necesidades estratégicas, en muchos casos de carácter militar.
El que proyecta Erzia en Cantabria será el primero de carácter privado que se levante en España. Su propósito es servir a navieras, y a cualquier empresa que necesite este tipo de servicios, aunque no descarta atender a las necesidades de comunicación por satélite de gobiernos y entes públicos y, de hecho, MTN y Erzia ya prestan este servicio a la armada de algún país extranjero. Esto explica el alto nivel de seguridad previsto para la instalación, que tendrá la certificación que exige la OTAN para asegurar la inviolabilidad de sus comunicaciones.

Otros proyectos

El telepuerto es la iniciativa más ambiciosa en la que se ha embarcado Erzia. No en balde va a requerir una inversión a largo plazo de unos 20 millones de euros y puede llegar a generar hasta 50 puestos de trabajo. Pero, la empresa cántabra también se prepara para instalar en la base antártica española Juan Carlos I una infraestructura de comunicaciones vía satélite adaptada a las durísimas condiciones climáticas del Polo Sur.
Erzia tiene otra vertiente de negocio, la ingeniería espacial. Dentro de un año la Agencia Espacial Europea lanzará desde la base rusa de Baikonur el satélite ‘Lisa Pathfinder’, a bordo del cual viajará un dispositivo de radiofrecuencia construido por Erzia para comprobar nada menos que la deformación de las ondas espacio-tiempo sugerida por la teoría gravitatoria de Einstein. El resultado de esta misión, de la que está muy pendiente la comunidad científica, dependerá en buena medida del correcto funcionamiento del equipo diseñado por esta empresa cántabra, dos amplificadores que se utilizarán para generar una señal láser cuya medición permitirá comprobar la teoría de Einstein.
No tan trascendente, pero importante también por tratarse de satélites que se están haciendo en España, es un sistema de test automático que está diseñando esta empresa cántabra para el ingenio espacial denominado Paz. Su aportación deberá chequear el correcto funcionamiento del proceso en el momento del despegue.
Algunos de estos trabajos, como en el del ‘Lisa Pathfinder’, se remontan casi al momento de creación de esta joven empresa, surgida en 2002, pero siempre serán más meritorios que conocidos. En cambio, iniciativas como la del campo de grandes antenas parabólicas van a hacer muy visible una trayectoria empresarial que hasta ahora se desarrollaba en el discreto ámbito de los laboratorios.
Jesús Polvorinos

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora