Las exportaciones cántabras hacen frente a los retos de la pandemia

2021 ha sido un año extraordinariamente complejo para los exportadores, lo que no quiere decir que haya sido malo. Comenzó con el Brexit y el cierre del canal de Suez durante seis días, al atravesarse el portacontenedores Ever Given, lo que trastocó el transporte marítimo de medio mundo. Más tarde se paralizaron industrias chinas por repuntes de covid y se bloquearon varios de sus puertos, lo que colapsó otros tráficos y se disparó el precio de los fletes. A pesar de todas estas vicisitudes, las exportaciones cántabras han crecido más de un 20% hasta noviembre, al alcanzar los 2.739,7 millones de euros y algunas empresas locales se han encontrado con una clientela imprevista que no podía suministrarse en Oriente.


Las exportaciones cántabras de los once primeros meses de 2021 sumaban 2.739,7 millones de euros, con un repunte del 20,4% sobre el mismo periodo del año anterior, castigado por la pandemia. Pero también mejoraban las cifras del año 2019, previo a la irrupción del covid.

La reactivación de la economía interna se notó aún más en las importaciones, que con 2.269,3 millones, crecieron nada menos que un 39,2%. Como consecuencia, el saldo comercial exterior de Cantabria –la diferencia entre exportaciones e importaciones– tenía un superávit de 470,4 millones de euros, importante, aunque bastante inferior a los 646 millones del año precedente, en el que las importaciones se redujeron drásticamente.

Algunas empresas locales han optado por sustituir proveedores asiáticos por otros más cercanos

Que desde que irrumpió el covid los mercados se han encogido es una realidad. Sin embargo, el balance del comercio exterior en 2021 ha sido positivo, incluso en un contexto internacional bastante desfavorable, con una crisis global de suministros, un colapso de las redes logísticas que ralentizó el comercio mundial –con una auténtica subasta de los contenedores– y un aumento del precios de los combustibles. Toda una tormenta perfecta.

Radiografía de las empresas exportadoras

La Cámara de Comercio de Cantabria ha realizado una encuesta para saber cómo ha afectado el covid a las empresas con mayor actividad comercial con el exterior, en el marco de un proyecto europeo que intenta tomar la temperatura del sector exportador en varios países europeos.

De las 300 compañías cántabras que habitualmente tienen actividad exportadora, solo ha respondido una cuarta parte, pero son las suficientes como para hacerse una idea bastante exacta de lo que ocurre.

Todas coinciden en que el covid ha afectado a sus ventas al exterior y, para la mayoría, de forma negativa. Solo un 7% dicen haberse encontrado con más oportunidades de negocio.

En el grupo de los perjudicados, la mayoría reconocen que las caídas de sus exportaciones no fueron superiores al 20%, y la perspectiva de restablecer la normalidad en breve les ha llevado a no tomar decisiones como la de reducir plantillas, al menos por el momento.

Tampoco se han quedado parados lamentándose. Un 40% de los encuestados se ha aplicado en la búsqueda de nuevos mercados. Hay constancia de que al menos 53 compañías regionales se han valido de las misiones comerciales virtuales organizadas de manera conjunta por Sodercan y la Cámara de Comercio debido a la pandemia.

Estas reuniones telemáticas con potenciales clientes se centraron el año pasado en siete mercados estratégicos para las empresas cántabras (Rusia, Arabia Saudí-Catar, México, EE UU, Australia y Turquía) que forman parte del plan de internacionalización del tejido empresarial cántabro diseñado por Sodercan. Las empresas se han manifestado muy satisfechas con los resultados,  especialmente de los encuentros preparados con empresarios de EE UU, Arabia Saudí y Catar.

Varios participantes han reconocido que, de no haber contado con este formato telemático, no habrían viajado a estos países para buscar nuevos clientes.

“Sodercan nos ofreció participar y consiguieron ponernos en contacto con los actores principales del sector”, destaca María Eugenia Vega, directora de desarrollo de negocios y participadas de Equipos Nucleares (ENSA). Esta empresa pública participó en una misión virtual en Arabia Saudí, un país muy interesante para la compañía por sus ambiciosos proyectos en el campo de las centrales nucleares. Aunque aún no se ha materializado una colaboración comercial, “estamos en contacto con ellos, y hay que tener en cuenta que los proyectos nucleares van muy lentos”, explica Vega.

