‘¿Qué es lo que quieren los fabricantes, que haya más cargadores que coches eléctricos?’

Jorge de Benito, presidente de la patronal de estaciones de servicio CEEES:

El cántabro Jorge de Benito es el presidente de CEEES, la patronal nacional de los propietarios de estaciones de servicio.La transición desde los combustibles convencionales derivados del petróleo a la movilidad eléctrica no es fácil para ellos, al aparecer nuevos competidores, las grandes empresas eléctricas y los puntos públicos de recarga gratuita. Por si fuera poco, los resultados económicos que están teniendo sus postes de suministro eléctrico son negativos.

ANFAC habla de la necesidad de disponer de 990 puntos de recarga eléctrica en 2025 frente a los poco más de 300 actuales. ¿Es un objetivo realista?

JORGE DE BENITO.- Son deseos de la patronal de fabricantes de vehículos. Estiman que multiplicando por tres los puntos de recarga actuales se venderían más coches eléctricos. La realidad nos demuestra que no es así. Según los cálculos elaborados por CEEES, en España hay una posición de repostaje por cada 356 vehículos con motor de combustión interna. En el caso de la movilidad eléctrica, esa ratio se sitúa en un cargador por cada seis vehículos eléctricos.

¿Qué es lo que quieren los fabricantes, que haya más cargadores que coches eléctricos? Considero que no es el planteamiento adecuado, máxime cuando la propia Asociación para el Desarrollo de la Movilidad Eléctrica reconoce que hay puntos de recarga más que suficientes y que los que existen tienen una tasa de utilización del 4%. ¡Apenas una hora de las 24 que tiene el día!

¿Se consideran viables estos objetivos desde el sector de las gasolineras?

JdB.- Si lo que se pretende es que un sector integrado en un 70% por pymes realice inversiones que a día de hoy son ruinosas, la estrategia está abocada al fracaso. A las estaciones de servicio nadie ha venido a convencernos, persuadirnos o seducirnos. Parece que la única forma que entiende la Administración de relacionarse con un sector que garantiza tanto la movilidad como la cohesión social y territorial es atizándonos con el BOE en la cabeza. Nosotros pensamos que los cargadores eléctricos se deben instalar en las estaciones de servicio pero con cargo a los presupuestos generales del Estado, olvidándonos de desarrollos que se están haciendo desde comunidades autónomas, ayuntamientos, etc.

‘Hay quien ha instalado un poste eléctrico en su gasolinera y al poco el Ayuntamiento ha puesto enfrente un punto gratuito de recarga’

¿Quién puede instalar estos cargadores? ¿Gasolineras, compañías eléctricas…?

JdB.- Quien quiera puede hacerlo:estaciones de servicio, petroleras, eléctricas, hoteles, restaurantes, centros comerciales, etc. Nos encontramos incluso con casos en los que una estación de servicio está obligada a instalar un cargador para cumplir con la LCCTE y después de hacer una inversión de decenas de miles de euros que no rentabilizará a lo largo de toda su vida útil se encuentra con que el Ayuntamiento de turno instala un punto de recarga gratuito en la acera de enfrente. Son casos de competencia desleal de libro.

Parece que las ubicaciones lógicas son las estaciones de servicio, que por algo están estratégicamente situadas en los sitios de tránsito, y sus gestores velarán por su correcto funcionamiento, cosa que no pasa en otras ubicaciones. Esto último es muy importante, los usuarios se quejan de que los cargadores no funcionan, de que les faltan mangueras… Eso no ocurre en los surtidores de las estaciones de servicio. Nuestro negocio es la energía para la movilidad y nos lo tomamos muy en serio.

¿La instalación de cargadores está subvencionada para las estaciones de servicio?

JdB.- El Plan Moves prevé ciertas ayudas, que en todo caso son muy insuficientes. En la situación más favorable se puede llegar a una intensidad de la ayuda del 40%, que además puede llegar meses e incluso años después de realizar la inversión. Es un modelo condenado al fracaso, porque el único modo de que la cadena de la electromovilidad funcione es que todos y cada uno de sus eslabones sea rentable.

¿Requieren una tramitación específica?

