La planta de compostaje de biorresiduos de Bezana ha tratado más de 170 toneladas desde su puesta en marcha

La planta de compostaje de biorresiduos de Santa Cruz de Bezana, la primera de toda Cantabria, ha tratado más de 170 toneladas, lo que equivale a unos 30 contenedores de gran volumen de un punto limpio, desde que se puso en marcha en las instalaciones del punto de limpio del municipio.

Con una capacidad estimada en 850 toneladas anuales de biorresiduos a tratar, produciéndose unas 300 toneladas anuales de compost y una inversión de 644.000 euros, la planta de compostaje de biorresiduos de Bezana trata compostaje de fracción vegetal procedente de restos de podas y trabajos de jardinería doméstica, que se suma a los servicios de recogida de voluminosos, escombros y podas, así como fracciones reciclables en los residuos urbanos y residuos catalogados como peligrosos para su posterior reciclado, reutilización o valorización en función de cada caso.

El primer lote de compost maduro se obtuvo en octubre de 2022 y se analizó de acuerdo a la legislación sobre productos fertilizantes. Los resultados apuntaron que el producto obtenido en este primer lote es de «elevada calidad» y está maduro para su distribución y uso, mientras que el segundo lote está en proceso de maduración en meseta y se prevé que la toma de muestras esté lista para el próximo mes de febrero.

La empresa pública MARE, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, ha establecido un procedimiento para la salida del producto en el que se plantea su distribución, con una cesión gratuita, a ayuntamientos y organismos públicos que dispongan de autorización vigente de uso de la Red de Puntos Limpios de Cantabria, previa solicitud expresa, y debiendo justificarse su uso en parques, jardines, conservación de zonas verdes o restauración de áreas degradadas.

La distribución se llevará a cabo a través de sacos con una cantidad máxima por entrega de cinco metros cúbicos, estimándose que podrán ser distribuidas sobre 600 unidades de sacos big-bag de forma anual.

Así lo ha explicado este miércoles el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, durante la visita que ha realizado a las instalaciones de la planta junto al director de MARE, José María Díaz; el director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Agustín Ibáñez, y el alcalde de Santa Cruz de Bezana, Alberto García.

Todos ellos han coincidido en destacar el buen funcionamiento de la nueva planta en beneficio de la mejora de la calidad de vida de los vecinos y la mejora de la biodiversidad de la región.

Blanco ha destacado la importancia que tiene esta planta para seguir contribuyendo a la conservación y protección del medio ambiente desde la concienciación ciudadana y la implicación de todos de aportar «nuestro granito de arena con un gesto tan sencillo como es reciclar».

«El reciclaje se ha convertido en un hábito que nos sirve para proteger y asegurar el futuro de nuestra región y, por lo tanto, de nuestro planeta», ha subrayado el titular de Medio Ambiente, quien ha puesto hincapié en el reto que «tenemos todos» de seguir minimizando la generación de residuos y favorecer su recuperación.

Asimismo, ha puesto en valor la creciente conciencia ambiental de los cántabros en los últimos años y la importancia de la red de puntos limpios del Gobierno de Cantabria como una herramienta «esencial» que contribuye a lograr la integración plena de la región en un modelo de economía circular para poder alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea.

En el caso de las instalaciones de Santa Cruz de Bezana, Blanco ha destacado su buena acogida desde que se pusieron en marcha en 2021 para que los vecinos cumplan con la responsabilidad personal de cuidar el medio natural.

El alcalde se ha sumado a la satisfacción del consejero por el buen funcionamiento que está teniendo la planta porque, además de «dar respuesta a una necesidad histórica del municipio», ofrece nuevas soluciones a un problema como es el elevado porcentaje de residuos procedentes de las podas que se generan en el municipio.

«Esta opción permite dar un uso eficiente a este tipo de materiales apostando por la economía circular, reduciendo el consumo y el desperdicio, a la vez que convertimos residuos en materia prima, que retorna al ciudadano para su uso particular», ha señalado García, quien ha asegurado que este nuevo sistema de recogida ha mejorado la selección en los puntos de recogida del municipio.

PLANTA DE COMPOSTAJE

La planta de compostaje de Bezana forma parte de un proyecto piloto implementado por MARE con el fin de cumplir con el Plan de Residuos de Cantabria 2017-2023 en lo referente a la priorización y fomento de la recogida selectiva de biorresiduos para la obtención de un compost de calidad.

El proceso comienza con una fase de pretratamiento a la entrada de la planta con una báscula para llevar un registro de pesajes, tanto de material tratado como de producto obtenido, realizando una labor de separación y clasificación de los residuos entrantes y clasificando los residuos leñosos de los no leñosos.

En esta fase se tritura el material a compostar hasta adquirir un tamaño acorde al que se quiere introducir en las pilas de compostaje mediante una biotrituradora. A continuación, se inicia una fase de fermentación mediante la gestión de los materiales en pila con aireación, cubriendo las pilas con mallas o lonas semipermeables, con controles semanales de temperatura, humedad y dióxido de carbono.

El proceso continúa con una fase de maduración del compost, en la que se tardan unos 6 meses en obtener un compost madurado desde la entrada del biorresiduo en la instalación.

La fase final, dependiendo del uso que se le pretenda dar al producto, incluye un cribado final para recuperar material estructurante y obtener un compost de una granulometría homogénea.

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