Dynasol incorpora la nueva línea de hules a la planta de Gajano y hará más inversiones

La fábrica sigue ampliando la cartera de productos termoplásticos que vende en más de 70 países

Las condiciones del comercio internacional son muy inestables, pero los riesgos se reducen en aquellas empresas que tienen los clientes repartidos por muchas geografías y mercados. Es el caso de Dynasol, que exporta el 90% de su producción a 70 países y acaba de poner en marcha, en su planta de Gajano, una nueva línea de hule adhesivo, una producción que hasta ahora realizaba en México. Una inversión de 72 millones de euros, que le abre nuevos mercados, sobre todo en el campo de la electrónica y en el de los vehículos eléctricos. Dynasol es fruto del acuerdo al que llegaron en 1999 Repsol y el grupo industrial mexicano Desc (que en 2007 cambiaría su nombre a KUO). Desde entonces, esta fábrica, que nació en 1966 con el nombre de Calatrava, pasó a centrarse en la producción de cauchos termoplásticos e hidrogenados, la gama de mayor valor dentro de los cauchos sintéticos.


Un año después de lo que preveía inicialmente, la planta cántabra de caucho sintético Dynasol ha inaugurado la línea de producción de hules, en la que ha invertido 72 millones de euros. 20.000 anuales, que en su gran mayoría irán destinadas a la exportación, como ocurre con otros productos de la factoría.

El Grupo Dynasol es líder mundial en la elaboración de caucho sintético y la planta cántabra cuenta con una capacidad de producción anual de 120.000 toneladas de SBS y SEBS, unos elastómeros fabricados con derivados del petróleo (estireno, butadieno, butileno…) que, por sus propiedades de elasticidad y flexibilidad similares al caucho, tienen muchas aplicaciones industriales, con la ventaja añadida que ofrece la facilidad de procesamiento de los termoplásticos. La forma hidrogenada (SEBS) ofrece, además, una mayor resistencia a la oxidación, al envejecimiento y a la radiación UV, haciéndolo adecuado para aplicaciones en exteriores o en condiciones exigentes. 

La inauguración de la nueva línea reunió a la cúpula del grupo y a las autoridades cántabras. De izquierda a derecha, Josu Jon Imaz, presidente de Repsol; Pedro Pérez Ferradas, alcalde de Marina de Cudeyo; la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga; el director general del grupo Dynasol, Felipe Jesús Varela; el consejero de Industria, Eduardo Arasti y el director general del Grupo Kuo, Alejandro de la Barrera.

En España, además de la planta cántabra, Dynasol cuenta con un complejo químico, ubicado en Álava, para la fabricación de diversos para el caucho, como acelerantes y antioxidantes.

Los cauchos que produce el Grupo en España van dirigidos, en su mayoría, a la fabricación de betunes asfálticos para carreteras, neumáticos, tubos, mangueras, cables de piezas técnicas de caucho, látex de recubrimiento, suelas de calzado y productos agroquímicos.

Dynasol tiene presencia en más de 75 países y cuenta con un catálogo de más de 190 productos. Así puede entenderse que la fábrica de Cantabria sea una de las más exportadoras de la región. El 90% de lo que sale de ella cada día se reparte por 70 naciones de todo el mundo.

Habrá más inversiones

La nueva línea de actividad ha supuesto una inversión de 72 millones de euros, que fortalece y apuntala la competitividad de la empresa, al aumentar la producción en 20.000 toneladas y ha generado 20 nuevos puestos de trabajo. Cubrirá la demanda creciente que están generando los vehículos eléctricos, la electrónica, los adhesivos para bienes de consumo rápido y los compuestos de asfalto.

Por este motivo, el grupo hispanomexicano tiene previsto hacer, próximamente, otra inversión por importe de 24 millones de euros. Dynasol no solo puede repartir los riesgos de mercado entre más de 70 países a los que vende, sino que su amplia cartera de productos y el trabajo de sus centros de innovación le han proporcionado una diversificación que minimiza la incertidumbre y volatilidad de los mercados.

Autoridades y responsables de la empresa quisieron dejar constancia del hito que supone la nueva línea de producción.

En octubre de 2017 Dynasol inauguró en Gajano un Centro Tecnológico de I+D+i  destinado a desarrollar nuevos productos y trabajar en la optimización de procesos de producción en el que invirtió más de 5 millones de euros. Además, incorporó una microplanta para testar esas mejoras.

La fábrica cántabra de Dynasol Elastómeros cuenta con 760.000 metros cuadrados de superficie y, antes de la incorporación de la línea de hules, acogía ya cuatro de reacción, cinco de secado, una planta de hidrogenación y una planta piloto. En 2010 se construyó una plataforma logística, que incluye silos de almacenamiento, máquinas de envasado y embalaje, además de un almacén cubierto con capacidad de 12.000 toneladas.

