Años de euforia
El Gobierno de coalición PSOE-PRC ha tenido la suerte de cara. El espectacular incremento de los ingresos por IVA, Impuesto de Sociedades, Actos Jurídicos Documentados e Impuestos Especiales ha podido con todo, incluso con una política de gasto generosísima que ha multiplicado los presupuestos de la región. En 2002 la comunidad autónoma necesitaba mil millones de euros aunque aún no tenía transferida la Sanidad. Para el próximo año se alcanzará la frontera de los 2.200, un salto bastante más que cuantitativo para una sola legislatura y que aún sería mayor de computarse las obras que se realizan gracias a la financiación estructurada: en los pocos meses que quedan de legislatura se invertirán unos 300 millones de euros que no figuran en los presupuestos porque tienen financiadores privados y que, en este caso, se van a destinar a la construcción de varios colegios e institutos, cuatro centros de salud, el Hospital Tres Mares de Reinosa, la adquisición de suelo industrial y la rehabilitación del Palacio del Mueble, entre otros fines.
El negocio de la construcción
Este remedo moderno del milagro de los panes y los peces trasladado a las cuentas públicas no lo es tanto si se tiene en cuenta la evolución económica del país y de la región. El espectacular volumen de actividad de la construcción ha sido un gran negocio para los promotores, pero también para el Gobierno regional, que obtiene el 7% del coste final de todas las viviendas que se venden a través del IVA o del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, y que, además, se lleva por duplicado un 1% del valor que figura en las escrituraciones ya que a cada compra le suele acompañar una hipoteca para financiarla.
El Impuesto sobre Transmisiones y Actos Documentados, que en el 2000 recaudaba 80 millones de euros, va a aportar el año próximo casi 300, lo que corrobora que los compradores de casas están sosteniendo una buena parte del coste de la Administración regional y han venido a compensar con creces los 20 millones de euros perdidos al decidir el Gobierno presidido por Martínez Sieso exonerar de fiscalidad las sucesiones y las donaciones. El actual gabinete de centro-izquierda no ha mostrado ninguna intención de cambiar este estado de cosas, aunque eso haya trasladado buena parte de la carga fiscal hacia los endeudados hombros de quienes hacen el enorme esfuerzo de comprar una vivienda.
A pesar del rápido descenso que se ha producido en la entrada de fondos comunitarios, a medida que la región agotaba el periodo de salida del Objetivo 1, los Presupuestos venían creciendo en los últimos cuatro años a un ritmo anual del 26%, al tiempo que la deuda se mantenía estable. Un ritmo que bajará ahora ya que para el próximo año sólo crecen un 5,7%.
El efecto riqueza generado por este fortísimo incremento del gasto público se ha reforzado más aún por el hecho de que la ejecución presupuestaria (la parte que realmente se gasta) ha subido más de ocho puntos. Y ha habido dinero para todo, incluso para generar superávits crecientes que han apuntalado algunas políticas sociales e infraestructuras mal presupuestadas, como ha ocurrido con el Hospital Valdecilla, o para dedicar 150 millones de euros a situaciones sobrevenidas como la sequía y pagar algunas deudas que llevaban años esperando en los cajones de los sucesivos gobiernos regionales.
El consejero de Economía y Hacienda, Angel Agudo, ha presumido de que la situación financiera de Cantabria es, junto con la de La Rioja, la más saneada en términos de deuda sobre el PIB. En una reciente comparecencia, el consejero de Hacienda consideró los crecimientos presupuestarios de Cantabria “prudentes”, en comparación con los de Valencia, Extremadura o Galicia, cuyo endeudamiento les ha obligado a presentar un plan de saneamiento ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera que les ha supuesto fuertes contenciones del gasto para los próximos años.
Las deudas históricas
La afluencia de ingresos ha permitido que el Gobierno de coalición PSOE-PRC haya cerrado hasta ahora todos los ejercicios con superávit. De los 7,5 millones de déficit del 2002 (último ejercicio completo del Gabinete PP-PRC) se ha pasado a 126 millones de superávit en 2005, según datos de la Intervención en los que están incluidos los organismos y empresas públicas.
Este dinero se ha empleado en pagar deudas históricas. El actual Gobierno se encontró al llegar con obligaciones por valor de 110 millones de euros que no tenían respaldo presupuestario alguno aunque en algunos casos, como los gastos derivados de la limpieza del ‘Prestige’, hubiese compromisos verbales. En concreto, tuvo que dedicar 36 millones a pagar la limpieza del chapapote; diez millones a sanear el agujero de la Empresa de Residuos (ahora MARE) que estaba en situación de liquidación, y seis millones para adquirir, por fin, los terrenos de Cabárceno, donde el Gobierno regional estaba en precario desde 1988, a pesar de haber invertido en ellos 5.000 millones de pesetas de la época. Otros seis millones tuvieron que ser aportados en ampliaciones de capital de Iparlat –que ya estaban comprometidos– y 30 millones más se dieron por perdidos, ya que eran deudas de los ayuntamientos por agua y basura que a esas alturas resultaban imposibles de cobrar. Por si fuera poco, hubo que abonar 21 millones para cumplir la sentencia definitiva sobre los terrenos de Astilleros del Atlántico y 1,3 millones por otra sentencia de la época de Juan Hormaechea.
A esta ristra de problemas históricos se han añadido situaciones sobrevenidas, como los 17 millones que se han dedicado en ayudas al sector ganadero para resarcirle de la sequía (diez este año) y el cumplimiento de compromisos adquiridos por el anterior Gobierno con empresas de sectores maduros para cofinanciar sus prejubilaciones, que han obligado a desembolsar 21,5 millones de euros (ocho en el caso de Greyco, dos en Sniace, 0,8 millones en Hilatura de Portolín, ocho en Astander y 2,7 en Azsa).
Créditos más baratos
El hecho de que el endeudamiento actual no supere el 3% del PIB tiene la ventaja añadida de que el Gobierno consigue una calificación de solvencia muy alta y puede conseguir préstamos a tipos de interés por debajo del precio del dinero. Los últimos se han negociado al euríbor menos tres puntos básicos, lo que permitirá ahorrar tres millones de euros en gastos financieros en los próximos diez años, según Agudo, quien está seguro de que la buena situación financiera de Cantabria explica el dinamismo que está mostrando la economía regional y el tirón del empleo.