La vacuna de AstraZeneca muestra una eficacia del 80% en mayores de 65 años, según un estudio de la compañía

La vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 tiene una eficacia del 80% en mayores de 65 años, según el ensayo de fase III que la compañía ha realizado en Estados Unidos. Los resultados de este estudio estaban siendo esperados por el Ministerio de Sanidad para aprobar o no el uso de esta inyección en individuos de mayor edad, tal y como ha señalado la ministra, Carolina Darias, en varias comparecencias.

De acuerdo con este trabajo, la vacuna demostró una eficacia estadísticamente significativa del 79% en la prevención de la COVID-19 sintomática y una eficacia del 100 por ciento en la prevención de la enfermedad grave y la hospitalización.

Este análisis intermedio de seguridad y eficacia se basó en 32.449 participantes que reclutaron 141 casos sintomáticos de COVID-19. La eficacia de la vacuna fue consistente en todas las etnias y edades. Entre los participantes del análisis provisional, aproximadamente el 79% eran blancos/caucásicos, el 8% negros/afroamericanos, el 4% nativos americanos y el 4% asiáticos, y el 22% de los participantes eran hispanos.

Aproximadamente el 20 por ciento de los participantes tenía 65 años o más, y aproximadamente el 60% tenía comorbilidades asociadas a un mayor riesgo de progresión de la COVID-19 grave, como diabetes, obesidad grave o enfermedad cardíaca.

La vacuna fue bien tolerada y el comité independiente de supervisión de la seguridad de los datos no identificó ningún problema de seguridad relacionado con la vacuna. Además, este comité llevó a cabo una revisión específica de los eventos trombóticos, así como de la trombosis del seno venoso cerebral con la ayuda de un neurólogo independiente. No encontró un mayor riesgo de trombosis o eventos caracterizados por la trombosis entre los 21.583 participantes que recibieron al menos una dosis de la vacuna.

«Estos hallazgos reconfirman los resultados anteriores observados en los ensayos con la vacuna en todas las poblaciones adultas, pero es emocionante ver por primera vez resultados de eficacia similares en personas mayores de 65 años. Este análisis valida la vacuna de AstraZeneca como una opción de vacunación adicional muy necesaria, ofreciendo la confianza de que los adultos de todas las edades pueden beneficiarse de la protección contra el virus», reivindica Ann Falsey, catedrática de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Rochester (EE.UU.) y coinvestigadora principal del ensayo.

AstraZeneca asegura que continuará analizando los datos y preparándose para el análisis primario que se presentará a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para su autorización como uso de emergencia «en las próximas semanas». Paralelamente, este análisis primario se presentará para su publicación en una revista revisada por pares.

Este ensayo de fase III en EE.UU., dirigido por AstraZeneca, incluyó dos dosis administradas con un intervalo de cuatro semanas. En ensayos anteriores se demostró que un intervalo ampliado de hasta 12 semanas demostraba una mayor eficacia, lo que también estaba respaldado por los datos de inmunogenicidad. Estas pruebas sugieren que la administración de la segunda dosis con un intervalo superior a cuatro semanas podría aumentar aún más la eficacia y acelerar el número de personas que pueden recibir la primera dosis.

Un 52% de los españoles ve «insegura» la vacuna de AstraZeneca tras las dudas sobre los trombos, según encuesta

Un 52 por ciento de los españoles ve la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca como «insegura», frente al 25 por ciento a finales de febrero, tras los casos de eventos tromboembólicos que se están investigando como posible reacción adversa de la inyección, según una encuesta realizada por YouGov en más de ocho mil personas en Reino Unido, Alemania, Italia, España, Dinamarca y Suecia.

A finales de febrero, esta misma encuesta mostró que los europeos ya desconfiaban de la vacuna de AstraZeneca, que no había experimentado el mismo nivel de confianza que las alternativas de Pfizer y Moderna en los meses anteriores. No obstante, en todos los países estudiados, excepto en Francia, había más personas que consideraban que la vacuna de AstraZeneca era segura que insegura.

En su anterior encuesta en Alemania, el 43% dijo que creía que la vacuna era segura, frente al 40 por ciento que la consideraba insegura. A partir de ahora, la mayoría de los alemanes piensa que la vacuna es insegura (55 por ciento) y solo un tercio la considera segura (32%).

En Francia, donde la gente ya consideraba la vacuna insegura (43%) que segura (33%), esas cifras han empeorado hasta el 61% de inseguros y el 23% de seguros.

En Italia y España, la mayoría de las personas habían considerado previamente que la vacuna de AstraZeneca era segura (54% y 59% respectivamente). Desde entonces, esas cifras han descendido al 36% y al 38%, en ambos casos por debajo de la proporción que considera que la vacuna no es segura.

Solo en Gran Bretaña se puede considerar que las sospechas sobre los coágulos de sangre tiene poco o ningún impacto, ya que la gran mayoría sigue considerando que la vacuna es segura, con un 77% (4 puntos menos que en febrero, y todavía a la par con el 79% de calificación de seguridad de Pfizer).

Los nuevos participantes en la encuesta de este mes son Suecia y Dinamarca. En Suecia, la vacuna de AstraZeneca sigue siendo considerada segura por más personas que las que no lo son (43% frente a 34%), mientras que los daneses están empatados con un 42%. En ambos casos, sin embargo, es considerada segura por muchas menos personas que las alternativas de Pfizer y Moderna.

La encuesta destaca, no obstante, que no se ha producido ningún ‘contagio’ de la preocupación por la vacuna de AstraZeneca a las de Pfizer y Moderna, que se consideran exactamente igual de seguras que hace tres semanas.

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