Un exdirectivo de Banco de España afirma que Casaus defendió ante Fernández Ordóñez el SIP de Bankia

La Audiencia Nacional admite el correo del exinspector Casaus a la causa

El exdirector del departamento de inspección IV del Banco de España Pedro González ha desvelado en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia un nuevo correo del exinspector José Antonio Casaus en el que defendía ante el entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) que dio lugar al grupo BFA-Bankia.

Durante su interrogatorio en calidad de testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), Pedro González ha calificado a Casaus de ser “un visionario” por prever la caída de BFA antes de la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, pero ha defendido que este creía firmemente en el SIP que dio lugar al grupo y que hasta el último trimestre de 2011 no supieron que la entidad no era viable.

Para ello, ha leído ante la Sala un nuevo email de julio de 2010 que ha sido admitido por el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo a petición de la defensa del expresidente de Bankia Rodrigo Rato, a pesar de que días antes rechazó incorporar otros correos internos de Casaus.

González ha apuntado en primer lugar que Fernández Ordóñez era un gobernador “peculiar”, ya que en ocasiones se saltaba la jerarquía del Banco de España y contactaba directamente con alguno de sus empleados.

En este sentido, el 5 de julio de 2010 citó a Casaus en su despacho, quien informó de ello a González y le remitió por escrito un resumen de la reunión, en el que expresaba la opinión que “todos” tenían en ese momento, según el testigo.

En este correo, Casaus señaló que “con intención de transmitir la imagen global al gobernador y de dar tranquilidad”, le indicó que los saneamientos del SIP ascendían a 10.758 millones de euros, una cifra “muy próxima” a los 11.000 millones de pérdida esperada a dos años según los cálculos del departamento de Supervisión del Banco de España en su escenario intermedio.

Según dicho email, Casaus trasladó al gobernador la necesidad de constituir el SIP. “Le indico que resulta necesario para la viabilidad de las siete cajas participantes, y fundamento tal conclusión en el diagnóstico de estas siete cajas y los graves problemas de solvencia liquidez y rentabilidad”, reza el correo que este lunes ha leído González, quien ha respaldado lo que puso de manifiesto Casaus al sostener que él “no lo hubiera dicho mejor”.

Respecto a las posteriores declaraciones del exinspector sobre la necesidad de más provisiones para BFA (Casaus sostuvo en el juicio que calculaba que necesitaba saneamientos de 16.000 millones, frente a los 9.800 millones de dotaciones), González ha defendido que “todas las opiniones son válidas” y que Casaus “era un visionario”, pero que se trataba de “conjeturas” y no de pruebas.

En esta línea, ha recordado que esta “opinión” no está en ningún informe, que hasta el último trimestre de 2011 no supieron que BFA no era viable y que Casaus era defensor del SIP, al igual que el resto de inspectores, para lo que ha leído el citado correo.

La defensa de Rato ha intervenido entonces para pedir que este email se aporte a la causa por las posibles contradicciones que pudiera demostrar en la comparecencia de Casaus, a lo que la fiscal Carmen Launa se ha opuesto únicamente por el principio de paridad, ya que semanas antes el tribunal rechazó la incorporación de otros correos del mismo exinspector. Sin embargo, Murillo ha aceptado su incorporación al procedimiento.

EL SIP, UN MATRIMONIO SIN POSIBILIDAD DE DIVORCIO

Respecto a la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) por el que se integraron las siete cajas que dieron lugar al grupo BFA, Pedro González ha comparado la operación como “un matrimonio sin posibilidad de divorcio” que exigía que las entidades tuviesen un amplio conocimiento unas de otras, lo que además determinaría el peso en la gobernanza que tendría cada uno.

Según ha relatado, el origen del SIP se explica por las proyecciones que el Banco de España tenía sobre la evolución de las entidades en el futuro ante la previsión de dificultades en la situación económica, que finalmente fue “mucho más dura y severa” de lo esperado.

Así, el Banco de España hacía un análisis interno de cómo podían comportarse los riesgos crediticios, la cuenta de resultados, la trazabilidad de la morosidad, y percibía que las entidades concentradas en el riesgo inmobiliario podían tener “serias dificultades a futuro”.

El real decreto 9/2009 propiciaba distintas medidas para favorecer la integración de entidades para salir al paso de las dificultades que pudieran tener las entidades, pero en cualquier caso se trataba de una decisión privada.

El papel del Banco de España fue el de analizar las cajas que conformaron luego Bankia. Aunque a Caja Madrid la tenían “mejor valorada”, el resto de entidades estaban en color amarillo o rojo dentro de su esquema de semáforos, por lo que el organismo supervisor instó a las cajas a buscar una solución, sin forzar la integración.

“Fue una decisión de ellos, un proceso relativamente largo, y nos plantean esta integración de estas siete entidades. Hacemos nuestras estimaciones de cómo podían tener futuro y nos plantean un plan de integración. Lo vamos viendo y nos parecía que respondía a lo que contemplaba el real decreto 9/2009”, ha señalado.

En este contexto, González ha asegurado que el SIP tenía “muchísima más fuerza” que un grupo y era “inviable” que alguna entidad saliera del él, por lo que ha comparado este sistema con “un matrimonio sin posibilidad de divorcio” que debía conocerse bien, para lo que se pedía que las entidades hicieran una due diligence .

Las cajas presentaron su plan de negocio a cinco años, elaborado en colaboración con el consultor AFI y el auditor Deloitte, en el que analizaron todas las variables económico-patrimoniales, que recibió el visto bueno de González y del coordinador ejecutivo Francisco Monzón.

Este plan no se analizó en “extrema profundidad”, sino que se comprobó que los márgenes y cifras que se presentaban fuesen razonables con la información previa que manejaban los inspectores.

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Source: Europapress

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