Confidencial
VICENTE MEDIAVILLA opta por irse a un bufete madrileño
La desvinculación de la política cántabra del que fuera consejero de Presidencia en el anterior Ejecutivo, el regionalista Vicente Mediavilla, parece irrevocable. Tras su frustrado intento por ocupar el cargo de magistrado territorial del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que dejó vacante la jubilación de Santiago Pérez Obregón, Vicente Mediavilla se plantea ahora el ejercicio de la abogacía en un bufete madrileño.
En esta nueva etapa profesional no estará solo, ya que en ese camino le ha precedido Miriam García, que fue su mano derecha en su etapa de consejero y autora del Plan de Protección del Litoral desde su cargo como Directora general de Ordenación del Territorio.
La decisión de Mediavilla de intentar abrirse paso en el competido sector de los bufetes madrileños es aún más llamativa si se tiene en cuenta su condición de funcionario de la administración cántabra, en la que tiene asegurado un puesto de trabajo.
Lo cierto es que con estas salidas y la designación de varios jurídicos más del Gobierno como altos cargos del nuevo Gabinete, el servicio queda prácticamente desmantelado, una circunstancia que Diego tendrá que resolver, a la vista de los muchos conflictos legales que siguen coleando y de los que se avecinan si se anula el Plan Eólico.
Otros cargos salientes, como el ex consejero de Industria, Juanjo Sota, y el jefe de gabinete de Angel Agudo, Fernando Pérez podrían recalar en el Gobierno vasco.
CANTABRIA, CANTERA DE LA AGENCIA EFE.– El periodista cántabro José María Rodríguez (Santander, 1972), que ha venido ejerciendo como delegado de la Agencia Efe en Cantabria, va a convertirse en el nuevo responsable de la agencia pública en las Islas Canarias. Otro miembro de la redacción cántabra, María Eugenia García (Reinosa, 1975) ha sido nombrada delegada en La Rioja. El nuevo responsable de Efe en Cantabria es Gorka Ruiz (San Sebastián, 1978), hasta ahora jefe de la oficina de Córdoba.
EDP DESCARTA LA BOYA DE IDERMAR
Los proyectos eólicos marinos que la eléctrica portuguesa EDP desarrollará en aguas británicas con Repsol (2.400 megavatios) no parece que vayan a contar con la boya meteorológica de Idermar. Su interés inicial por la tecnología de la empresa cántabra parece haberse disipado ante la existencia de otro sistema de medición de las condiciones de viento y oleaje de origen norteamericano bastante más barato. EDP es una de las empresas que resultaron adjudicatarias en el Plan Eólico que el nuevo Gobierno cántabro ha puesto en cuarentena. Su aproximación a Idermar, además de la lógica curiosidad por un proyecto tecnológico que podía resultarle útil, también cabía interpretarlo como un gesto para posicionarse de cara al concurso eólico. Lo cierto es que el mercado parece haber impuesto su propia lógica y a la boya cántabra, cuya última versión lleva meses esperando en el muelle Calderón para ser fondeada, le espera una dura competencia.
MALOS TIEMPOS PARA LAS MUEBLERIAS
Las ayudas del anterior Gobierno para fomentar la venta de muebles tuvo unos efectos bastante limitados mientras duró pero, como ocurrió con las del Plan Renove para los automóviles, han dejado tras de sí el vacío. Los compradores se limitan a anticipar unas adquisiciones que luego, obviamente, ya no necesitan hacer. Sólo en el supuesto de que la situación económica remonte, no se produce ese hundimiento posterior de las ventas, y no ha sido éste el caso. El resultado es que al menos dos grandes mueblerías de la región pasan por momentos muy delicados que pueden afectar a su continuidad.