Seis detenidos en Cantabria que asaltaban empresas en el norte del país por el procedimiento del ‘butrón’

Una operación policial conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Foral y Ertzaintza se ha saldado con la detención en Cantabria de seis personas que, junto con otra localizada posteriormente, se dedicaban presuntamente al robo en empresas en polígonos industriales a través de butrones. La operación ha permitido esclarecer un total de 56 delitos en los que se han cometido daños por más de un millón de euros.

La robos se han cometido en Navarra (46), en Asturias (dos en Gijón, otro en Lada y otro en Langreo), Álava (dos en Vitoria), Cantabria (dos en Santander), en Vizcaya (uno Orozco) y uno más en Zaragoza capital.

Los cuerpos policiales que han llevado a cabo la operación detectaron que en los últimos meses se había producido un incremento de robos con fuerza y, más concretamente, de los cometidos mediante butrones. Al detectar que los robos por ese procedimiento estaban afectando a varias provincias, se inició una investigación conjunta denominada ‘Romina-Roca-Gastadores-Salto’.

La forma de actuar en los robos era muy similar. Actuaban de forma itinerante y se desplazaban a España –los autores eran serbios pero con residencia en Kosovo– con el único propósito de robar en determinados núcleos urbanos durante un corto periodo de tiempo. Una vez cometidos los asaltos y ante la alarma socia, se trasladaban a otros municipios.

Principalmente cometían los robos durante los meses comprendidos entre febrero y abril, así como en noviembre y diciembre. Abandonaban el país y regresaban a Kosovo en las épocas estivales, donde invertían en bienes muebles e inmuebles los cuantiosos beneficios de los robos.

Para cometer los delitos, fijaban y estudiaban un objetivo, distribuyendo las tareas que tendrían los integrantes de la banda durante el asalto. Utilizaban varios vehículos, entre ellos un coche ‘lanzadera’ y otro con el que se desplazaban durante el robo y la huida, tras el vehículo de vigilancia.

Una vez en las inmediaciones de su objetivo, inutilizaban los sistemas de seguridad instalados en las empresas. Realizaban un butrón para acceder al interior de los locales, robando en algunos casos en varias empresas colindantes con la práctica de sucesivos butrones, y ocasionaban cuantiosos daños.

En sus acciones utilizaban varias y sofisticadas medidas de seguridad enfocadas a eludir la acción policial, como identidades falsas, inhibidores de frecuencia o el citado vehículo lanzadera, entre otras.

DETENCIONES Y REGISTROS DOMICILIARIOS

A medida que avanzaban las investigaciones se iba estrechando el cerco sobre los autores, al igual que se iban detectando otros robos presuntamente cometidos por las mismas personas en otras comunidades autónomas.

El análisis de las comunicaciones determinó que formaban un grupo criminal de al menos siete hombres, todos ellos de origen serbio pero con residencia en Kosovo, que estaba asentado en la localidad madrileña de Leganés.

Tras conocer que estas personas se iban a desplazar desde Leganés hasta Cantabria para realizar labores de vigilancia de objetivos, se implementó un dispositivo de vigilancia y seguimiento compuesto por agentes de paisano y uniformados.

Durante dicho dispositivo los dos vehículos fueron seguidos discretamente por los agentes policiales, que vieron cómo adoptaban numerosas medidas de seguridad (varias vueltas a las rotondas y cambios de sentido repentinos, etcétera).

Finalmente, ambos vehículos fueron interceptados en las inmediaciones de Torrelavega, donde fueron detenidas seis personas y trasladadas a la Comandancia de la Guardia Civil de Santander.

Tras estas detenciones, se llevaron a cabo un total de cinco registros domiciliarios en las localidades de Madrid (2) y de Leganés (3) y posteriormente se localizó a una séptima persona a la que se imputan los mismos hechos.

Se calcula que el perjuicio económico a las víctimas de los robos ronda los 100.000 euros, a lo que habría que sumar los daños producidos en los diversos establecimientos y que podrían llegar al millón de euros.

Con esta operación policial, llevada a cabo conjuntamente entre Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral y Ertzaintza, y bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 5 de Pamplona, se han logrado esclarecer 56 hechos delictivos relativos a robos y hurtos, así como desarticular un grupo criminal que había generado cierta alarma social en las zonas donde actuaba.

Las investigaciones continúan con el objetivo de esclarecer otro buen número de robos (alrededor de 46 casos), producidos en la Comunidad Autónoma Vasca, en los que se presume la participación del citado grupo criminal.

Además, los agentes se han incautado de 3.955 euros en efectivo, dos vehículos y numerosas herramientas y efectos utilizados durante los robos (radiales, discos para radiales, martillos percutores, varios radio-teléfonos, cuerdas, guantes, bufandas, varios radio teléfonos, etc).

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