Vitrinor, fabricante de menaje de cocina, también ha participado en misiones comerciales virtuales con Australia, Arabia Saudí y Catar, y EE UU. “Esta misión nos ha permitido mostrar nuestro producto a varios potenciales clientes americanos. Gracias a los problemas del supply chain [las dificultades provocados por el aumento de los costes en el transporte marítimo y las paradas en las cadenas de producción de Asia], el ‘hecho en Europa’ está siendo un factor positivo para los americanos, que están penalizando el ‘made in China’. Que sea un producto europeo, para ellos es sinónimo de calidad”, explica la directora de Exportación de la empresa, María Moreno. De hecho, la cooperativa el Guriezo está negociando un desembarco comercial en Norteamérica con varios clientes.

Los coches suponen el 15% de las exportaciones cántabras, aunque no están fabricados en la región. Tampoco van destinados a la comunidad autónoma la mayoría de los que se importan, por lo que habría que matizar ambas cifras.

Así, aunque las circunstancias han impedido celebrar la mayor parte de las ferias y eventos, Vitrinor sigue demostrando su gran potencial exportador de sus productos de cocción. Ha entrado en ocho países más –ya supera los 50 en los cinco continentes– y de los 52 millones de euros que facturó el pasado año, el 75% provienen de la exportación.

En cualquier caso, el mundo del comercio exterior no se desentiende de los canales tradicionales. El 97% de los encuestados piensan retomar los viajes de promoción cuando la situación sanitaria lo permita. “Para muchas empresas, enseñar el producto es determinante”, reconocen desde la Cámara de Comercio.

La agitación producida por la pandemia también ha afectado a los proveedores extranjeros de las compañías cántabras. La mitad de los empresarios confiesa que se han visto forzados a buscar otros nuevos. Algunos, porque  varios países se vieron obligados a parar producciones por el aumento de casos de covid y las cadenas de suministros se vieron interrumpidas. Otros, por la escalada de costes del transporte marítimo, que les ha forzado a buscar suministradores más cercanos. Numerosas empresas que se abastecían en mercados asiáticos han vuelto la vista a Europa, que no siempre resulta competitiva en costes, pero sí puede ofrecer más flexibilidad y agilidad.

En cuanto a las perspectivas para este año 2022, las respuestas de los participantes en la encuesta son muy variadas: el 38% consideran que será el año de la recuperación, frente a un 32% que no tiene mucha confianza en que eso ocurra. Eso sí, la mayoría confía en que los fondos de recuperación de la Unión Europea aporten un impulso añadido a la recuperación.


Ayudas para la internacionalización

La salida de la crisis económica provocada por el covid depende de múltiples factores, entre los que destaca la internacionalización de las empresas. “Es importante que Cantabria cuente con empresas con capacidad de salir a mercados exteriores, ya que eso tiene como resultado el fortalecimiento de nuestra economía”, recalca el consejero delegado de Sodercan, Rafael Pérez Tezanos.

La empresa pública lanzará las líneas de subvenciones ‘Nuevos mercados nacionales e internacionales’ en el primer trimestre del año e incluirá una nueva para impulsar la presencia de las empresas en Internet, fomentar el uso del comercio electrónico y el posicionamiento en marketplaces.

Además, el Plan de Misiones mantendrá su formato virtual, y ya se han confirmado varios objetivos: Canadá, EE UU y Colombia.

“El objetivo de todo el Plan de actuaciones de este año es continuar aumentando el número de empresas cántabras que exportan de manera regular, poniendo a su disposición todas las herramientas de apoyo financiero y de asesoramiento necesarios”, asegura Pérez Tezanos.

Durante 2021, Sodercan destinó 3,3 millones en subvenciones para apoyar a las empresas de la región en la apertura de nuevos mercados.


Un 2021 de crecimiento, pese a los obstáculos

A la espera de qué deparará el año en el campo de las exportaciones, los datos de 2021 muestran que el sector exterior está sabiendo aprovechar las oportunidades que ofreció la postpandemia y han capeado la crisis de precios de las materias primas

El último informe mensual del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) señala que, a nivel sectorial, los productos químicos, las semimanufacturas y las manufacturas de consumo serán principales motores de crecimiento en las exportaciones regionales. Toman así el relevo de los bienes de equipo, que empiezan a dar muestras de estancamiento tras ser el primer subsector en recuperarse tras la pandemia.

En cuanto a las importaciones, las principales contribuciones positivas en 2021 provinieron de las semimanufacturas del automóvil, bienes de equipo y productos químicos.

