El fiscal mantiene su petición de 25 años de cárcel a la acusada de decapitar a su pareja en Castro

El fiscal del caso del ‘cráneo de Castro Urdiales’ ha elevado a definitivas sus conclusiones en la penúltima jornada del juicio contra Carmen Merino, acusada de decapitar a su pareja, Jesús María Baranda, y para la que el ministerio público reclama 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía (imposibilidad de defensa) y con la agravante de parentesco.

Por su parte, la acusación particular -que ejercen los hijos del fallecido, banquero vasco jubilado de 67 años cuando desapareció- ha insistido en la recta final de la vista oral en la prisión permanente revisable por el mismo ilícito a la procesada, natural de Sevilla de 64 de edad, ingresada en el centro penitenciario El Dueso (Santoña) desde el macabro hallazgo, en septiembre de 2019.

Subsidiariamente, los familiares interesan la misma pena que la Fiscalía, mientras que el abogado defensor ha reiterado la libre absolución para su patrocinada, aunque ha introducido subsidiariamente el delito de encubrimiento, sin que proceda indemnización alguna. En el caso del fiscal pide 20.000 euros para cada uno de los dos hijos de Baranda y su hermano, ya que ha retirado finalmente la petición para su primo; mientras que la acusación particular mantiene los 35.000 euros de indemnización para todos ellos por el daño moral causado.

Merino ha negado su participación en los hechos al asegurar que en el paquete que había entregado meses antes a una amiga suya para que se lo guardase había juguetes sexuales y no la cabeza de quien durante siete años había sido su pareja sentimental, con quien convivía en la calle Padre Basabe de la localidad cántabra.

El hombre fue visto con vida por última vez en el mes de febrero y un primo suyo denunció la desaparición en abril. El cuerpo aún no ha sido encontrado.

El plenario, con jurado, se está desarrollando esta semana y la anterior en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, y este jueves se centra en las conclusiones e informes finales y el derecho a la última palabra de la procesada.

El juicio arrancó con el interrogatorio a Merino, que se dividió en dos sesiones y solo contestó a preguntas de su abogado. En su declaración señaló a la amiga a la que entregó el paquete, asegurando que tras abrirla y ver el contenido, le dijo: ‘Tengo un regalo para ti, la cabeza de Jesús en una caja’, extremo que rechazó esta testigo clave en la causa, que acusó a la sospechosa de mentir.

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