El edificio de Fisioterapia impulsa el Campus de Torrelavega

Después de cinco cursos académicos y dos promociones, la Escuela de Fisioterapia del Campus de Torrelavega inaugura un edificio coincidiendo con el comienzo del curso escolar 2009-10. El centro, aunque es privado, imparte la titulación oficial gracias al convenio de colaboración suscrito con la Universidad de Cantabria en el año 2005. Un acuerdo que le faculta, también, para ofrecer una titulación adaptada al espacio Europeo de Educación Superior.
En Cantabria ya se podía acceder a las titulaciones de Medicina y Enfermería, pero las ciencias de la salud han ido dando lugar a nueva profesiones y no solo está creciendo la oferta, sino también la demanda por parte del alumnado, probablemente porque los titulados que terminan estas carreras se encuentran entre los profesionales que primero encuentran empleo, a lo que ha contribuido la aprobación de la Ley de la Dependencia en la pasada legislatura. No obstante, la oferta de plazas tanto en Medicina como en Enfermería o Fisioterapia es muy contenida y no resulta fácil cursar cualquiera de estos estudios, porque sólo los mejores expedientes encuentran plaza y muchos de los que la consiguen no proceden de la comunidad autónoma de Cantabria.

Campus renovado

Con la construcción del nuevo edificio, el campus universitario de Torrelavega toma impulso. Hace algunos años se planteó la posibilidad de trasladar a Santander la Ingeniería de Minas, una de las dos titulaciones universitarias que históricamente se podía cursar en Torrelavega (la otra era Graduados Sociales). El fortísimo descenso del alumnado hizo pensar, incluso, en suprimir la carrera, lo cual resultaba paradójico después de haberse tomado la decisión política de crear en Torrelavega un campus de la Universidad de Cantabria. Afortunadamente llegó Fisioterapia y eso permitió que la ciudad no perdiese el tren de la Universidad.
La propuesta vino de la mano de un centro privado de Barcelona, la Escuela Universitaria Gimbernat, que en Cataluña gestiona un complejo similar donde se pueden cursar estudios de enfermería, fisioterapia e informática y que está adscrito a la Universidad Autónoma de la Ciudad Condal. A pesar de las dudas iniciales que planteaba este carácter privado y de las reticencias surgidas en la propia Universidad, el Gobierno de Cantabria respaldó la iniciativa y el tiempo transcurrido ha demostrado que era válida y solvente.
Gracias a ella, la región pudo disponer rápidamente de unos estudios muy demandados y con un coste de implantación muy inferior al que hubiese supuesto crear una nueva titulación pública. El resultado, en cambio, es idéntico, ya que la titulación de Gimbernat pronto adquirió carácter oficial y el centro ha sido adscrito a la Universidad de Cantabria, como ocurrió con la Escuela de Turismo.
La Escuela comenzó a funcionar en precario, a falta de algunos equipamientos específicos, que llegan ahora con el edificio que ha promovido la empresa pública Giudecan, una sociedad constituida por el Gobierno para desarrollar la fórmula de financiación estructurada. Este sistema le permite conseguir recursos privados para hacer edificios públicos que luego son alquilados a las Consejerías o, como ocurre con el la Escuela de Fisioterapia, al centro catalán de formación. De esta manera, el usuario evita hacer la inversión. Sólo paga un arrendamiento, pero se compromete durante el tiempo suficiente para que el promotor pueda rentabilizar su desembolso. Al final de ese plazo, el inquilino puede quedarse con la propiedad si así se pacta, como ocurrirá con el Edificio Moneo.
Hasta ahora Giudecan ha venido construyendo o reformando institutos y colegios para la Consejería de Educación. Es la primera obra que realiza para un cliente distinto, aunque está vinculado también a la enseñanza.
La nueva edificación, a la que sólo resta añadir algunos elementos ornamentales, se inaugurará con el nuevo curso escolar. Tiene más de 6.000 m2 de superficie distribuidos en un sótano, planta baja y tres alturas. La planta baja, organizada en torno a un núcleo central con dos entradas y dos alas, acoge los despachos de dirección, el gimnasio, la biblioteca y la cafetería. En las tres superiores se encuentran las aulas y las salas de prácticas. En todas ellas, el proyecto arquitectónico ha intentado que la luz natural penetre en la mayor parte de las estancias.
El precio de licitación de la obra se fijó en casi diez millones de euros pero Acciona Infraestructuras, que consiguió el contrato, ofreció hacerla por 8.370.000 euros.
El nuevo edificio que desatasca el ambicioso proyecto de la Universidad de Cantabria en Torrelavega, ya que simultáneamente se ha procedido a la urbanización de la primera fase del Campus. Se ponen así en valor más de ciento cincuenta mil metros cuadrados de terreno donde se ubicarán futuras dependencias de la Universidad en la capital del Besaya que, por fin, parece que tendrá su propio Campus.

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