Aunque los países a los que van dirigidos los productos cántabros son muy variados y se reparten por todos los continentes, el grueso de los intercambios se producen con la Unión Europea. Por tanto, la evolución de la comunidad autónoma depende, y mucho, de cómo evolucionen los países socios.

Cabe destacar el fuerte aumento  de las ventas a Italia durante el año pasado (un 41,1%), Alemania (26,8%), Portugal (17,8%) y, en bastante menor medida, a Francia (6,9%).

Nuestro primer comprador, no obstante, continúa siendo Francia, con un 20,2% de todo lo que exportamos; seguido de Alemania (15,9%) e Italia (7,5%).

En el resto de Europa, en 2021 había que despejar una gran incertidumbre: qué pasaría con las ventas al Reino Unido, ya fuera del marco de la Unión. A pesar de la complejidad  que representa la vuelta de las aduanas y de lo poco engrasada que estaba la maquinaria administrativa de las empresas en esos primeros meses, aumentaron un 4,4%, lo que muestra que, Reino Unido va a seguir  siendo muy importante para  el comercio exterior cántabro, y quizá lo sea aún más después de esta ruptura.

Las principales importaciones en 2021 provinieron de los sectores de semimanufacturas del sector automóvil, bienes de equipo y productos químicos.

En el ‘top 10’ de principales importadores de productos cántabros aparecen varios países de otros continentes. Y es llamativo que, en un año en el que el transporte marítimo se ha complicado tanto, las ventas a estos mercados lejanos hayan evolucionado tan positivamente. Hablamos de EE UU, Brasil, China (que aumentó sus compras en Cantabria en un 71,4%) y la aún más espectacular evolución de México (81,6%). Quizá la explicación esté en que las dificultades para abastecerse en Asia les ha obligado a buscar alternativas. Queda por saber si esas compras son coyunturales (en tanto se normalice el transporte marítimo con Oriente) o esos nuevos clientes se van a mantener.

Lo cierto es que el año pasado las exportaciones de la comunidad a terceros destinos subieron a un ritmo del 12,0%, y ya suponen el 29,1% del total, destacando el crecimiento de las ventas a Asia –excluido Oriente Medio– (36,9%), América Latina (36,4%) y América del Norte (2%).

Brexit y aduanas

Ya hace algo más de un año desde que la Unión Europea y Reino Unido constituyen dos mercados separados, con marcos regulatorios y legales distintos. Por el moment, el Brexit no ha tenido ningún impacto en la exportación de productos cántabros. Quizá porque, a pesar de la separación, los productos hechos en la Unión Europea no pagan aranceles en el Reino Unido si cumplen ciertas condiciones. Por ejemplo, si las materias primas o componentes de terceros países no superan un determinado nivel. Durante 2021, en la aduana británica no han sido muy estrictos en cuanto a esta premisa, pero lo previsible es que los costes de estos intercambios suban.

El paso por la aduana no es cómodo para las empresas y para los transportistas, pero con el transcurso de los meses se ha ido convirtiendo en un trámite más del día a día, sin llegar a causar mayores molestias ni retrasos.

Tras el abandono del Reino Unido de la Unión Europea, todos los flujos de mercancías entre ambos países dejaron de tener la consideración de operaciones intracomunitarias y, por lo tanto, pasaron a estar sujetos a formalidades aduaneras.

Este primer año de Brexit ha sido muy agitado para la Aduana de Cantabria, ya que el número de controles sobre las mercancías se han cuadruplicado, y se han tenido que incorporar diez funcionarios más.

Santander llevaba casi 30 años sin recibir cargas de los llamados países terceros, por lo que los agentes e inspectores aduaneros habían ido disminuyendo hasta que el Brexit ha cambiado radicalmente esta tendencia.

Los seis inspectores de sanidad animal y vegetal han tenido mucho más trabajo, tanto en la inspección de mercancías de importación y exportación como en el control de mascotas y equipajes personales procedentes del Reino Unido. El año pasado hicieron 2.640 controles de mercancías, de los que la mayor parte (2.219) fueron a exportaciones, y unos 10.000 sobre mascotas que viajan en los ferries. Esta cifra aumentará a medida que se normalice el flujo de ciudadanos británicos que viajan a España.

Hay medidas del Brexit cuya aplicación se está aplazando (especialmente en el sector agroalimentario), debido a la presión existente en las cadenas de suministro mundiales, por lo que, lo previsible es que el volumen de trabajo de los inspectores dedicados a estas materias siga creciendo, y la Delegación del Gobierno ya se plantea la necesidad de hacer más incorporaciones.

María Quintana

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