JdB.- La burocracia es asfixiante, para este asunto como para todos los demás. Tanto la Administración central como las autonómicas saben que esto es un problema, pero a la hora de la verdad los técnicos de los Ayuntamientos exigen determinadas cuestiones a la hora de otorgar los permisos. No basta simplemente, como dicen, con una declaración responsable. Conozco casos en nuestra región en los que la licencia ha tardado casi dos años.

¿Qué demanda tienen los cargadores ya instalados en estaciones de servicio?

JdB.- Es una demanda meramente testimonial. Apenas el 0,55% del parque circulante con son vehículos eléctricos puros (BEV). La media de utilización es de 0,5 vehículos por cargador y día.

Si a medio plazo se apuesta por la electromovilidad, ¿qué sentido tiene el que siga creciendo tan deprisa el número de gasolineras?

JdB.- Como en el caso de los cargadores, si el análisis es meramente cuantitativo no será del todo completo. Abren gasolineras en zonas con alta densidad de población, pero cierran (y no pocas) en las zonas rurales, con los problemas que estas zonas de sombra de suministro generan en los españoles que viven en los pueblos. Nosotros estamos avisando del problema que supondrá cumplir la norma MI IP 04 para adaptarse a las nuevas normativas medioambientales. Muchas estaciones de servicio rurales cerraran en los próximos años; es imposible que te salgan los números con las ventas actuales y la falta de seguridad jurídica que tenemos en cuanto al tiempo de eliminación de los carburantes fósiles. Se crearan grandes zonas de sombra si no nos permiten otras alternativas.

¿Se tendrán que reconvertir las estaciones de servicio?

JdB.- Nosotros llevamos décadas suministrando energía para la movilidad y continuaremos cumpliendo nuestra misión en el futuro. Ahora, nuestros clientes nos demandan mayoritariamente gasolina y gasóleo. Si en el futuro nos piden cualquier otro tipo de energía estaremos en condiciones de ofrecérsela, tanto si es electricidad, como si es hidrógeno, GLP, GNC, GNL, biocombustibles, combustibles sintéticos, etc. Pensamos que la estación de servicio del futuro será multienergetica.


Las estaciones de servicio pierden dinero con los postes eléctricos

Los empresarios de estaciones de servicio están directamente implicados en la extensión de la red de puntos de recarga y, al mismo tiempo, directamente afectados, porque buena parte del negocio se les escapará de las manos. Ahora, ningún particular puede autosuministrarse gasolina o gasóleo, ni hay surtidores públicos que compitan con las estaciones de servicio; en cambio, cualquiera podría instalar un cargador eléctrico en su domicilio y servirse de él.

La inversión en la instalación de cargadores eléctricos en las gasolineras no llega a rentabilizarse, según el sector.

Los puntos de recarga eléctrica de las gasolineras tienen una demanda que no se corresponde con las expectativas que se habían creado y eso abona el escepticismo del sector. La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ha elaborado un estudio en el que plantea la rentabilidad de las inversiones en estos postes y el resultado es negativo.

Con los ratios actuales de utilización de los cargadores (un 27% del tiempo en que están abiertos al público), el estudio calcula que la estación de servicio que invierta en un cargador de 50 kW (lo suficientemente potente para que la espera del cliente sea razonable) perderá más de 26.000 euros en los cinco primeros años. Como lo probable es que, por la evolución del mercado, al sexto año tenga que pasarse a un cargador ultrarrápido de 150kW, si también se ve obligado a sufragar el trasformador, la mejora le costará 210.000 euros y la pérdida en los siguientes cinco años se calcula en 125.000 euros.

Si existe ese transformador en su zona y puede instalar desde el primer momento este cargador superrápido, las cosas le irán un poco mejor, pero aún así perderá casi 99.000 euros en los diez primeros años de explotación.

Como los números no salen, la patronal de estos empresarios de gasolineras, que en un 70% son de carácter familiar, cree que lo más probable es que sean las grandes corporaciones empresariales las que acaben copando los puntos de recarga, porque para ellos lo importante es conseguir cuota de mercado. Para atajar esa amenaza argumentan que “la Administración debería compensar las pérdidas de las pymes, de forma que estas tuvieran una mínima oportunidad de competir en el mercado de las recargas eléctricas”.


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