Restos humanos, armas y objetos visigodos: Encuentran depósitos funerarios en La Garma

Se someterán a un proceso de restauración y a analíticas para conocer más sobre una de las épocas más desconocidas de la historia cántabra

La campaña de excavaciones arqueológicas que se ha desarrollado en el marco del proyecto Garma XXI en los depósitos funerarios hallados en La Garma ha dado lugar al descubrimiento de restos óseos de alrededor de una veintena de individuos, además de objetos como broches y armas que datan de la época visigoda, en torno al año 700 después de Cristo.

Éstos se han encontrado en la Galería Basal, el piso del sistema de La Garma que atraviesa actualmente el río que ha formado la cavidad. Por lo tanto, se trata de un lugar de muy difícil acceso al que se llega tras un recorrido de más de dos horas que implica descender cuatro niveles desde la entrada actual de la cueva, situada 50 metros por encima de esta galería, y descender unos 500 metros por el cauce del río.

Uno de los depósitos funerarios hallados en este espacio contenía los restos de cuatro individuos que fueron depositados de forma simultánea y con diversos objetos, entre los que destacan un broche de cinturón, una cadena de bronce, un hacha de combate y un cuchillo de hierro con restos de la vaina de cuero.

Y aunque algunos de los restos habían sido desplazados de su lugar original por el río, que varía de nivel, éstos estaban intactos al haber sido depositados en un estrecho nicho de la cavidad, elevado a 3,5 metros sobre el suelo de la galería. Otra de sus particularidades es que presentan un color negro, al igual que la cavidad, debido al depósito de óxido y manganeso.

Además, en otro sector de la galería se encontró otro depósito con restos de una mujer adulta y un individuo juvenil –de sexo aún desconocido–, uno de los cuales portaba también un broche de cinturón.

Los directores del complejo arqueológico de La Garma, el catedrático de la Universidad de Cantabria Pablo Arias y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), Roberto Ontañón, acompañados por la consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, han dado a conocer este jueves en rueda de prensa los descubrimientos de la campaña de verano, cuyos trabajos se iniciaron el 22 de junio y finalizaron el 8 de septiembre.

En este periodo se ha continuado con la exploración del conjunto funerario visigodo que se descubrió el año pasado en las profundidades de la cueva. Además, la campaña se ha centrado en cuatro de los 11 yacimientos encontrados hasta ahora en La Garma, un complejo arqueológico con restos de «todas las épocas del pasado».

Así, en la entrada de La Garma A se han estudiado las primeras ocupaciones de seres humanos de nuestra especie y el tránsito de los neandertales a las poblaciones modernas, en el castro del Alto de La Garma se han documentado los orígenes de los primeros pueblos cántabros y en la Galería Basal el comportamiento funerario del final de la época visigoda.

En la actualidad, los restos recuperados están siendo objeto de un delicado proceso de estabilización y restauración y posteriormente se les aplicarán técnicas analíticas para saber más de aquellos individuos enterrados en el lugar, como si estaban emparentados o si eran de esta zona o procedían de otro lugar.

ENTERRAMIENTO «ATÍPICO»

Y es que el misterio de estos depósitos funerarios es el motivo del enterramiento en este lugar «atípico», pues en su época estaba extendido ya el cristianismo y lo habitual era hacerlo en cementerios o necrópolis, han explicado Arias y Ontañón.

Además, se descarta que no tuvieran medios económicos para este tipo de inhumaciones, ya que los objetos con los que les enterraron eran de valor. Además de armas y broches, en La Garma se han hallado también útiles de la vida cotidiana, como parte de un huso de un telar o un saco de lino con semillas.

Así, las investigaciones de los restos contribuirán a aportar información que tendrá «gran valor», ya que su época es una de las más desconocidas de la historia de Cantabria. «Nos quedan muchas respuestas y las tenemos que buscar en estos restos», han señalado los directores de la excavación.

Al margen de estos hallazgos funerarios, en el castro del Alto de La Garma se ha trabajado sobre la génesis de los pueblos cántabros en torno al siglo V o VI a.C., que posteriormente se enfrentaron a los romanos en el I a.C. De ello se han encontrado los restos de un poste de madera con piedras alrededor a modo de calce que se entiende que formaba parte de una «sencilla» muralla.

Así, para los investigadores La Garma es «probablemente el yacimiento más relevante» para estudiar los inicios de la Edad de Hierro.

Asimismo, en torno a la entrada de La Garma A se han documentado vestigios de los primeros homo sapiens sapiens, de hace 40.000 años, y en otros niveles otros más recientes, de hace 25.000.

El destino definitivo de los restos será un espacio específicamente dedicado a la arqueología de época visigoda en Cantabria, que constituirá una de las principales novedades de la exposición permanente del nuevo MUPAC que está en construcción.

La consejera de Cultura ha puesto en valor que el hallazgo de La Garma hace 30 años supuso «un punto de inflexión», ya que se trata de un yacimiento «extensísimo» que abarca varias épocas, y por ello «seguirá ofreciendo sus sorpresas y secretos durante muchos años».

 


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