La historia del complejo

La línea de balas de caucho sintético de Dynasol.

La historia del complejo industrial de Gajano comienza el 15 de marzo de 1963, cuando el Gobierno de la nación aprueba el convenio suscrito en Bartlesville (Oklahoma) entre la Empresa Nacional Calvo Sotelo y la Phillips Petroleum Company para la constitución de una sociedad destinada a la producción de varios productos petroquímicos.

Se elige Gajano, en la bahía de Santander, donde se pueden descargar con facilidad las materias primas necesarias que llegan de las refinerías por vía marítima y no está cerca de grandes núcleos habitados. En 1964 empieza la construcción del complejo de Gajano, que llevará el nombre de la sociedad constituida, Calatrava, y dos años más tarde comienza la producción de caucho sintético y negro carbono. A partir de ese momento, la incesante actividad de la planta requiere varias ampliaciones que aumentan su capacidad de producción.

En 1986, a raíz de la creación del Instituto Nacional de Hidrocarburos, que absorbe todas las empresas petroquímicas que estaban en manos del INI, surge una nueva sociedad, Alcudia, con un capital social de 10.039 millones de pesetas y 1.940 empleados. Solo un año más tarde, cuando el INH adopta el nombre de Repsol, una de sus marcas comerciales, la planta cántabra vuelve a cambiar la denominación y pasa a llamarse Repsol Química.

En 1999, la firma española decide unir fuerzas con el Grupo Petroquímico Mejicano Girsa, perteneciente al Grupo Desc, para alcanzar la masa crítica suficiente como para operar en el mercado internacional de grandes clientes. Se alían al 50 por ciento y la planta cántabra pasa a denominarse Dynasol. Esa alianza le permite situarse entre los líderes mundiales de la fabricación de caucho sintético.

En 2015, los accionistas, Repsol Química y Grupo KUO ampliaron su acuerdo, con el fin de mejorar su capacidad de competir en esos mercados, lo que deparó una nueva estructura societaria, con dos holding, uno en España (Dynasol Gestión) y otro en México (Dynasol Gestión México).

Cada vez más aplicaciones

A pesar de la madurez que ha adquirido los cauchos sintéticos (que se desarrollaron con mucha fuerza a partir de las carencias de la Segunda Guerra Mundial) siguen apareciendo nuevas variantes y utilidades. La hidrogenación (SEBS), por ejemplo, le añade al caucho sintético una gran estabilidad, haciéndolo más resistente a los ataques químicos. Esta característica lo convierte en insustituible en aplicaciones sometidas a condiciones climáticas o ambientales especialmente duras.

Su utilidad se extiende a muchos otros campos, desde la fabricación de adhesivos que deben estar a la intemperie, al campo de la medicina (para catéteres y bolsas para sangre), el recubrimiento de oleoductos, la fabricación de una nueva gama de lubricantes para automóviles o los neumáticos de alto rendimiento.

Estos copolímeros están aprobados también para su uso en contacto con alimentos y presentan una excelente absorción de aceite, además de buenas propiedades mecánicas y alta resistencia al envejecimiento. Los SEBS se emplean para la obtención de compuestos que necesitan una alta transparencia y en aplicaciones que requieren esterilización por vapor.

Ecodiseño

Además de apostar por la innovación, el Grupo Dynasol ha establecido la sostenibilidad como uno de los pilares y lo ha trasladado al desarrollo de nuevos productos. A través de su Dirección de Tecnología, trabaja para desarrollar soluciones que respondan a las demandas de mercado, teniendo en cuenta el impacto sobre el medio ambiente y la contribución a una economía más circular.

Una vista aérea de la planta cántabra.

 Desde 2021 tiene implantado el ecodiseño en sus proyectos de innovación con lo que busca desarrollar soluciones que tengan un impacto ambiental, social y económico positivo. Este procedimiento incluye consideraciones ambientales y de seguridad, asegurando que cada nuevo desarrollo sea más sostenible que el anterior. El ecodiseño pretende contribuir a la reducción del consumo de recursos (materias primas, energía y agua), a la reducción de residuos y emisiones, a una mayor vida útil del producto, al empleo de materiales de origen bio o reciclado y al uso de químicos más seguros y sostenibles.

En España, Dynasol cuenta con dos grupos de investigación ubicados en España (Cantabria y Álava) y un equipo de asistencia técnica a clientes (Cantabria) en los que trabajan 39 personas.

A comienzos de 2022, Dynasol contaba con 97 patentes y otras 57 nuevas estaban en trámite de aprobación.

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